La UE desmonta a Sánchez, una vez más

Los datos publicados a lo largo de 2024 por Eurostat sobre el crecimiento imparable de la pobreza desmontan el discurso económico triunfalista del sanchismo

19 de Septiembre de 2024
Actualizado a las 11:14h
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Eurostat lleva meses publicando informes que colocan a la España de Sánchez entre las grandes potencias de la pobreza | Foto: FreePik

Pedro Sánchez, su gobierno, junto a todo el aparato de propaganda sanchista y monclovita, llevan lanzando un mensaje de euforia económica en base a los datos y las previsiones de crecimiento de los reguladores y de organismos como la OCDE o el FMI. No mienten porque los datos macroeconómicos indican que España está creciendo. Sin embargo, Sánchez se topa con uno de sus mayores fracasos: la incapacidad absoluta para transferir ese crecimiento al bolsillo de las clases medias y trabajadoras.

Ayer mismo, en la sesión de control al Gobierno, afirmó que «miremos donde miremos los datos invitan a la confianza y al optimismo […] España ha crecido más que la media europea».

En cambio, es precisamente la Unión Europea la que está poniendo negro sobre blanco la realidad de las consecuencias de las políticas ineficaces de Pedro Sánchez.

A lo largo de 2024, la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), ha publicado tres estudios en los que demuestra el crecimiento imparable de la pobreza en la España de Sánchez. Esta misma semana la UE ha dado el último golpe que, por desgracia, no será el único.

La España de Sánchez es el tercer país europeo con un mayor incremento en carencias sociales y materiales graves. Es decir, la cuarta economía de la UE es la tercera en incremento de uno de los indicadores más relevantes de pobreza.

Para entenderlo bien, Eurostat señala que las carencias materiales y sociales se refieren a la incapacidad de costear un conjunto de bienes, servicios o actividades sociales específicos que son esenciales para tener una calidad de vida adecuada. Es el caso de la capacidad de afrontar gastos imprevistos o sustituir la ropa gastada por otra nueva.

Se considera que una persona está en situación de carencias materiales y sociales graves si no puede permitirse siete o más de esos bienes, servicios o actividades sociales.

La España de Pedro Sánchez ya cuenta con más de 4 millones de personas en esta situación, es decir, cerca de un 10% de la población total del país que no puede permitirse calentar, refrigerar su casa o comer carne dos veces por semana.

Además, siempre según las cifras de Eurostat, los jóvenes se llevan la peor parte, puesto que más del 20% están sufriendo carencias severas de bienes y servicios básicos.

La España de Sánchez, potencia en personas en situación de exclusión social

El pasado mes de junio, Eurostat publicó un informe desolador para Pedro Sánchez que, una vez más, destruía con datos la propaganda sanchista y monclovita. En concreto, España es el tercer país de la UE, sólo por detrás de «grandes potencias» como Rumanía y Bulgaria, con mayor tasa AROPE. Este dato va en línea con el aumento de la población en situación de pobreza y/o exclusión que alcanza ya a 12,7 millones de personas. En consecuencia, un 27% de la ciudadanía que vive en la España de Pedro Sánchez se encuentra en situación de pobreza. Son datos oficiales, no el argumentario del PP ni de Vox, ni de Feijóo ni de Ayuso o Abascal. Son las cifras del propio gobierno las que desmienten la euforia económica de Sánchez y desmontan el optimismo que señaló el presidente en el Congreso de los Diputados.

Empobrecimiento radical de las clases medias y trabajadoras

 Según Eurostat, los trabajadores españoles están cobrando un 23% menos que la media europea. En referencia a sueldo medio, mientras en Europa el precio/hora es de 23,5 euros, en España apenas supera los 18 euros, es decir, un 11% menos. Si la economía española es el motor de Europa, como se afirma desde el sanchismo, tanto por el «pata negra» como por los conversos, ¿por qué eso no se traslada al bienestar salarial de las clases medias y trabajadoras? ¿Por qué, entonces, se están disparando los niveles de pobreza en la España de Sánchez?

Evidentemente, la respuesta es sencilla: la degeneración de un mercado laboral que no está creando empleo, sino que reparte el que hay precarizando las condiciones salariales y las jornadas.

En este sentido, otro informe oficial, el Observatorio de Márgenes Empresariales en España, creado por el Ministerio de Economía, la Agencia Tributaria y el Banco de España, destacó cómo una minoría de empresas españolas tienen capacidad para incrementar sus beneficios a costa de otros actores económicos. Es decir, que los elevados beneficios de las grandes compañías los está pagando el resto de la sociedad con un incremento de precios y una depauperización de la participación de los salarios en la riqueza generada.

Los márgenes empresariales están disparados. Si se compara con la situación prepandemia, han conseguido incrementar sus beneficios en un 50%. Los altos ejecutivos y los grandes accionistas son los que se están llevando las ganancias, mientras que los trabajadores sufren las consecuencias con unos salarios 6,6% inferiores a 2019.

Quiebra de familias

También en el mes de junio, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicó su informe sobre consecuencias de la crisis y determinó, en base a los datos de los juzgados, que durante los tres primeros meses del año se incrementaron en un 41,1 % los concursos respecto al mismo periodo de 2023. Este importante incremento se debe al aumento de los concursos de personas naturales no empresarios, que fue del 52,2%, y al de los concursos de personas jurídicas, que crecieron un 23,9%. Sólo disminuyeron, en un 24 por ciento, los concursos de personas naturales empresarios.

Cronificación de la pobreza extrema

Uno de los factores que más repite Pedro Sánchez para destacar su acción de gobierno desde que alcanzó la Presidencia en junio de 2018 ha sido su agenda social, en la que le han quedado varias asignaturas pendientes como, por ejemplo, el crecimiento de la pobreza y de las colas del hambre. Ya hay más de 2 millones de personas que necesitan acudir a comedores sociales o a los bancos de alimentos para sobrevivir. Dentro de ese número está aumentando peligrosamente el número de familias que acuden a la beneficencia aun teniendo trabajo.

Las cifras oficiales demuestran que se mantiene la tendencia de los gobiernos del Partido Popular: la economía mejora pero no llega a las familias sino a los bolsillos de las clases privilegiadas, las mismas que luego sacan sus beneficios fuera de España.

Según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, del Instituto Nacional de Estadística (INE), el umbral de pobreza mayor es uno de los más elevados de la historia, cifras que quedan constatadas por los datos de Eurostat.

El hecho de que las cifras macroeconómicas sean positivas está ocultando que, según la Encuesta de Población Activa, el número de hogares sin ingresos ha experimentado ligeros cambios, en algunos momentos de los gobiernos de Pedro Sánchez una ligerísima disminución, pero, analizando los datos agregados se descubre que no se ha mejorado en este aspecto. Es más, se puede comprobar cómo en el primer gobierno Sánchez ese porcentaje subió.

La situación extrema que provoca el hecho de no tener ningún tipo de ingresos afecta ya a más de 550.000 familias. Esta situación no es una consecuencia de la pandemia, sino que es algo coyuntural a lo que Sánchez está siendo incapaz de encontrar una solución efectiva. En el año 2019, al menos un 3% de los hogares españoles sufrían una situación extrema de falta de ingresos. Además, las medidas adoptadas tras la pandemia, con nuevas prestaciones, no han servido para mejorar esta situación.

Desde 2019, según los datos del INE, la privación material severa de las familias se ha disparado. Otro «éxito» de Pedro Sánchez. La pandemia, evidentemente, incrementó este indicador. La recuperación económica posterior hubiera determinado, en buena lógica, una mejora. Sin embargo, no ha sido así y, en algunos casos, ha empeorado.

El agudizamiento de este elemento de la pobreza extrema viene determinado por factores como la incapacidad de mantener una temperatura en la vivienda, de mantener una dieta básica o de hacer frente a gastos imprevistos. El resto de las carencias también empeoran, incluidos los retrasos en los pagos, que es superior al periodo prepandemia.

Las cifras oficiales confirman que hay un grupo de población, que es creciente, que ha sido olvidado por el gobierno actual porque las mejoras de la economía no les llegan. Esto pone a la España en el peligroso camino a la cronificación de la pobreza extrema.

Por eso, los datos no cuadran. Mientras que la renta media familiar se ha incrementado de 16.937 euros mensuales a 19.160, según el INE, la renta neta a precio de mercado se ha reducido de 19.612 a 18.431 euros. Esto demuestra que los incrementos en el salario mínimo, la revalorización de las pensiones o la reforma laboral no está teniendo una eficacia real sobre la economía de las familias.

Desde que Pedro Sánchez está en el gobierno no se han reducido los índices de pobreza. Las familias que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, según el INE (que corrobora las cifras de Eurostat), se han incrementado. La tasa de exclusión social ha seguido el mismo camino, igual que el número de beneficiarios titulares de rentas mínimas.

Son datos oficiales, no el argumentario del PP ni de Vox, ni de Feijóo ni de Ayuso o Abascal. Son las cifras del propio gobierno y las de la Unión Europea las que desmienten la euforia económica de Sánchez y desmontan el optimismo que señaló el presidente en el Congreso de los Diputados.

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