El Banco de España ha advertido en su Informe Anual 2024 de que el reciente conflicto arancelario impulsado por Washington podría restar al menos tres décimas al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español en el escenario más adverso, una estimación que se elevaría hasta cerca de cuatro décimas si, al mismo tiempo, se deterioran las condiciones financieras globales y aumenta la incertidumbre en los mercados. Estas cifras sitúan a España por debajo del impacto proyectado para Estados Unidos, donde la contracción sería sensiblemente mayor en todos los supuestos, salvo en una hipotética guerra comercial directa con China, que también penalizaría con fuerza al gigante asiático.
El análisis del Banco de España evalúa cuatro escenarios de tensión comercial: un arancel universal al 10 %, medidas recíprocas entre la UE y EE. UU., represalias en respuesta a estas últimas y un enfrentamiento tarifario bilateral con China. En cada uno de ellos, España sufriría una caída del PIB inferior a dos décimas durante los tres años posteriores al aumento de los gravámenes; sin embargo, añade el organismo, la combinación de incertidumbre y encarecimiento de la financiación podría sumar otra décima al golpe económico. Ángel Gavilán, director general de Economía del Banco, anticipa que en su próximo informe trimestral, previsto para junio, estas estimaciones seguirán situándose “por debajo del punto porcentual”, con un techo potencial próximo a las cinco décimas.
La escalada arancelaria ha disparado el gravamen efectivo medio que soportan las exportaciones españolas a EE. UU., pasando del 3 % en 2023 al 12 % actual. Maquinaria, aparatos mecánicos, equipamiento eléctrico y vehículos son los productos que más contribuyen a esta subida, muy por encima del promedio de las grandes economías de la zona euro. En un hipotético escenario de aranceles recíprocos, ese porcentaje alcanzaría el 18 %, lo que situaría a España entre los países de la UE más expuestos a los nuevos impuestos, solo superada por China, cuyo gravamen, tras los últimos anuncios de la Casa Blanca, superaría el 120 %.
A pesar del revés para el comercio, la incidencia sobre la inflación doméstica será prácticamente nula, según los cálculos del Banco de España. Por el contrario, EE. UU. vería un alza de precios de hasta 1,8 % en el escenario más duro, mientras que China y el conjunto de la eurozona registrarían incrementos moderados.
Ante este panorama, el Banco de España recomienda que la Unión Europea mantenga su apuesta por el multilateralismo y diversifique sus aliados comerciales. En esa línea, subraya la importancia de modernizar acuerdos bilaterales recientes con México y Chile, e impulsar la ratificación del tratado UE‑Mercosur, que abriría un mercado de más de 700 millones de personas y ayudaría a reducir la dependencia europea de China en materias primas críticas.
Por último, el informe insiste en la necesidad de avanzar en reformas estructurales dentro del bloque comunitario: completar la integración plena del mercado único, fortalecer la coordinación entre políticas nacionales y europeas, explorar el impulso del euro digital y crear un instrumento de financiación común permanente inspirado en las lecciones de Next Generation EU. Solo así, concluye el Banco de España, se reforzarán la resiliencia y la competitividad de las economías europeas frente a futuros shocks externos.