El mercado laboral español está experimentando una transformación silenciosa pero profunda. Desde que se aprobó la reforma laboral en 2021, el número de personas trabajadoras mayores de 55 años ha crecido un 24,3 %. Es una cifra que no solo destaca por su magnitud, sino también por superar en más de 11 puntos la media de crecimiento del empleo general. Y dentro de este grupo, las mujeres están protagonizando un verdadero cambio estructural: su incorporación al mercado laboral ha aumentado un 26,7 %, superando a los hombres de su misma franja de edad en 4,4 puntos.

Nunca ha habido tantas mujeres trabajando en España
En marzo se alcanzó un récord histórico con más de 10,1 millones de afiliadas a la Seguridad Social, lo que representa ya un 47,4 % del total de personas ocupadas. Este crecimiento no es homogéneo, sino que avanza con más intensidad en sectores que hasta hace poco estaban muy masculinizados, como el transporte, o con presencia limitada de mujeres sénior, como las actividades científicas, tecnológicas o de alto valor añadido. En concreto, las ramas de Información y Comunicaciones y las Actividades Científico-Técnicas han crecido por encima del 15 % desde 2021, más de seis puntos por encima de la media del resto de actividades. Solo estos dos sectores concentran casi el 18 % del empleo generado desde la entrada en vigor de la reforma.

Empleo sénior en auge
Este fenómeno refleja un cambio estructural en el mercado laboral español. Las mujeres mayores de 55 años están accediendo al empleo en prácticamente todos los sectores, con especial protagonismo en actividades de alto valor añadido como las científicas y tecnológicas, así como en el transporte.
El grupo de trabajadores con mayor edad (55 años y más) crece por encima de la media, con un mayor incremento entre las mujeres y gran aportación al colectivo de trabajadores autónomos. La temporalidad de este colectivo está en mínimos, por debajo del 10%
Una de las historias que mejor resume este cambio es la de Sunía Brañas, camionera y formadora de profesionales del sector. Con los hijos ya mayores, muchas mujeres como ella encuentran ahora nuevas oportunidades para integrarse en el mundo laboral. En grandes empresas de logística, incluso se fomenta que las parejas compartan la jornada laboral, trabajando juntas en equipo para llegar más lejos en menos tiempo. Esta nueva forma de organizar el trabajo ha abierto la puerta a que muchas mujeres mayores de 55 años encuentren en el transporte, tanto urbano como de reparto, una vía real de acceso al empleo. El incremento de nuevas trabajadoras en este sector alcanza el 36 %, frente al 20 % de media.

Los datos reflejan también una mejora sustancial en la calidad del empleo. Desde 2021, el número de personas con contrato indefinido ha aumentado en más de 3,8 millones, lo que supone un incremento del 35,1 % y sitúa la cifra total cercana a los 14,9 millones. Esta subida se concentra especialmente en los contratos a tiempo completo, mientras que los fijos discontinuos —una de las figuras más criticadas al principio de la reforma— se han estabilizado. En paralelo, el empleo temporal ha caído a mínimos históricos. En el caso concreto de los trabajadores de más de 55 años, la tasa de temporalidad ya se sitúa por debajo del 10 %.
Autónomos sénior al alza
El colectivo de personas trabajadoras autónomas de 55 años o más ha crecido un 13,5 % desde 2021, siendo el grupo de edad que más aporta al crecimiento del empleo autónomo en este periodo. En marzo, representaban el 31,1 % del total de autónomos, alcanzando un máximo histórico.

La evolución positiva no se limita a la cantidad de empleo, sino también a sus condiciones. Las bases de cotización —un indicador clave para calcular pensiones futuras— han aumentado un 21,9 % en las personas trabajadoras de más de 64 años y un 19,7 % en el grupo de 60 a 64 años desde 2019. Es decir, no solo hay más empleo, sino que también se cotiza más y mejor. Esto repercute directamente en la sostenibilidad del sistema y en la seguridad de quienes se acercan a la jubilación.
En términos generales, marzo volvió a ser un mes positivo para el empleo. En cifras desestacionalizadas, se registraron 23.079 afiliados más a la Seguridad Social, y el total de personas trabajando en España supera ya los 21,4 millones, el nivel más alto de la serie histórica. En el último año, se han sumado 460.148 nuevos afiliados y afiliadas, una parte importante de ellos con contratos estables y en sectores productivos clave para el futuro del país.

La reforma laboral
La reforma laboral ha supuesto, por tanto, un punto de inflexión. Ha reducido la temporalidad, ha mejorado las condiciones de quienes ya trabajaban, y ha facilitado la entrada al empleo de personas que tradicionalmente quedaban fuera del radar de las empresas, como las mujeres mayores de 55 años. Hoy, ellas son protagonistas de un cambio que, aunque apenas se menciona en los grandes titulares, está ayudando a modernizar el mercado de trabajo y a hacer más justa y equitativa la distribución del empleo en España.
Este avance no es fruto del azar, sino de una apuesta clara por la estabilidad laboral, el trabajo digno y la incorporación plena de las mujeres a todos los sectores económicos. Lo que parecía un reto, se está convirtiendo en una realidad: el empleo sénior femenino no solo crece, sino que lo hace con fuerza, calidad y en los sectores que más valor generan para el país.