En medio de la crisis climática que azota con fenómenos extremos cada vez más frecuentes, surge una pregunta crucial para miles de trabajadores: ¿es realmente necesario acudir al puesto de trabajo cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emite alertas rojas o naranjas por riesgo grave? La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha sido clara al respecto: “Cuando se emite una alerta grave, los trabajadores pueden optar por no acudir al trabajo si no se garantiza su seguridad.” Este mensaje, compartido a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), ha abierto el debate sobre el papel de las empresas y los derechos de los empleados ante situaciones de peligro inminente.
‼️ URGENTE!
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) November 13, 2024
Ante avisos de Alerta Rojas se puede NO acudir al puesto de trabajo si hay riesgo para la salud de los trabajadores y trabajadoras. Las empresas deberán adoptar todas las medidas para proteger la vida de los trabajadores y trabajadoras.
Como recoge nuestro RDL…
El sentido común que no siempre se aplica
Cuando la AEMET declara alertas rojas, colegios e instituciones suspenden actividades, y Protección Civil recomienda no salir de casa ni coger el coche. Sin embargo, en muchos casos, los empleados se sienten obligados a acudir a sus lugares de trabajo, a pesar del evidente riesgo para su seguridad. Aunque podría parecer lógico quedarse en casa ante una emergencia, Díaz insiste en que el sentido común y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales deberían primar, pero en la realidad, no siempre es así.
Es común ver que, ante situaciones de “gota fría” u otros fenómenos adversos, una zona sufra fuertes precipitaciones, mientras que en otra cercana apenas llueve. Esta variabilidad provoca que muchas empresas no tomen medidas adecuadas, y en algunos casos, incluso sancionen a trabajadores por ausencias injustificadas, poniendo en cuestión el derecho a protegerse en situaciones peligrosas.
Los vacíos legales y las represalias laborales
En España, no existe una regulación específica que determine la obligación de las empresas de conceder permiso remunerado en caso de alertas meteorológicas extremas. Esto significa que, en la práctica, muchos trabajadores enfrentan un dilema: ¿arriesgarse y acudir al trabajo, o protegerse y arriesgarse a perder su salario o sufrir represalias?
Además, no todos los convenios colectivos recogen el derecho a recibir el salario en caso de ausencia por razones meteorológicas. Esta falta de regulación afecta especialmente a los sectores más precarizados, donde es frecuente que los empleados no puedan costear una jornada sin sueldo o perder beneficios adicionales, como los incentivos por cumplimiento, si no acuden al puesto de trabajo. Esto se ha evidenciado con casos como el de los “riders” y otros empleos temporales que no cuentan con respaldo económico si deciden quedarse en casa por seguridad.
La responsabilidad de las empresas según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, es responsabilidad del empresario garantizar la seguridad de sus empleados. En situaciones de emergencia meteorológica, se espera que la empresa adopte medidas preventivas, ya sea permitiendo el teletrabajo, enviando a los trabajadores a sus casas o ajustando la jornada laboral para minimizar el riesgo. Ignorar estos protocolos puede derivar en sanciones por exponer a los empleados a condiciones peligrosas.
En la práctica, sin embargo, esta normativa no siempre se aplica de manera uniforme. Hay empresas que, incluso con alertas graves en vigor, no flexibilizan los horarios ni permiten el teletrabajo, y el resultado es que los empleados se ven forzados a arriesgarse. Además, en los centros de trabajo que no permiten modalidades a distancia, los empleados pueden quedar atrapados en sus empresas ante un cambio repentino de las condiciones climáticas.
Teletrabajo y planes de contingencia: ¿una asignatura pendiente?
Durante la pandemia, muchas empresas se vieron obligadas a adoptar el teletrabajo, y esta medida debería haber preparado a las organizaciones para afrontar fenómenos climáticos adversos. Sin embargo, la realidad demuestra que la implementación de estos sistemas de trabajo no se ha adaptado suficientemente, o bien, no se ha extendido a todos los sectores. Cuando el clima extremo amenaza, algunas empresas carecen de la infraestructura para garantizar la continuidad del trabajo de forma remota, lo que refleja una carencia de planificación y previsión.
Yolanda Díaz subraya la importancia de que las organizaciones desarrollen planes de contingencia efectivos, no solo para proteger a sus empleados, sino también para resguardar sus sistemas informáticos y datos frente a riesgos como inundaciones, cortes de electricidad y daños materiales derivados de tormentas o fenómenos extremos. La crisis climática implica que estos episodios se repetirán y serán más intensos, por lo que la preparación es fundamental.
Consejos para los trabajadores en situaciones de alerta extrema
Ante la ausencia de una regulación específica y el riesgo de posibles represalias, los empleados pueden tomar medidas para protegerse sin perder derechos laborales. Entre las recomendaciones:
1. Documentarse y comunicar: Ante alertas rojas o naranjas, se recomienda informar al supervisor sobre el peligro y, si es posible, proporcionar documentación que demuestre la situación meteorológica y los riesgos asociados.
2. Solicitar el teletrabajo o flexibilidad horaria: En sectores donde sea factible, los empleados pueden solicitar trabajar desde casa o ajustar sus horarios para evitar desplazamientos en momentos críticos.
3. Consultar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales: La normativa exige que las empresas minimicen los riesgos laborales, lo que ampara al trabajador para negarse a exponerse en situaciones de peligro. Es fundamental recordar que la seguridad debe ser la prioridad.
4. Recurrir a los sindicatos: En caso de que la empresa se niegue a facilitar alternativas, los trabajadores pueden recurrir a sus representantes sindicales para que medien en su protección.
Responsabilidad empresarial en tiempos de cambio climático
Con fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, el sector empresarial debe adaptarse y priorizar la seguridad. Las palabras de Yolanda Díaz subrayan la importancia de humanizar la gestión de riesgos laborales y recordar que, ante una alerta grave, lo más importante es proteger la salud y la vida de los trabajadores. La cultura corporativa debe incorporar la flexibilidad y el respeto por el bienestar de sus empleados, sin poner en riesgo su integridad física.
Los trabajadores no deben verse obligados a poner en juego su salud y su seguridad por cumplir con sus horarios, y las empresas deben actuar con responsabilidad en situaciones de emergencia. La protección de la vida y el respeto a la dignidad laboral deben ser prioritarios, especialmente en tiempos de crisis climática, donde los fenómenos extremos desafían día a día las condiciones laborales en España.