El Gobierno veta los ultraprocesados en los colegios: adiós a la bollería y a las bebidas azucaradas

El Consejo de Ministros aprueba una normativa histórica para transformar los comedores escolares en espacios de alimentación saludable y sostenible

15 de Abril de 2025
Actualizado a las 14:18h
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El Gobierno veta los ultraprocesados en los colegios: adiós a la bollería y a las bebidas azucaradas

Frutas, verduras y legumbres ocuparán el lugar de refrescos, bollería industrial y platos precocinados en los centros educativos de todo el país.

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, una norma que marca un antes y un después en la alimentación infantil. Desde ahora, quedará prohibido servir bebidas azucaradas, energéticas y bollería industrial en los centros escolares, tanto en sus comedores como en máquinas expendedoras y cafeterías. El objetivo: fomentar una alimentación nutritiva, igualitaria y respetuosa con el medio ambiente, independientemente del nivel de renta o lugar de residencia del alumnado.

En palabras del ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, la nueva regulación "va a impulsar el consumo diario de frutas y verduras frescas, de legumbres, de pescado y de carne de calidad", al tiempo que limita los alimentos ultraprocesados, los preparados precocinados y el exceso de frituras. La medida se ha desarrollado junto a otros cuatro ministerios: Educación, Agricultura, Sanidad y Juventud e Infancia.

Cinco comidas saludables a la semana y protagonismo de la producción local

La nueva normativa afectará a todos los centros públicos, concertados y privados que impartan educación infantil (2º ciclo), primaria, secundaria, bachillerato y FP de grado básico o medio. En ellos, se deberá garantizar la oferta diaria de fruta y verdura fresca, con la condición de que al menos el 45% sea de temporada, apostando así por un modelo alimentario más saludable y sostenible.

Además, el decreto promueve el uso de productos de producción ecológica, que deberán representar al menos dos platos al mes o el 5% del gasto total en alimentación. La intención es clara: apoyar la economía de agricultores y ganaderos locales y reducir la huella ambiental del sistema alimentario escolar.

Experiencias exitosas como el proyecto ‘Ecocomedores’ en Canarias o ‘Horta Cuina’ en la Comunidad Valenciana han servido de referencia para este nuevo enfoque. "Apostamos por un modelo más justo que cuide los derechos de la infancia, el medio ambiente y los sectores estratégicos de nuestra economía", subrayó Bustinduy.

Límites estrictos para azúcar, grasas y calorías

Más allá de los productos vetados, el real decreto fija criterios nutricionales precisos para los alimentos permitidos. Cada porción envasada no podrá superar las 200 kilocalorías, ni contener más de 5 gramos de azúcares añadidos, 7,8 gramos de grasa total, 2,2 gramos de grasas saturadas, ni 0,5 gramos de sal.

Además, se limita el consumo de platos precocinados —como pizzas o empanadillas— a una ración al mes, y las frituras elaboradas en el día solo podrán ofrecerse una vez por semana, con preferencia por aceite de oliva o girasol alto oleico. Por su parte, el pescado deberá servirse entre una y tres veces por semana, y se refuerza la presencia de legumbres y cereales integrales.

Con esta regulación, el Gobierno avanza en el cumplimiento del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030, y da cumplimiento al artículo 40 de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición de 2011, centrado en medidas para la infancia.

En definitiva, el nuevo marco normativo supone una revolución en los comedores escolares, con la mirada puesta en mejorar la salud pública desde la base: la alimentación diaria de los niños y adolescentes del país.

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