Riesgos y bulos de las dietas milagro

09 de Enero de 2022
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El reconocido dietista Pablo Ojeda facilita pautas de alimentación saludable, desmonta los bulos más frecuentes y explica los riesgos de las dietas milagro que abundan tras los excesos de las comidas y cenas de las fiestas navideñas.

Pablo Ojeda, con una dilatada trayectoria profesional, asiduo colaborador de programas televisivos de La 1 de TVE o de Canal Sur entre otros y miembro del gabinete psiconutricional Oractiva de Sevilla, asesora a los lectores de Diario16 sobre cómo volver a la “normalidad” tras los encuentros familiares de las pasadas fiestas, destapa los bulos alimenticios más populares y alerta sobre los riesgos de las dietas milagro publicadas en Internet o que corren de boca en boca al prometer buenos resultados a corto plazo.

Sobre las dietas milagro

En este sentido, Pablo Ojeda es categórico: “No hagas ninguna dieta milagro que hay en el mercado porque es contraproducente” y destaca la importancia de “comer mucha fruta, muchas verdura, alimentos poco calóricos pero saciantes y, por otro lado, acompañarlo con mucho paseo”.  

Asimismo, desmitifica los resultados efectivos de algunas de las dietas más populares (alcachofa, de la piña, del sirope de agave) al afirmar: “Nuestro organismo está compuesto en un 70 por ciento de agua. Cuando empiece la dieta voy a perder mucho líquido, voy a bajar de peso pero en el momento que haga una reposición de agua, vuelvo a subir rápidamente. Toda dieta requiere constancia y esfuerzo y no es fácil”.

Otras métodos de adelgazamiento que no se quedan afuera de ciertos mitos son los hipocalóricos e hipeproteicos muy conocidos como Dukan o Pronokal. ”En el momento que haga ingestas normales, el organismo va a querer compensar todo aquello que le has quitado”.

Sobre el ayuno intermitente, tan de moda en ámbitos deportivos asegura: “¿Es para todo el mundo? Ni de lejos. Hay que tener cuidado con las modas”. 

¿Cómo perder peso de forma saludable?

Sobre este aspecto, el reconocido dietista recalca que“es la forma más desagradable, que a la gente no le gusta. Hay que bajar grasa”.

Asimismo, enfatiza que la palabra dieta viene del griego “Dayta” y significa régimen de vida, es decir, un tipo de alimentación adaptado a la vida y no al revés. En consecuencia, la dieta tiene que ser acorde al ritmo, horarios, trabajo y actividades del individuo. La adaptación de la alimentación a la vida es importante para evitar oscilaciones en el peso.

No obstante, Pablo Ojeda insiste en que “en la variedad está el gusto. En las dietas muy monótonas, de lechuga y pollo, al cabo de dos semanas, aburren”

En relación a criterios profesionales, Ojeda actualiza un parámetro muy popular pero ya en desuso: el índice de masa muscular (IMC). En el ámbito de la nutrición, el IMC ha sido sustituido por el índice de salud definido en torno al perímetro abdominal, en hombres por debajo de 102 centímetros y en mujeres por debajo de 88.

Los riesgos para la salud

Dietas como Dukan y las centradas en proteínas, efectivas a corto plazo, pueden acarrear serios riesgos a nivel renal, incluyendo la aparición de piedras. El hígado graso o el aumento significativo de la grasa visceral que impide el normal funcionamiento de los órganos vitales son otras de las patologías más habituales.

Por otro lado, cuando de forma reiterada se efectúan dietas sin asesoramiento o no adaptadas al ritmo de vida o actividades diarias, Pablo Ojeda explica que los pacientes “pueden sufrir muchos problemas a nivel metabólico y una resistencia a la insulina que puede desembocar en una diabetes tipo 2 a medio y largo plazo”.

Bulos sobre la pérdida de peso 

El profesional puntualiza que “tres se llevan la palma”:

1º “El agua con limón por la mañana adelgaza”. No hay estudio científico que valide la perdida de grasa

2º Las dietas détox. “Depuran el bolsillo pero no el organismo. Si uno esta intoxicado, debe ir a la UCI, no tomar un batido”

3º “Los superalimentos no existen”: Bayas de goji, espirulina, maca, quínoa roja, açai cuentan con buenas propiedades y muchas vitaminas pero no son mágicos.

Relación entre dieta y actividad física

Para Pablo Ojeda, la moderación es esencial: “Empezar por andar, buscando frecuencia cardiaca, de forma natural. Además, recomienda deporte que “no sea de impacto, natación por ejemplo, o ejercicios que no sean lesivos, como son los isométricos, que utilizan el propio cuerpo”.

Asimismo, proporciona un dato de gran utilidad: “En las bajadas de peso es imprescindible trabajar la fuerza. Al aumentar la masa muscular, aumenta el consumo de oxígeno y en consecuencia el metabolismo basal en reposo también”.

Por el contrario, Ojeda afirma que en dietas de bajadas de peso muy agresivas, se destruye el músculo, y por lo tanto, el desgaste calórico basal disminuye siendo contraproducente para el organismo. Así explica el tan indeseado “Efecto Rebote” o “Efecto Yo-Yo “.   

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