La oficina del Departamento de Justicia de Filipinas (DOJ) contactó la semana pasada con un representante de la familia española para anunciar que iniciaban, como es preceptivo, el procedimiento formal de búsqueda de la madre sustractora y la negociación previa a la judicialización del caso.
El Departamento de Justicia de Filipinas tiene una sección encargada de manejar los casos relacionados con la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores. En esta república, el organismo es el equivalente a la Autoridad Central Española, organismo que inicialos procedimientos para la pronta devolución de niños trasladados o retenidos ilícitamente en un país distinto de su residencia habitual.
Este gesto de las autoridades judiciales filipinas ha sido visto como un avance por parte de diversas fuentes consultadas por Diario16+, si bien la familia sigue siendo pesimista.
“La República de Filipinas respetará el acuerdo”
Las mismas fuentes han manifestado a este medio que confían plenamente en las autoridades filipinas. Tienen en cuenta que es el primer caso entre los dos países y, además, tiene unas características especiales: no se trata de un niño recién nacido, se trata de dos menores arraigados en una familia de más hermanos. No se concibe una resolución que separe a los hermanos de una familia y que empiece con mal pie un acuerdo internacional.
Por otra parte, señalan que, a diferencia de lo que sucede con otros países (algunos africanos, por ejemplo, que son un paraíso para sustractores de menores), la República de Filipinas es un estado organizado, en desarrollo, y con una emergente línea de políticas de protección social, en especial de la infancia.
La familia no cree en la palabra de la madre
El optimismo anterior contrasta con el ánimo de la familia que no cree, para nada, que la madre desista de su actitud. Tienen sobradas pruebas de engaños, mentiras y, sobre todo, compromisos no cumplidos por parte de Regina Magundayao Valdez.
Según señala a Diario16+Laura Rodríguez Caro, portavoz de la familia, “deben tener en cuenta que no nos encontramos ante una madre que protege a sus hijos, nos encontramos ante una madre empeñada en destruir la familia de sus hijos”.
Los datos avalan por completo a Rodríguez Caro, puesto que la familia entra ya en el noveno mes sin contacto directo con los niños, además de vivir con todo tipo de comunicaciones online bloqueadas por Regina Magundayao Valdez desde hace 4 meses. No permitió, incluso, al padre hablar con sus hijos en Navidad. Ni en su posterior cumpleaños en enero.