El Caso Magundayao está tomando unos tintes trágicos. ¿Puede la testarudez de una madre ambiciosa destruir el futuro de su propio hijo? Ante la desesperación del padre y las hermanas, es lo que le está pasando a Gerard, uno de los niños sustraídos ilegalmente por su madre. Cada vez que la familia consigue un videollamada observan cómo se agravan los síntomas que constan en los informes logopédicos de 2022, 2023 y 2024.
Se da la paradoja que Gerard es un niño muy inteligente en los aspectos abstractos, pero no tiene una estructura lingüística desarrollada. Ello hace que construya su idioma particular, donde los logopedas que lo analizaron señalan que simplifica palabras (las contrae de manera que sean más cortas pero que pueda distinguirlas de otras) y, en definitiva, elabore una especie de “idioma propio” (el que usa con su hermana, también sustraída ilegalmente).
El problema es que su “idioma propio” le permite emitir pero no recibir, dado que no entiende muchas veces lo que se le dice. Por ejemplo, para decir algo en pasado, Gerard usa el presente y añade la palabra “ayer” (algo así como “Yo voy a escuela ayer”); sin embargo, si un mayor le pregunta “¿Qué comiste ayer en la escuela?” entonces Gerard no entiende la pregunta, se pierde en el tiempo verbal. A eso se añade que el español que habla la madre sustractora, Regina Magundayao Valdez, es extremadamente precario (ella dice “Tú pone los zapatos” por “Ponte los zapatos”) cosa que está retrotrayendo al niño a su situación de subdesarrollo de 2022. Se está perdiendo todo lo que se había avanzado hasta junio de 2024, cuando Gerard estaba iniciando el desarrollo correcto de su lengua materna y la estructura mental que conlleva.
Fuga preparada
Inicialmente Regina matriculó al niño en una escuela en español que, por fortuna, tiene a unos veinte minutos de la casa. Sin embargo, al cabo de un mes (alrededor de noviembre de 2024) lo retiró de esta escuela porque argumentó que no podía pagarla y que, además, le llevaba tiempo llevar los niños al colegio. Explicó que debía reducir gastos en la educación del niño y, al poco tiempo, iniciaba la construcción de una piscina en la casa y diversas obras de mejora, según han señalado a este medio fuentes consultadas.
Sin embargo, después de la visita a su casa de miembros del CIDG (Criminal Investigation and Detection Group), todo indica que Regina está tomando conciencia que puede estar metida en un serio problema legal, por lo que ha dicho a sus vecinos que se va a mudar. Los vecinos, que no entienden por qué retiene a los niños encerrados en la casa y les priva de su familia en España, son acusados por Regina de “espías” y denunciados ante las autoridades. De momento, ninguna denuncia ha progresado, la propia policía le indicó a la madre sustractora que su denuncia no tenía fundamento alguno.
Los vecinos no saben si está preparando un viaje corto con su amiga Juvy Grace Maniquez y los dos niños o si, por el contrario, planea la desaparición de los cuatro. El dato es importante porque Maniquez consta como colaboradora en el expediente de repatriación ante la Autoridad Central Española, por lo que podría ser investigada si el caso evolucionara en una causa penal por sustracción internacional.
Según señalan las mismas fuentes, todo el barrio está expectante por comprobar si las dos mujeres desaparecen con los niños o si, simplemente, planean unas vacaciones. No obstante, los vecinos más observadores señalan un detalle inquietante: este mes se han parado las obras de la piscina y de las mejoras de la casa. Sólo puede significar una cosa, y no presagia nada bueno.