Uno de cada dos niños yemeníes sufre desnutrición grave tras una década de conflicto

UNICEF presta apoyo a instalaciones sanitarias y al tratamiento de la desnutrición en todo el país, pero sus actividades sólo están financiadas en un 25% este año. El organismo no podrá mantener unos servicios mínimos sin la acción urgente de los donantes

26 de Marzo de 2025
Actualizado a las 11:07h
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Una madre sostiene a su hija de 10 meses que padece retraso en el crecimiento y desnutrición en Abyan, Yemen. | Foto:  UNICEF/Saleh Hayyan
Una madre sostiene a su hija de 10 meses que padece retraso en el crecimiento y desnutrición en Abyan, Yemen. | Foto:  UNICEF/Saleh Hayyan

En Yemen, diez años de conflicto han resultado catastróficos para las niñas y los niños del país, que viven bajo la amenaza de los ataques aéreos y unas tasas de desnutrición asombrosamente altas, según ha declarado el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF). 

“Tenemos que actuar con rapidez”, ha advertido el representante de UNICEF en el país. “Estuve en Al Hudayda los últimos tres días (...) recorrí las tierras bajas del oeste, donde hay gente en las calles, a los lados de las carreteras, mendigando y buscando ayuda. Se han rendido. Nosotros no podemos rendirnos”, ha detallado Peter Hawkins.

Desde Saná, la capital de Yemen, Hawkins ha relatado a la prensa que el desastre “provocado por el hombre” ha diezmado la economía, el sistema sanitario y las infraestructuras del país.

“Incluso durante los periodos de menor violencia, las consecuencias estructurales del conflicto, especialmente para las niñas y los niños, han seguido siendo graves”, ha dicho, subrayando que más de la mitad de la población del país, de cerca de 40 millones de personas, depende de la ayuda humanitaria.

La ayuda vital, amenazada

UNICEF presta apoyo a instalaciones sanitarias y al tratamiento de la desnutrición en todo el país, pero sus actividades sólo están financiadas en un 25% este año. El organismo no podrá mantener ni siquiera unos servicios mínimos sin la acción urgente de los donantes, ha advertido Hawkins.

Los rebeldes hutíes, formalmente conocidos como Ansar Allah, llevan más de una década luchando contra las fuerzas gubernamentales respaldadas por una coalición liderada por Arabia Saudí y derrocaron al presidente del país, Abd Rabbu Mansour Hadi, en marzo de 2015. 

Aunque no se han reanudado las operaciones militares terrestres a gran escala en Yemen desde la tregua mediada por la ONU de abril de 2022, la actividad militar continúa.

El enviado especial del Secretario General en Yemen, Hans Grundberg, ha advertido que el cese de las hostilidades está cada vez más en peligro.

A principios de este mes, Estados Unidos lanzó múltiples ataques contra zonas del país controladas por los hutíes, al parecer en represalia por los continuos ataques de éstos contra buques mercantes y comerciales en el Mar Rojo tras la ruptura del alto el fuego en Gaza.

Hawkins ha hablado de los daños que presenció de primera mano en la ciudad portuaria de Hudaydah y ha subrayado que ocho niños murieron en los últimos ataques aéreos en el norte de Yemen.

Alimentos y medicinas bloqueados

“Los puertos y carreteras más importantes, que son la vía de suministro de alimentos y medicinas, están dañados y bloqueados”, ha afirmado Hawkins. Los precios de los alimentos se han disparado más de un 300% en la última década, provocando hambre y desnutrición.

El responsable de UNICEF ha señalado que uno de cada dos niños menores de cinco años está desnutrido en Yemen, “una estadística que casi no tiene parangón en el mundo”. “Entre ellos hay más de 540.000 niñas y niños que padecen desnutrición grave y aguda, una condición agonizante, potencialmente mortal y totalmente prevenible”, ha añadido.

Miles de personas morirán

Hawkins ha destacado los peligros a los que se enfrentan los niños que no pueden acceder al tratamiento, ya que se encuentran “alejados de la prestación de servicios en las zonas más remotas, en lo alto de las montañas y en lo profundo de los valles del norte de Yemen (...) La desnutrición debilita el sistema inmunológico, atrofia el crecimiento y roba a los niños su potencial”.

Además, alrededor de 1,4 millones de mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas en Yemen, “un círculo vicioso de sufrimiento intergeneracional”, ha dicho Hawkins.

En algunas zonas, como el oeste del país, se han registrado tasas de desnutrición grave y aguda del 33%.

No es una crisis humanitaria. No es una emergencia. Es una catástrofe en la que morirán miles de personas”, ha insistido Hawkins.

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