El Secretario General de la ONU, António Guterres, viajará a Líbano a finales de esta semana para realizar una visita de solidaridad con el país y su pueblo, según ha anunciado su portavoz.
Guterres se reunirá con dirigentes políticos libaneses. También se espera que viaje al sur del país para ver a la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU (UNIFIL) y expresar su apoyo y agradecimiento por el trabajo que han estado realizando en circunstancias muy difíciles.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, ha dicho que el Secretario General habló por teléfono el sábado con el nuevo presidente de Líbano, Joseph Aoun, para felicitarle por su elección.
Más tarde, en respuesta a la pregunta de un periodista, dijo que el Secretario General también ha acogido con satisfacción los informes sobre el nombramiento del nuevo primer ministro, Nawaf Salam.
«Creo que es otra señal de la trayectoria política positiva que hemos visto en Líbano en los últimos días con la elección finalmente de un presidente y ahora de un nuevo Gobierno», ha dicho.
Salam es el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la ONU. Lleva en el tribunal desde 2018 y fue elegido presidente el pasado febrero. Anteriormente, fue representante permanente del Líbano ante la ONU en Nueva York de 2007 a 2017.
Sesión informativa del coordinador especial
En relación con el Líbano, la coordinadora especial de la ONU para Líbano ha informado al Consejo de Seguridad sobre los avances positivos observados en las últimas semanas durante una reunión a puerta cerrada celebrada el lunes, según informó su oficina en un comunicado.
Jeanine Hennis-Plasschaert ha hablado junto con el jefe de Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix. La sesión informativa formaba parte de las consultas a puerta cerrada propuestas por Francia y convocadas por Argelia en su calidad de Presidente de turno del Consejo de Seguridad.
Hennis-Plasschaert se ha congratulado de la elección, el 9 de enero, del nuevo presidente y ha expresado su esperanza de que constituya «el impulso que el Líbano necesita desesperadamente para reforzar sus instituciones y poner en marcha reformas fundamentales».
También ha destacado el fuerte descenso de la violencia tras la entrada en vigor del cese de hostilidades el 27 de noviembre.
Fin del conflicto
El acuerdo entre los gobiernos de Líbano e Israel se produjo después de más de un año de enfrentamientos entre militantes de Hezbolá y fuerzas israelíes, tras el inicio de la guerra en Gaza.
Ambas partes ya se habían enfrentado en 2006, y el Consejo adoptó en agosto la resolución 1701, que exige el cese de las hostilidades y el respeto de la «Línea Azul», patrullada por la ONU, que separa Líbano de Israel.
Hennis-Plasschaert ha informado al Consejo de que se estaban logrando algunos avances con respecto a la retirada de Israel del sur del Líbano y el redespliegue libanés en sus posiciones, aunque ha añadido que aún quedaba trabajo por hacer.
Etapa crítica
También ha subrayado que, transcurridos dos tercios del plazo de 60 días previsto en el acuerdo, «nos encontramos en la fase final y, por tanto, en la más crítica». Por ello, pidió a todas las partes que se aseguren de que «el reloj no se agota» sin un «entendimiento común y claro de dónde están las cosas, o de cómo gestionar las expectativas».
Paralelamente, y recordando que la inacción tras el conflicto de 2006 sólo había conducido a un nuevo ciclo de violencia y devastación, la coordinadora especial ha hecho hincapié en la necesidad de mirar también más allá de los 60 días, para iniciar los duros debates sobre «cómo se aplicará esta vez la resolución 1701 a ambos lados de la Línea Azul y, en Líbano, más allá de ambas orillas del río Litani».
Petición de ayuda
En cuanto a la situación humanitaria, Hennis-Plasschaert ha señalado el llamamiento urgente para el Líbano, que se ha ampliado para cubrir el período comprendido entre enero y marzo de 2025, necesita «un gran impulso» de apoyo.
Además, ha expresado su esperanza de que las recientes elecciones presidenciales permitan que los recursos para la recuperación y la reconstrucción «empiecen a llegar inmediatamente al Líbano».