Los meses de violencia llevan al deterioro de la crisis humanitaria en Haití

El desplazamiento se ha triplicado en los últimos meses mientras las pandillas siguen sacudiendo al país caribeño, con casi 600.000 personas huyendo de las agresiones de esas bandas

24 de Agosto de 2024
Actualizado el 25 de agosto
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Esta familia desplazada durante estos meses de violencia vive en una escuela inacabada en Puerto Príncipe, Haití. | Foto: UNOCHA/Giles Clarke
Esta familia desplazada durante estos meses de violencia vive en una escuela inacabada en Puerto Príncipe, Haití. | Foto: UNOCHA/Giles Clarke 

La ONU alertó recientemente de que la falta de fondos para la ayuda humanitaria y el aumento de las necesidades han puesto a millones de haitianos en riesgo de vulnerabilidad crónica. Para revertir la situación, será necesario que la comunidad internacional y los donantes aumenten la financiación de las operaciones de asistencia de las agencias de la ONU y las ONG. Así lo señala la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Los meses de violencia han llevado a un deterioro de la crisis humanitaria de Haití. El desplazamiento se ha triplicado en el último año mientras las pandillas siguen sacudiendo al país caribeño, con casi 600.000 personas huyendo de las agresiones de esas bandas.

Violencia y colapso de servicios

“La violencia indiscriminada de los grupos armados y el casi colapso de los servicios básicos han sumido a Haití en una crisis humanitaria sin precedentes desde 2010”, apunta OCHA, refiriéndose al devastador terremoto que azotó al país hace 14 años.

Tras el aumento vertiginoso de la situación de inseguridad en la capital, Puerto Príncipe, y en Artibonite, en el norte, en febrero, el número de personas desplazadas ha crecido en un 60%, según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La violencia sigue teniendo como blanco la infraestructura civil, y sólo el 24% de los hospitales sigue en funcionamiento. La inseguridad también ha dejado a 1,5 millones de niños sin acceso a la escuela y la mitad de las 578.000 personas desplazadas, que huyen desesperadamente de la capital en busca de seguridad, se han dirigido hacia el sur, donde la gran mayoría se aloja con familias de acogida ya de por sí vulnerables económicamente.

Los servicios sociales básicos, como la educación, la salud y el agua, la higiene y el saneamiento, ya insuficientes para satisfacer las necesidades de la población local, se han visto gravemente afectados.

Aumentan las deportaciones

Mientras tanto, continúan las repatriaciones forzosas de haitianos desde países de la región.

Las deportaciones de nacionales haitianos incluso aumentaron, en particular a partir de abril, cuando los incidentes de violencia alcanzaron su punto álgido. En los primeros siete meses del año, casi 100.000 personas fueron deportadas a Haití desde países de la región.

Los enfrentamientos violentos entre bandas y autoridades también han persistido, incluso después de la llegada a fines de junio de la Fuerza Multinacional de Apoyo a la Seguridad, que busca ayudar a la policía haitiana a abordar la crisis.

Hambre y desnutrición

“Esta ola de violencia continúa teniendo consecuencias humanitarias en las poblaciones de los barrios y localidades afectadas, pero también en áreas alejadas de la capital que se han convertido en tierras de acogida para cientos de miles de personas”, afirma la OCHA.

Se han documentado unos 300.000 casos de desnutrición y cinco millones de personascasi el 50% de la población de Haití, enfrentan una inseguridad alimentaria aguda, según un informe de principios de este año de un grupo de monitoreo global.

De acuerdo con OCHA, existe el temor de que el epicentro de la actual crisis humanitaria se desplace gradualmente a un número cada vez mayor de zonas que antes no estaban sujetas a la inseguridad.

Huracanes a la vista

Al mismo tiempo, se espera que la actual temporada de huracanes sea activa y pueda causar un empeoramiento de la vida de los haitianos.

Haití se prepara frente a tormentas importantes en los próximos meses, por lo que los recursos financiaeros adicionales son fundamentales para satisfacer las crecientes necesidades de la población haitiana afectada por esta crisis multidimensional. Y es que, sin fondos adicionales, estas crisis continuarán.

Las preocupaciones de que la inseguridad alimentaria seguirá extendiéndose abundan. Además, cientos de miles de niños sin escolarizar se enfrentarán al riesgo de ser reclutados por grupos armados y crecerán sin las habilidades necesarias para su futuro y supervivencia. También se estima que medio millón de niños vulnerables y víctimas de incidentes de protección se verán privados de servicios de salud mental y apoyo psicosocial.

La ayuda humanitaria sólo es parte de la solución

La Oficina de la ONU sostiene, no obstante, que aunque la asistencia humanitaria es un salvavidas para muchos, “es sólo una parte de la solución”. De este modo, “el gobierno y los actores políticos y de desarrollo deben trabajar juntos para encontrar soluciones duraderas a los desafíos estructurales de Haití”, subraya haciéndo eco de un llamamiento realizado el mes pasado por una misión conjunta de la ONU y la Unión Europea al país.

Ocho meses después del inicio del año, el Plan de Respuesta Humanitaria de Haití para 2024 ha recibido apenas un 33% de los 674 millones de dólares requeridos.

 

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