“Las Naciones Unidas alientan el diálogo entre todas las partes interesadas y acogen con satisfacción todos los esfuerzos e iniciativas genuinos, con la plena participación de Ucrania y la Federación de Rusia, que alivien el impacto de la guerra en la población civil y distiendan el conflicto”, ha afirmado Miroslav Jenča, subsecretario general para Europa del Departamento Político de la ONU.
También reiteró la postura del Secretario General de la ONU, António Guterres, de que “cualquier arreglo pacífico debe respetar la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania, en consonancia con la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y las resoluciones de la Asamblea General”.
Las palabras del subsecretario general para Europa del Departamento Político y de Consolidación de la Paz de la ONU se han escuchado en la sesión del Consejo de Seguridad con motivo del décimo aniversario de la resolución 2202, que refrendó los desaparecidos acuerdos de Minsk de 2015 firmados por los representantes del pacto de seguridad europeo, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Rusia, Ucrania y los líderes de los separatistas prorrusos en el este ocupado de Ucrania.
La resolución, adoptada por unanimidad, incluía como anexo un “paquete de medidas”, entre ellas un alto el fuego inmediato y completo en las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk, así como la retirada de todo el armamento pesado por ambas partes a distancias iguales para crear una zona de seguridad.
Un duro recordatorio
Jenča ha señalado que el aniversario sirve como un duro recordatorio de los esfuerzos diplomáticos realizados en el pasado para rebajar las tensiones y como una oportunidad para reflexionar sobre las consecuencias de no haber logrado forjar una paz a través de la diplomacia internacional.
Elogió a la Misión Especial de Observación de la OSCE por sus ocho años de trabajo de seguimiento de las violaciones del alto el fuego y de facilitación del diálogo, señalando que la experiencia ofrece lecciones clave para futuros esfuerzos diplomáticos.
“Los acuerdos de Minsk nos han enseñado que acordar un alto el fuego o la firma de un acuerdo por sí solos no garantizan un final duradero de la violencia”, ha dicho Jenča. “Garantizar que el conflicto no reaparezca y no se agrave requerirá una auténtica voluntad política y la comprensión de su complejidad multidimensional, para Ucrania y para la región”.
Unas 100.000 personas, sin calefacción por un ataque
Sobre el terreno, los trabajadores humanitarios han reportado ataques este lunes y el fin de semana que han matado y herido a civiles en toda Ucrania.
Según el portavoz del Secretario General, las autoridades locales informaron de que las comunidades de primera línea de las regiones de Dnipro, Donetsk, Jersón y Zaporiyia han sido las más afectadas.
Las autoridades también indicaron que el domingo resultó dañada una central térmica de Mykolaiv, en el sur del país. Se calcula que unos 100.000 personas, entre ellas niños, se quedaron sin calefacción al descender las temperaturas por debajo de cero.
Además, unos 760 edificios de viviendas, cerca de 70 escuelas y guarderías y 20 centros de salud se quedaron sin calefacción. Los servicios municipales están trabajando para restablecer los servicios.
Las organizaciones humanitarias han podido responder con rapidez en Zaporiyia y Mykolaiv, proporcionando ayuda de salud mental y apoyo psicosocial, kits de refugio de emergencia, alimentos, bebidas calientes y mantas.
Desde ayer, el operador de la red ucraniana, Ukrenergo, ha impuesto cortes de energía de emergencia en varias regiones debido a la última ronda de ataques.