La última jornada de la reunión ministerial de Valladolid, enmarcada entre las acciones de la Presidencia Española de la UE, congregó a los 27 responsables de las áreas de energía para debatir sobre la necesidad de reforzar la cadena de valor y garantizar la seguridad de suministro en el sector energético, así como los retos para alcanzar un mercado interior de energía integrado y digitalizado, porque crear un modelo económico sostenible es un “factor de éxito”, subrayaba al término de la reunión la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en presencia de la comisaria de Energía, Kadri Simson.
Simson, anunciaba por su parte que la Unión Europea propondrá a la cumbre de ministros de energía del G-20 que tendrá lugar, la próxima semana, en India, «un objetivo mundial para triplicar el ritmo global de despliegue de las energías renovables para 2030 de forma voluntaria y duplicar el ritmo de mejoras de la eficiencia energética en está década respecto a la anterior».
Ribera, admitió que los Estados tendrán que “ceder posiciones” para cerrar un acuerdo sobre el mercado eléctrico e insistió en que «conseguir industrias cero emisiones o asegurar el acceso a materias primas críticas son determinantes para la transformación, pues se traducen en precios asequibles y proyectos industriales modernos y eficientes”.
Para ello serán necesarias, dijo, “nuevas cualificaciones, inversiones en infraestructuras que permitan responder a las necesidades actuales, impulsar el almacenamiento, la circularidad y la segunda vida de las materias primas, y flexibilidad en la oferta y la demanda”.
