El tiempo de instrucción se le ha acabado al juez Peinado, que insiste en llevar a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, a juicio por el famoso máster de la Complutense. El período estipulado por la ley ha superado de hecho su plazo de instrucción legal de un año, que se cumplirá el próximo 22 de marzo. Sin embargo, el controvertido magistrado que dio curso a una querella de los ultras contra Moncloa, tiene previsto una testifical para el 16 de abril, cuando ya se habrá superado, con creces, ese límite. Ese día, el titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid tomará declaración al ministro de Justicia, Félix Bolaños, quien ayer aseguró haberse enterado de su citación por la prensa, lo cual significaría que Peinado aún no le ha informado tal como establece la ley de proceso penal. Sería una más en un procedimiento plagado de irregularidades.
Resulta cuando menos extraño que el juez Peinado vaya a quebrantar el plazo de investigación de un año sin haber ordenado todavía la prórroga de seis meses que contempla la ley. Más teniendo en cuenta que si no lo hace, toda la causa podría ser anulada por defecto de forma. De momento, y aunque no ha acumulado pruebas concluyentes de corrupción contra Begoña Gómez, Peinado ha acordado abrir una nueva pieza separada en la causa, esta vez contra Cristina Álvarez, asesora de Moncloa a la que investiga por haber realizado servicios privados para la primera dama, lo que a juicio del instructor podría constituir un posible delito de malversación de caudales públicos. De esta manera, el magistrado abre una nueva vía en la investigación que sigue desde hace casi un año contra la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en la que ya ha puesto en el foco en el rescate a Air Europa, en los contratos del empresario Juan Carlos Barrabés y, más tarde, en el software de la Universidad Complutense de Madrid. Ahora, el magistrado ha decidido rastrear, por malversación, la contratación de la secretaria o asistente personal de Gómez. Esta obsesión por abrir nuevas líneas de procedimiento podría considerarse como una investigación prospectiva prohibida por la ley, tal como la Audiencia Provincial ya le ha dicho al magistrado de Plaza Castilla.
Ahora Peinado quiere saber si el ministro de la Presidencia, Justicia y de Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, estaba al tanto de que Cristina Álvarez le llevara la agenda privada y sus actividades económicas a la esposa de Sánchez. Al respecto de este interrogatorio, el juez precisa que si bien Bolaños actualmente ostenta el cargo de ministro, “los hechos por los que debe prestar su testimonio acontecieron cuando tenía la condición de secretario general de la Presidencia del Gobierno”. Por tanto, al no ser los hechos conocidos por razón de su cargo actual, de conformidad con lo establecido en los artículos 412 y 413 de la Lecrim, se llevará a cabo dicha diligencia en su despacho oficial.
Explica Peinado que la decisión de abrir esta pieza separada se basa en la declaración que prestaron en su día Cristina Álvarez y el exvicesecretario de Presidencia Alfredo González Gómez, la primera como investigada y el segundo como testigo. Ambos nombraron en sus comparecencias a Bolaños. En el caso de González Gómez, al ser preguntado por quién era su superior entonces.
El juez cuenta además, según indica en el auto, con el informe de la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno con, entre otros, la propuesta de nombramiento de Álvarez, las funciones encomendadas y lugar y condiciones de la prestación de servicios, remuneración recibida y aplicación presupuestaria.
Álvarez negó ante el juez haberse servido de ese cargo –que desempeña desde julio de 2018– en su beneficio o de terceros, y rechazó haber intervenido en gestiones relacionadas con la cátedra de la Universidad Complutense de Madrid que codirigió la mujer del presidente del Gobierno antes de su creación. Por su parte, el exvicesecretario general de la Presidencia del Gobierno indicó que no conocía a Álvarez y que no puede recordar quién le dio sus datos, ya que, en esa época, cuando el primer Gobierno de Pedro Sánchez echaba a andar, tramitó cerca de un centenar de nombramientos.
“Hemos tenido noticia, a través de los medios de comunicación de una posible citación como testigo al ministro. Estamos a la espera de recibirla y estudiar su contenido”. Asimismo, dejan claro que el responsable de Presidencia “responderá en su condición de testigo a cualquier cuestión que se le plantee”.