Feijóo no sabe cómo darle la puntilla a Sánchez

Tras la peor semana para el Gobierno (gran apagón y caos ferroviario), el líder gallego se enreda con la estrategia y con unos mensajes de wasap de Sánchez que no van a ninguna parte

14 de Mayo de 2025
Actualizado a las 17:34h
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Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso. Foto: Agustín Millán.
Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso. Foto: Agustín Millán.

La sesión de control al Gobierno se ha convertido en un monográfico sobre los mensajes de wasap entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. En el PP están convencidos de que, esta vez sí, el Ejecutivo va a implosionar por los desprecios del presidente a algunos de sus colaboradores y barones como Page, Lambán y Margarita Robles. Sin embargo, la convocatoria del “cónclave” del PP (así lo ha calificado el propio Feijóo en un error de cálculo de bulto, ya que los cónclaves solo se convocan cuando muere el papa), demuestra que en Génova no las tienen todas consigo. Los congresos extraordinarios se convocan en momentos de crisis y esa es la imagen que están transmitiendo los populares: la de una fuerza política lastrada por graves problemas como la gestión infame de la dana en Valencia (Carlos Mazón sigue sin dimitir), el runrún de Ayuso y las sospechas sobre la falta de liderazgo del gallego. Si a todo esto unimos que la estrategia de deshumanización de Sánchez, hasta convertirlo en un autócrata dictador, no ha funcionado, y que el partido sigue sin despegar en las encuestas (mientras Vox avanza), no extraña que en Génova se vea aún muy lejos la mayoría absoluta.

En medio de ese ambiente de 'precongreso' y de inestabilidad del PP llegaba Feijóo a la sesión de control al Gobierno de hoy. El jefe de la oposición ha asegurado que es “inaudito” que Sánchez, que presume de tener el Gobierno “más feminista de la historia”, luego califique como “maltratador” a Pablo Iglesias, que fue su vicepresidente del Gobierno. A su entender, “cualquier español” estará “muy decepcionado” al ver los “insultos” del presidente en sus mensajes con el exministro José Luis Ábalos. Y la verdad es que toda esa munición de Feijóo ha olido a pólvora húmeda e inservible. No ha podido sacar el as de bastos letal contra Sánchez, sencillamente porque en los wasaps interceptados por la UCO y filtrados a El Mundo no hay nada delictivo o mínimamente sospechoso de corrupción. Sorprendentemente, el día que se esperaba un Feijóo más descarnado y feroz, ha sido más timorato que nunca. No se le ve cómodo al gallego, que incluso se ha ruborizado cuando Félix Bolaños le ha afeado, con sentido del humor, que haya convocado un “cónclave” para elegir a su sucesor. “Cuidado con los cónclaves, que quien entra papa suele salir cardenal”, ironizaba Sánchez en su turno de réplica.

Para el presidente del Gobierno, la filtración de sus mensajes con el exministro José Luis Ábalos es “un delito”, mientras que el líder del PP le ha exigido su dimisión y que convoque elecciones. “Cómo se regodean con una filtración, esta sí, que es un delito”, ha apuntado Sánchez en su primera referencia pública al tema desde que El Mundo comenzara a publicar su serial.

Pese a todo, Feijóo ha vuelto a la carga con el asunto del rescate de la compañía Air Europa, que hasta ahora ni siquiera estaba judicializado (a partir de esta semana sí, después de que el juez Peinado, en rebeldía con la Audiencia Provincial, haya decidido tirar para adelante con un sumario en el que nadie, ni la UCO, ni la Fiscalía, ni la propia Comisión de la Competencia, han visto nada raro). “Usted no era el uno que pasaba por allí, era el uno que estaba al tanto de todo, por eso lo sabía y lo tapó, porque participó”, asegura Feijóo, al tiempo que ha pedido su dimisión con un: “Váyase, convoque elecciones”. En realidad, no hay nada hasta la fecha que implique a Sánchez en ningún affaire turbio, pero el líder del PP insiste en ese camino que lleva a ninguna parte. El gallego no parece ser un maestro de la estrategia precisamente, ya que cuando más acorralado parecía el Gobierno por el gran apagón y el caos ferroviario ha decidido cambiar el tiro y abrir otro frente de resultado incierto como es el rescate de la aerolínea. No era necesario, y la táctica no ha hecho más que darle un balón de oxígeno a Moncloa.

Aunque el enunciado de la pregunta del líder de la oposición era “¿Cree que un Gobierno colapsado sirve a los españoles?”, Feijóo ha comenzado su intervención parlamentaria refiriéndose a la publicación de El Mundo y ha afirmado que le daba una oportunidad a Sánchez de dar “la cara ante los españoles”, decir “la verdad” y actuar “con la dignidad” que se merece España, según Europa Press. 

La sensación que queda es que Feijóo va dando palos de ciego, un tótum revolutum de oposición, y que cada vez que tiene a la presa en la mano, esta se le escapa entre los dedos. Sánchez, a su vez, le ha respondido refiriéndose a la “escandalera” que montó el PP con “una filtración absolutamente inexistente” refiriéndose, sin citarlo, a la investigación abierta al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la filtración a la prensa de un correo de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

“Tanto esfuerzo en borrar el móvil del fiscal general del estado y lo que también había que haber borrado era el móvil del señor Ábalos”, bromeó Feijóo, un chiste ingenioso pero con escaso rédito político. En resumen, el jefe de la oposición no sabe cómo hincarle el diente al morlaco sanchista.

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