Al juez Peinado se le cae el caso de las manos: no encuentra indicios de enriquecimiento ilícito contra Begoña Gómez

Sin pruebas de incremento patrimonial injustificado de la esposa del presidente del Gobierno no hay causa

09 de Diciembre de 2024
Actualizado el 10 de diciembre
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El juez Peinado, que investiga a Begoña Gómez, en una imagen de archivo. Foto: La Sexta
Peinado en una imagen de archivo. Foto: La Sexta

El juez Peinado se encuentra ante el momento crucial en su investigación prospectiva contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno. Toda su indagación depende de que pueda encontrar indicios de enriquecimiento personal en las cuentas de la primera dama. Y hasta el momento, y van ocho meses de instrucción, no ha encontrado el pelotazo letal que le dé el argumento jurídico definitivo para acusarla de incremento patrimonial injustificado o ilícito, es decir, de corrupción. El magistrado está dándole vueltas al sumario, al tráfico de influencias, al famoso máster de la Complutense, a la apropiación del misterioso software que en realidad era una aplicación telemática gratuita y de uso público, al supuesto intrusismo laboral de la inquilina de Moncloa. Pero todo eso no son más que fuegos artificiales, vagas coartadas para seguir manteniendo vivo el expediente (desgastando al Gobierno y haciéndole el juego sucio al PP) y él lo sabe.

Peinado es perfectamente consciente de que si no encuentra dinero negro procedente de actividades ilícitas, y lo encuentra ya, no hay nada que hacer con Gómez ni contra Pedro Sánchez. Hasta el momento, el instructor no ha podido pasar de una línea en la que parece bloqueado: las once supuestas cuentas a nombre de la pareja del premier con un saldo acumulado de 40,10 euros (una de ellas tan solo registra 15 céntimos). Pobre bagaje penal para llevar a la esposa del líder socialista a juicio. A este respecto, El Plural publica: “El juez Juan Carlos Peinado ha sufrido un doble revés judicial en su intento de investigar a Begoña Gómez. Las pruebas obtenidas hasta ahora, como el estado de sus cuentas bancarias y el proceso de su contratación en el Instituto de Empresa, desmienten las acusaciones de trato de favor, respaldadas incluso por testimonios de antiguos dirigentes del PP”. “Así, a las resoluciones favorables de la Unidad Central Operativa (UCO) y otros organismos se suman nuevas declaraciones y/o conclusiones en favor de Gómez. En este sentido, en las últimas horas se ha arrojado más luz sobre lo relativo a la esposa del presidente del Gobierno en relación con sus cuentas bancarias y su contratación en el Instituto de la Empresa (IE). Respecto de lo primero, el titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ha tenido acceso a la relación de cuentas bancarias de Begoña Gómez después de solicitarla hace unas semanas a través del sistema que conecta los juzgados con distintas administraciones y entidades, el Punto Neutro Judicial”.

De momento, el juzgado número 41 de Madrid, cuyo titular es Peinado, ha añadido dos tomos nuevos de documentación a disposición de las partes en la causa que indaga alrededor de la actividad profesional de Gómez y si esta recibió algún trato de favor como asegura Vox y el pseudosindicato de ultraderecha Manos Limpias. “Por el momento, todas las personas que contaron con sus servicios tanto en el Instituto de Empresa como en la Complutense –donde lideró dos másteres– lo han negado”, añade El Plural.

Sin dinero negro producto de comisiones o mordidas no hay corrupción, eso lo sabe cualquier lego en Derecho, también el juez Peinado, a quien numerosos juristas, entre ellos el prestigioso catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, acusan de haber ido demasiado lejos en la instrucción. Desde ese punto de vista, podría decirse que el procedimiento ha embarrancado. El grueso, lo gordo de un caso que pueda ser suficiente como para procesar a Gómez, derrocando a todo un Gobierno, no aparece por ningún lado, de ahí que al magistrado solo le queden las migajas, los flecos o asuntos menores de un asunto que todo lo más le darían al tribunal superior al de instrucción para dictar una sentencia menor, casi testimonial. Ese final, que parece cada vez más cerca, podría dejar en nada, en puro humo judicial, el caso Begoña Gómez. De esta manera, meses de instrucción, cientos de titulares falsos y bulos en redes sociales, quedarán en un asunto diluido, descafeinado, en papel mojado. A este respecto, Ernesto Carratalá escribe en Diario16: “Huele a puchero enfermo. Son demasiados testimonios los que indican la inexistencia de actuación irregular pero el juez no quiere oír hablar del archivo de la causa. Ha encontrado la gallina de los huevos de oro antes de jubilarse. Tiene dos años por delante para ir desgastando, de esta manera, al gobierno progresista utilizando la estrategia que mas duele: la de los familiares del presidente”.

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