Los sindicatos de Justicia ya han dado la bienvenida al superministro Félix Bolaños, que aún no ha aterrizado y ya se ha encontrado con la plantilla en su contra. Los funcionarios le han advertido al titular del departamento que la huelga “sigue vigente”, y le han pedido la inmediata convocatoria de la mesa de negociación.
En un comunicado, Comisiones Obreras explica que los trabajadores de Justicia han protagonizado en los últimos meses “un enconado conflicto laboral motivado por la falta de reconocimiento profesional y retributivo de su trabajo en los juzgados, tribunales, fiscalías y servicios no jurisdiccionales de esta Administración”. No solo Comisiones tienen el hacha de guerra desenterrada, los demás sindicatos están en la misma sintonía de recibimiento hostil.
“El conflicto ha estado activo desde hace más de un año porque se negó a los sindicatos el derecho a la negociación colectiva del proyecto de ley orgánica de Eficiencia Organizativa del Servicio Público de Justicia”, añaden las fuentes. La cuestión es que Pilar Llop, antecesora de Bolaños en el cargo, ha dejado “deberes pendientes” en la cartera de Justicia.
CCOO relata que el 17 de abril se convocaron movilizaciones que se incrementaron hasta la huelga general que se desarrolló entre el mes de mayo y la celebración de las últimas elecciones generales. “La espita definitiva de este profundo descontento del personal de la Administración de Justicia fue la subida retributiva pactada para el cuerpo de Letrados y Letradas de la Administración de Justicia con sus asociaciones profesionales y al margen de las organizaciones sindicales que son sus únicas representantes legales”, agrega el comunicado.
Comisiones asegura que “con posterioridad se acordó también un incremento salarial a jueces y fiscales mientras se seguían dejando desatendidas las reivindicaciones de los cuerpos generales y especiales de la Administración de Justicia”. CCOO traslada al nuevo ministro que se dejó al resto de trabajadores de la Administración de Justicia “fuera de las mejoras salariales que sí se han reconocido a los estamentos superiores y más privilegiados” y espera en esta nueva etapa “un cambio radical de actitud”.
El sindicato advierte de que “la huelga se interrumpió respetando el período electoral pero el conflicto no ha terminado ni terminará hasta que no se atiendan las demandas de un tratamiento en materia retributiva equivalente al acordado con las asociaciones profesionales de letrados de la Administración de Justicia, jueces y fiscales”.
En concreto reclama incrementos equiparables a los del resto de cuerpos y categorías profesionales, negociar las normas que vayan a afectar a las condiciones de trabajo de los trabajantes de Justicia, el cumplimiento de la Ley Orgánica del Poder Judicial en lo referente a la carrera profesional y la eliminación al alza de las diferencias retributivas derivadas de los llamados grupos de población.
Junto a estas reivindicaciones que llevaron a la convocatoria de huelga CCOO, exige al nuevo ministro de Justicia “el cumplimiento de los acuerdos pactados en la Mesa Sectorial de Negociación en materia de teletrabajo, promoción interna y movilidad voluntaria, así como la aprobación negociada y sin demora de los planes de igualdad en la Administración de Justicia”.