El Partido Popular ha tendido la mano al Gobierno para pactar la renovación parcial del Tribunal Constitucional (TC) prevista para antes de que acabe el año, pero ha puesto una condición clara: que Cándido Conde Pumpido, actual presidente de la institución, no continúe en el cargo.
En una rueda de prensa en la sede nacional del PP, la portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, aseguró que su partido “siempre ha cumplido los plazos” en lo que respecta a la renovación de órganos institucionales, y dejó la puerta abierta a negociar con el PSOE los relevos que corresponden al Senado. Hay que recordar que debe ser la Cámara Alta la que acometa estas renovaciones y que el PP tiene mayoría absoluta.
“Vamos a ver cuál es el planteamiento que trae el señor Conde Pumpido, que es lo primero que tenemos que ver”, afirmó Muñoz. Sin embargo, advirtió que el PP no aceptará que el magistrado siga al frente del Constitucional: “Lo que no va a hacer el Partido Popular es permitir que el señor Conde Pumpido siga. Si la idea del Gobierno es parapetarle en el Tribunal Constitucional, que no cuenten con nosotros”.
Renovación clave
La renovación afecta a cuatro miembros del TC, incluido su presidente, y se enmarca en el reparto habitual que corresponde a las distintas instituciones del Estado. En este caso, es el Senado el que debe designar a los magistrados antes de que finalice 2025.
El mandato de Conde Pumpido, nombrado presidente en enero de 2023, ha estado marcado por la tensión política y por la judicialización de asuntos de enorme trascendencia, desde la aplicación de la ley de amnistía hasta la interpretación de derechos fundamentales. Su continuidad se ha convertido en una línea roja para el PP, que considera que el magistrado actúa como “un aliado del Gobierno” en cuestiones sensibles.
Las palabras de Ester Muñoz llegan en un momento en que el bloqueo institucional es uno de los principales reproches al sistema político español. La falta de acuerdo entre PP y PSOE mantiene al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en funciones desde hace más de cinco años.
En este caso, los populares insisten en que sí están dispuestos a cumplir los plazos de la renovación del TC, pero condicionan cualquier pacto a la salida de Conde Pumpido.
El PSOE no se pronuncia
Desde el Gobierno y el PSOE no ha habido, por ahora, una respuesta oficial a la advertencia del PP. Sin embargo, fuentes socialistas señaladas por Europa Press recuerdan que el nombramiento del presidente del Constitucional corresponde a los propios magistrados y no a los partidos políticos, lo que podría anticipar un nuevo choque de legitimidades.
La negociación, que deberá cerrarse antes de final de año, se presenta como una nueva prueba de la capacidad de diálogo entre los dos grandes partidos en un escenario político dominado por la desconfianza mutua.