Venezuela vive momentos de máxima tensión a pocas horas para la toma de posesión de Nicolás Maduro. La oposición está movilizándose y se teme un estallido de violencia entre grupos progubernamentales y disidentes. Sobre la mesa sigue muy candente el resultado de las pasadas elecciones, de dudosa legalidad. A día de hoy, Maduro aún no ha publicado las actas del escrutinio, lo que ha provocado el rechazo de la mayor parte de la comunidad internacional.
A ese escenario se une la noticia de la extraña detención, en las últimas horas, de María Corina Machado, una de las dirigentes opositoras, un suceso aún no aclarado. Poco después de su supuesto arresto a manos de agentes chavistas, Machado reapareció para contar que se encontraba otra vez en libertad y a salvo. Fuentes próximas a sus seguidores aseguraron que "fue violentamente interceptada a su salida de la concentración en Chacao" y que "efectivos del régimen dispararon contra las motos que la trasladaban".
Caracas es un polvorín a punto de estallar mientras que la derecha española, la clásica y la ultra, aprovecha el asunto venezolano para cargar de presión a Pedro Sánchez. La nutrida comunidad venezolana que vive en Madrid salió anoche a la calle para protestar contra Maduro, una movilización que por momentos hizo pensar que la capital de España era también la capital de Venezuela. Es evidente que esta masa humana fue agitada por Isabel Díaz Ayuso, que ha encontrado en el inmigrante del país sudamericano, anti Maduro y conservador, un nicho de voto para consolidar su poder. Ayuso sigue los pasos de Donald Trump, que ha revalidado un segundo mandato gracias al voto latino, los evangélicos fundamentalistas de Miami, cuyo poder económico los convierte ya en un lobby político. Ayuso ha visto en esa estrategia un arma letal para derrocar el sanchismo y no pasa un fin de semana sin que organice una fiesta popular para la oposición venezolana en Madrid, un festival musical o un concurso gastronómico con trasfondo ideológico antisocialista. Se trata de manipular y agitar las aguas para que el inmigrante que odia a Maduro termine identificando al dictador bolivariano con el presidente del Gobierno español, a quien el PP y Vox retratan como un peligroso autócrata dispuesto a terminar con los derechos y libertades en nuestro país. El plan no deja de ser maquiavélico, pero dará resultado más pronto que tarde. Miles de venezolanos gritando contra Sánchez y contra Maduro supone una bomba de relojería para la estabilidad del debilitado Gobierno de coalición. Todo ello cuenta, cómo no, con el beneplácito de Alberto Núñez Feijóo, que traga con todo lo que dispongan Ayuso y su fiel consejero MAR.
La prueba del experimento venezolano impulsado por Génova 13 la vimos anoche, cuando cientos de personas se congregaron en la Puerta del Sol de Madrid para mostrar su apoyo a la oposición venezolana, reivindicar la victoria de Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales del 28 de julio y mostrarse en contra de un nuevo mandato de Nicolás Maduro, informa La Sexta. Una manifestación que ha contado con el apoyo de figuras como el cantante Carlos Baute, venezolano residente en España, pero especialmente de figuras políticas del Partido Popular y Vox. En la congregación se ha visto a Isabel Díaz Ayuso, Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijóo, Santiago Abascal o José María Aznar.
Con gritos de "Fuera Maduro, Edmundo presidente", "No al fraude", "Se ve, se siente, Edmundo presidente" y "Gloria al pueblo bravo" se inició la concentración que muchos asistentes secundaron con la cara pintada con los colores de la enseña nacional venezolana. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tomó en primer lugar la palabra ante los protestantes y pidió a Pedro Sánchez que esté "a la altura" para "precipitar la caída de Maduro ya": "Pido también al Gobierno aquí en España que esté a la altura y que haga lo mismo que otros presidentes, que esté a la altura, a la altura de esta gran nación que es España porque no se puede aguantar tanta traición, no se puede aguantar esto, y los hechos hablan por sí solos y en este momento hay que decidir o se está con la libertad o se está con la dictadura. pero sin excusas ni medias tintas".
Además, criticó a Pedro Sánchez por ser "bravo con los dictadores muertos mientras es cómplice de los dictadores vivos" y le ha emplazado a tomar una decisión "si se quiere realmente a Venezuela" para "precipitar la caída del régimen criminal de Maduro" porque "lo primero" debe ser la "libertad" y después "salir de la ruina". También tomó la palabra Alberto Núñez Feijóo, que exigió que sea González Urrutia el que tome posesión del poder en Venezuela: "El presidente legítimo, Edmundo González, debe tomar posesión mañana porque así ha quedado acreditado en las urnas. Cualquier otro escenario es un golpe de estado, usurpación del poder y fraude".
El líder popular cargó las tintas contra el Gobierno y Pedro Sánchez: "El verdadero compromiso con la democracia y contra la dictadura se hace contra los dictadores vivos. No hay ningún miembro del Gobierno aquí. Repudiamos la complicidad de los aliados y del Gobierno. Lo lamento como español y como político".
Por último, Feijóo también incluyó en sus ataques a José Luis Rodríguez Zapatero: "Mariano Rajoy, Felipe González o Aznar están aquí y apoyan a Edmundo González. Faltan Zapatero y Sánchez. De los cinco presidentes que ha tenido España, tenemos la mayoría absoluta a favor. Aznar, Felipe y Rajoy, no os preocupéis. Lucharemos por estas mayorías".