La vendetta entre jueces que salpica al hermano de Pedro Sánchez

En la querella de Hazte Oír se asegura que existe una conversación entre Díez y Sáenz de Tejada en la que "ambos maniobran para obtener y divulgar informaciones"

21 de Junio de 2025
Actualizado a las 8:42h
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Pedro Sánchez en una imagen de archivo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto de la Fundación Cotec celebrado este lunes en Madrid 

Ninguno de los actores de esta historia es de fiar. Leire Díez, exmilitante del PSOE a la que acusan de intentar influir en la causa contra David Sánchez, el hermano del presidente, su interlocutor, Luis Sáenz de Tejada, exjuez, expulsado de la carrera al haber sido condenado por violencia de género, Emilio García Cancho, titular del juzgado número 2 que ha abierto un sumario para investigarlos y al que Sáenz de Tejada acusó de corrupción junto a Beatriz Biedma, la jueza que ha mandado al banquillo a Sánchez, y en medio de todos ellos, la exmujer de Sáenz de Tejada, también jueza en Badajoz, víctima del maltrato psicológico de su exmarido que le costó dos años y 9 meses de prisión. Sólo esta última está al margen de lo que se parece más a un ajuste de cuentas entre jueces destinados en Badajoz. Sáenz de Tejada, que fue titular de lo penal número tres de Ciudad Real, acusa a sus excompañeros de corrupción. Y uno de ellos le ha respondido contundentemente admitiendo a trámite la denuncia presentada por la ultraderechista Hazte Oír en la que acusa a Leire Díez y Sáenz de Tejada de “sabotear” la causa contra el hermano de Sánchez y de cometer los presuntos delitos de revelación de secretos, estafa procesal, cohecho y tráfico de influencias. La asociación se basa, como no podía ser de otra manera, en unas conversaciones entre ambos y varias publicaciones del digital ultraconservador Libertad Digital en las que se asegura que ambos investigados maniobraron con el fin de “obtener y divulgar informaciones dirigidas a desprestigiar a los profesionales que intervienen en las distintas causas judiciales que afectan al PSOE”.

Otra denuncia más basada en informaciones no contrastadas para abrir una causa penal, tal y como ocurre en el caso Begoña Gómez. Lo que sucede, en esta ocasión, es que los actores judiciales de esta vergonzante historia se conocen entre ellos y ninguno es de fiar, al menos por la historia en la que se encuentran implicados. Los expertos jurídicos califican de chapuza la instrucción de Beatriz Biedma. La jueza tiene en su haber un serio correctivo del Tribunal Constitucional por negar el habeas corpus a un detenido que, según la corte de garantías, sufrió malos tratos policiales. El ponente, Antonio Narváez, acusa a la magistrada de “no cumplir debidamente con la función garantista de controlar la detención policial”.

Emilio García Cancho, juez número 2 y decano de los jueces de Badajoz, es el que más archivos decreta, según fuentes conocedoras del funcionamiento de los juzgados de instrucción de la capital pacense, que indican que la causa contra el hermano de Pedro Sánchez tenía que recaer en un juzgado sin visos de connotaciones políticas, y el magistrado está señalado por varios ciudadanos como afín a Vox. Fue sorprendido en el aeropuerto de Barajas pidiendo un selfi a Santiago Abascal y deseándole "buena suerte". Aquel episodio, que el líder de Vox compartió en sus redes sociales, provocó una campaña de recogida de firmas en Change.org para pedir que el Consejo General del Poder Judicial le abra un expediente informativo por vulnerar la neutralidad política de los jueces. Hasta la fecha, el CGPJ no se ha pronunciado. Según cuentan en medios jurídicos extremeños, el decano ha sido el promotor en la zona de la protesta contra la reforma legislativa emprendida por el gobierno, y el que se encargó, en la concentración que se llevó a cabo durante los diez minutos de paro, de recabar el apoyo a la jueza Biedma por las críticas que ha recibido en la instrucción a David Sánchez y al líder regional del PSOE, Miguel Ángel Gallardo.

Sobre Leire Díaz poco más que añadir a lo que ya se ha contado. Ha tenido que entregar el carné del PSOE por la publicación de unas conversaciones con el empresario Javier Pérez Dolset en las cuales presuntamente intentan convencer a un investigado por la Guardia Civil de que les pasara información comprometedora contra el teniente coronel Antonio Balas, jefe del Departamento de Investigación Económica y Anticorrupción de la UCO y encargado de las pesquisas de cuatro casos que afectan al gobierno y al PSOE, entre ellas la causa en la que se investiga la supuesta contratación irregular de David Sánchez en la diputación de Badajoz. En la querella de Hazte Oír se asegura que existe una conversación entre Díez y Sáenz de Tejada en la que “ambos maniobran para obtener y divulgar informaciones dirigidas a desprestigiar a profesionales en las distintas causas judiciales que afectan al PSOE”.

El exjuez manifiesta que esa conversación está manipulada y que lo que dice, en realidad, es que estaba explicando su personación fallida en la instrucción abierta por Biedma para recusarla “alegando enemistad manifiesta”. Su acusación fue rechazada y, por supuesto, la recusación contra la jueza. Sáenz de Tejada, alega, además, que la conversación tiene que ver con una denuncia que presentó en 2024 ante la fiscalía por corrupción contra Biedma y García Cancho. El ahora abogado dice que hará público el contenido completo del chat si sus interlocutores, los empresarios Dolset y Joaquín Parra, expresidente del Badajoz Futbol Club, también investigado en el fraude de hidrocarburos que instruye la Audiencia Nacional, se lo autorizan. El problema es que Sáenz de Tejada merece escasa credibilidad en medios jurídicos. Defiende al exjuez de Talavera de la Reina, Fernando Presencia, condenado por prevaricación. Desde la cárcel, Presencia difunde multitud de bulos acusando a sus enemigos de la judicatura de corruptos con el visto bueno de Sáenz de Tejada.

Como se puede comprobar, los protagonistas de esta historia merecen escasa credibilidad, un juez afín a Vox, una instructora acusada de parcialidad, una fontanera socialista por libre que se dedica a desprestigiar a las autoridades utilizando cualquier medio, y un exmagistrado condenado por violencia de género que actúa contra sus compañeros en lo que tiene todas las trazas de ser una venganza. Y todo ello con la complicidad de Hazte Oír, esa asociación vinculada a la extrema derecha que parece dispuesta a cargarse como sea a la izquierda de este país. Está claro que el asunto huele muy mal. Veremos en lo que acaba.

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