Vox impone el 'apartheid' en Valencia: Mazón da luz verde a los "vuelos de la vergüenza"

El partido ultra consigue implantar sus políticas xenófobas y de recortes para desmantelar el Estado de bienestar

06 de Mayo de 2025
Actualizado el 07 de mayo
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Vox ha impuesto su programa político en la Comunidad Valenciana.
Vox ha impuesto su programa político en la Comunidad Valenciana.

En Valencia ya gobierna Vox. Carlos Mazón ha tragado con todas las exigencias del partido ultraderechista y eso se nota en el día a día de la política valenciana. Nada queda a salvo de ese entreguismo a los “toreros”, que así se conoce ya al grupo de diputados adscritos a la formación de Santiago Abascal.

La última vuelta tuerca tiene que ver, cómo no, con la inmigración, auténtica obsesión y caballo de batalla de los ultras. Según informa el diario Levante-Emv, “es el tema migratorio y de cooperación internacional el que más recorte sufriría en caso de que las enmiendas de Vox recibieran el visto bueno del PP”. En total, 22 millones de euros de los 73 previstos, un 30 por ciento, “en programas dedicados a ayuda humanitaria o proyectos en el exterior a los que la formación ultra pide dar un nuevo destino: desde el impulso exterior a empresas hasta programas de apoyo a la dana o a mujeres embarazadas”.

Sin embargo, entre todas las medidas de corte xenófobo hay una que llama la atención por su crudeza y que supone, sin duda, la instauración de una especie de régimen de apartheid a la valenciana. Se trata de una partida de 5,5 millones que se gastarían en el “fomento del regreso de ex menores tutelados a su continente de origen” y que salen precisamente de ayudas a jóvenes en otros países. De ese fondo siniestro sale un dinero para que la Generalitat Valencia. en manos de los nostálgicos posfranquistas, puedan “gestionar vuelos de deportación”. La idea parece calcada a otras iniciativas que ya ha puesto en marcha el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Vuelos en caliente, traslados de inmigrantes a prisiones de máxima seguridad e incluso ofrecimiento de un talón de mil dólares a cada extranjero a cambio de que se autodeporten son medidas que ya ha adoptado la Casa Blanca en las últimas semanas. Y Mazón no dudaría en implantarlas también en Valencia si Abascal se lo exige a cambio de seguir manteniendo la coalición de Gobierno PP-Vox.

“Es la plasmación presupuestaria del ideario ultra de los voxistas en una materia sensible como es la migración y sobre la que tiene las competencias el Gobierno central y, en concreto, el Ministerio de Interior”, asegura Levante-Emv. Y es cierto. Ya es una realidad que puedan salir aviones del aeropuerto de Manises rumbo a los países africanos de origen de los inmigrantes deportados. El apartheid está en marcha.

Los recortes para hacer realidad el programa de Vox afectan a temas como ayuda humanitaria ante catástrofes internacionales o a los “consorcios de cooperación”, una figura creada por el actual Consell. “Pero también cambia la letra de los convenios, adoptando las tesis de la extrema derecha. Uno de ellos, de hecho, afectaría al convenio programa con las Naciones Unides al que le pide actuaciones para fomentar las oportunidades de los jóvenes en Mauritania y Senegal impulsando la vuelta a su continente de origen a los extranjeros residentes”.

Dentro de la “batalla cultural” lanzada por Vox vía presupuestos tiene su propio escalón los sindicatos. Estos también sufren recortes respecto al presupuesto planteado inicialmente por el Consell. En concreto, y según las enmiendas a las que ha tenido acceso este periódico, son 420.000 euros (210.000 cada uno) “que perderían tanto UGT PV como CCOO PV, un 30 por ciento de lo que tenían previsto recibir en las cuentas por formación, planes de igualdad y representación institucional. Falta ver si este recorte afecta también a la patronal”, añade el diario valenciano.

Asimismo, Vox ha planteado seis modificaciones parciales para la Acadèmia Valenciana de la Llengua, un organismo recogido en el Estatut, impulsado en tiempos del gobierno de Eduardo Zaplana y en el que Vox no cree, que supondrían una reducción de 829.000 euros. Este recorte se sumaría a los 900.000 que ya realizó el Consell en su proyecto de cuentas, por lo que de aprobarse los recursos de esta institución pasarían de 3,8 millones a poco más de la mitad.

El recorte presupuestario en temas lingüísticos suma, además, otro medio millón de euros que iba destinado a la promoción del valenciano y que se pasaría a subvenciones a las asociaciones de padres y madres de alumnos. Asimismo, también plantea recortes de 100.000, 30.000 y 30.000 euros a la Fundació Full, la Fundació Bromera y la Fundació Max Aub, en total, 1.600.000 euros que irían a una línea de nueva creación de fomento de la lectura, así como una rebaja también de 15.000 euros tanto para la Federación de Muixerangues como la de Dolçainers i Tabalers que serían destinados al Museo de la Naranja. La conclusión de todas estas medidas es que en Valencia ya no gobierna el PP, sino Vox.

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