Ya va para dos años que Nadia Calviño fue nombrada ministra de Economía. Quiero recordar que en estas páginas la acogimos con la esperanza de que podía ser la mujer que desterrara definitivamente el entreguismo y la sumisión del Gobierno a los intereses de las clases dominantes. Sin embargo, su comportamiento y sus decisiones están demostrando que no es así, que no es más que el brazo ejecutor de las estrategias iniciadas por Luis de Guindos y la confidente gubernamental de Ana Patricia Botín.

Por no hablar de Iván Redondo, el asesor que no tuvo inconveniente en reunirse con los representantes del IBEX35 en una reunión fuera de agenda, de la que Diario16 tuvo conocimiento y publicó una noticia en el mes de enero de 2019 que no fue desmentida ni confirmada a este medio por Moncloa.

La elección de Cani Fernández como candidata a presidir la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) es un ejemplo más del continuismo con el PP que la señora Calviño está imponiendo en las políticas económicas y en el modo de regir la economía de este país, unos modelos que son absolutamente antitéticos con lo que debería aplicar un gobierno progresista, por más que les moleste a los gerifaltes del IBEX35. A lo mejor este anuncio ha tenido que ver con la publicación de hoy de Diario16 respecto a la inacción de la CNMV respecto a la ampliación de capital del Santander que, teóricamente, se utilizó para el Banco Popular.

La abogada Cani Fernández ha sido, durante muchos años, asesora de las grandes multinacionales y las grandes empresas, las representantes del capital más deshumanizado, en pleitos, precisamente, contra la CNMC. ¡Qué casualidad, que desgraciada casualidad! La letrada Fernández ha asesorado a corporaciones como Telefónica en la compra de Digital +, Enel y Endesa en su fusión, Acciona, Uber, Coca-Cola, Danone, Mediaset o Codorniu, etc. Por otro lado, esta actividad la desarrolló desde el despacho Cuatrecasas, uno de los grandes bufetes y en el que recaló Soraya Sáenz de Santamaría, por cierto, también recomendada en su momento por su amiga la presidenta del Santander.  

El error es de tal calibre que se hace imposible pensar que la elección no haya sido premeditada. La magnitud de este yerro sólo puede ser medida por la reacción de los partidos que, tradicionalmente, apoyan los intereses de las clases dominantes. Tanto el Partido Popular como Ciudadanos ya han mostrado su oposición porque «no da el perfil». ¿Es que no se han dado cuenta los dos neoliberales del gobierno de que no era ni el momento ni la persona adecuada? El PP utiliza esta situación para crear grietas internas en el Ejecutivo, sobre todo, por temor a que haya un mayor entendimiento del IBEX35, sobre todo el Banco Santander, con el gobierno. El Partido Popular podría llegar a pensar que Calviño le puede dar tanto al IBEX que considera que tendría un efecto negativo en el futuro ya que separaría los caminos del PP y del capital e, incluso, que éste llegara a prescindir del partido conservador. En consecuencia, temen que Calviño les dé a las clases dominantes todo lo que pidan y, claro, desde la derecha, tradicionalmente defensora de los intereses de los poderosos, eso no lo pueden permitir.  

Hace unas semanas ya escribí respecto a cómo la señora Calviño mantenía a representantes del PP en las presidencias de los principales organismos económicos del país: Pablo Hernández de Cos en el Banco de España, Sebastián Albella en la CNMV, Jaime Ponce en el FROB y José María Marín Quemada en la CNMC. Me alegra que lea Diario16, señora Calviño, y que ya haya iniciado la sustitución de estas personas que, en vez de gestionar la economía de España, se han dedicado a hacer oposición o a aprobar medidas que están haciendo un daño terrible como, por ejemplo, la reapertura del mercado bursátil a las operaciones en corto. Sin embargo, la elección de Cani Fernández es mantener el espíritu de Luis de Guindos vivo en los organismos económicos.

Esto no era lo esperable de un gobierno realmente progresista. La elección de la ex abogada de Cuatrecasas es absolutamente incoherente con lo que representa el actual Ejecutivo que, en teoría, debería gobernar para el pueblo y no para las élites. Sin embargo, éstas están tranquilas porque ya tienen a su contrapeso tanto en el Consejo de Ministros como en el círculo más cercano del presidente. De ahí que se haya elegido a una persona de «las suyas», no fuera que se escogiera a un hombre o una mujer de carácter claramente progresista que pusiera firmes a las grandes empresas en sus violaciones de las leyes de competencia.

Me extraña mucho que, por lo que sabemos, esta elección no haya tenido una respuesta contundente por parte de los ministros y ministras de Unidas Podemos, sobre todo del vicepresidente segundo Pablo Iglesias. El silencio es el peor modo de ser connivente con los abusos de los poderosos y usted llegó a la política para terminar con las injusticias de las élites, como haría un buen eurocomunista. ¿Cómo puede permitir, señor Pablo Iglesias, que se adopten este tipo de decisiones? El silencio también le convierte en cómplice de la perpetuación de la diabólica opresión financiera y económica. Lo mismo podría decir del señor Alberto Garzón, porque las decisiones que adopte la CNMC afectan directamente en su ministerio. ¿También va a permitir esto como permitió, por incomparecencia, la subida de los precios de los productos básicos durante los momentos más duros de la pandemia? Háganselo mirar. El poder es muy peligroso para los progresistas porque les acerca a las prebendas de las élites. Ejemplos hay tantos a lo largo de la historia que no me queda más que recordarles a todos los ministros y ministras de Unidas Podemos una frase de Antonio Gramsci: «El presente momento histórico es de una gravedad indecible, sus consecuencias pueden ser gravísimas, hagamos de tal modo que se resuelva el mayor número posible de las cuestiones dejadas irresueltas por el pasado y que la humanidad pueda volver a emprender su camino».

Extraña también que los miembros socialistas del gobierno no se hayan rebelado ante esta decisión porque un error de este tipo, con las graves consecuencias que conlleva, no es coherente con las palabras de Pablo Iglesias Posse que aparecen en el carné de militante del PSOE: «Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes».

Y usted, señor presidente, ¿es que no se da cuenta de que le están haciendo la cama desde dentro? ¿O es que se la están haciendo desde fuera? Las consecuencias de las políticas en manos de neoliberales las conocimos todos y todas durante la crisis del euro de 2012 donde se alcanzaron los niveles más elevados de pobreza estructural desde la posguerra mientras crecía de manera exponencial el número de millonarios. Fíjese bien en quien deposita su confianza, no vaya a tener que repetir las palabras de Julio César: «¿Tú también, hijo mío?».

Finalmente, señora Calviño, ¿a quién quiere confundir? Usted es una representante más del neoliberalismo más deshumanizado y está suponiendo un lastre para que el gobierno progresista pueda aplicar las medidas que, por coherencia con su ideología y su verdad, está obligado a implementar. Hasta ahora, la gran mayoría de las decisiones adoptadas son positivas, sobre todo teniendo en cuenta la gravedad de la crisis que ha provocado el Covid19. Sin embargo, usted, en medio de la crispación de la oposición y de la incertidumbre del pueblo respecto a lo que está por venir, no se le ocurre otra cosa que proponer, de la mano de Iván Redondo, tal y como publicamos en Diario16 hace unas horas, a una asesora del IBEX35, una representante de los lobbies jurídicos, para responsabilizarse del mercado de la competencia, en un momento en el que, por ejemplo, se prevén múltiples operaciones corporativas de fusión en la banca. ¿Acaso prevé que se pueda repetir otro caso Banco Popular en el que usted no ha hecho nada por las 305.000 familias arruinadas para salvar al Santander? Señora Calviño, recapacite y, si ve que no puede aceptar unas políticas progresistas basadas en la justicia social, dimita y vuelva a Europa. Será su mejor servicio al pueblo español y una desgracia para el IBEX35.

3 COMENTARIOS

  1. Nadia Calviño como ministra de economia no hizo nada por las ,mas de 1200.000 españoles robados del Banco popular por el gobiernmo del pp de Rajoy,esto demuestra que tanto ella como el actual gobierno son complices de dicho robo por callar,esto quiere decir que le deben a la otra ladrona la botina muchos favores,lo que demuestra que los españoles robados les importan una mierda,pero bueno no se dan cuente que la mierda son ellos mismos.

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