Cuantas más mujeres en un Gobierno, menos corrupción

Un informe de Transparencia Internacional revela que la igualdad de género es un buen antídoto para garantizar la limpieza de la democracia

20 de Junio de 2025
Actualizado a las 8:52h
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Manifestación en Madrid por los derechos de las mujeres y la igualdad. Foto Agustín Millán
Manifestación en Madrid por los derechos de las mujeres y la igualdad. Foto Agustín Millán

Un informe de Transparencia Internacional España revela que la mujer es un dique de contención contra la corrupción. Desde una perspectiva de género, algunos estudios han demostrado que, en promedio, los hombres son objeto de solicitudes de soborno con más frecuencia que las mujeres cuando están en contacto con funcionarios públicos.

Es imprescindible que toda política transversalice la perspectiva de género, para así atacar el impacto diferenciado que viven las mujeres por el hecho de serlo. En este sentido, la interseccionalidad también resulta imprescindible: existen multiplicidades de mujeres y por tanto multiplicidades de formas de ser mujer, de contextos y de oportunidades.

Si bien la igualdad entre mujeres y hombres es un imperativo legal y está establecida en las constituciones de muchos países del mundo y en sus legislaciones, la igualdad real o material sigue siendo un gran desafío. En este camino, las mujeres deben ser agentes de cambio para visibilizar la consonancia y vinculación de los objetivos de la lucha contra la corrupción y los de la igualdad de género.

El analista Víctor Lapuente también cree que allá donde hay más mujeres allí hay un Gobierno más limpio. Según Transparencia Internacional, muchas mujeres no conocen que disponen de ciertos derechos, por lo que, en ocasiones, se enfrentan a situaciones de soborno, sextorsión u otro tipo de actos de corrupción sin saber ni siquiera qué implican. La diversidad entre las mujeres debe necesariamente tenerse en cuenta y, en consecuencia, incluirse en las políticas públicas. Esto fortalecerá el principio de igualdad que, a su vez, reforzará el enfoque de género.

Las desigualdades de género socavan la capacidad de algunas personas para participar en los procesos de toma de decisiones, y a menudo las políticas públicas no prestan atención a las necesidades específicas de grupos vulnerables. Es por ello que es importante apoyar a las mujeres para que se involucren de manera activa y contribuyan al diseño de medidas anticorrupción.

“La corrupción perjudica a personas de todos los géneros de maneras diversas. Reduce la confianza en las instituciones y la confianza entre las personas, siendo ambos pilares fundamentales de la democracia y de una economía funcional”, asegura el informe. La evidencia, generalmente, muestra que el impacto de género de la corrupción está relacionado con los roles sociales de género, las desigualdades sociales y la discriminación. Por lo tanto, las desventajas de las mujeres en muchas áreas de la vida resultan en una mayor vulnerabilidad a la corrupción en comparación con los hombres, que disfrutan de más poder y protección, y un mejor acceso a estrategias compensatorias.

El impacto de la corrupción en las mujeres es más sencillo de comprender si distinguimos entre actos de corrupción directos e indirectos. Uno de los principales riesgos de corrupción que afecta principalmente a las mujeres y las niñas es la corrupción sexual. Según Lindberg y Stensöta (2018), la corrupción sexual implica usar el sexo y el cuerpo humano como moneda de cambio. “El papel de las mujeres en las sociedades tradicionales o patriarcales hace que interactúen con menos frecuencia que los hombres con las organizaciones públicas y privadas y que carezcan de conocimiento sobre sus derechos y protecciones”.

Sin embargo, existe una correlación entre grandes números de mujeres en organizaciones bajos niveles de corrupción. Concretamente, en áreas de gobierno y política, los estudios han demostrado que promover a las mujeres a puestos de toma de decisiones podría ayudar a disminuir la corrupción. Un estudio de Eggers, Vivyan y Wagner (2018) encontró que las mujeres en cargos públicos, especialmente políticos, son más reticentes a las malas conductas. Un aspecto importante para comprender los impactos de la corrupción es el fenómeno de la sextorsión. La extorsión sexual o sextorsión es una manifestación del abuso de poder para obtener un abuso sexual o ventaja (Asociación Internacional de Jueces Mujeres, IAWJ, 2012), y puede involucrar varios tipos de agresiones contra las mujeres, desde acoso sexual hasta sexo forzado (UNIFEM, 2008).

“Estas manifestaciones de violencia o agresión sexual no suelen pensarse como formas específicas de corrupción, y es necesario visibilizar que el impacto en las mujeres es mayor que en los hombres cuando la moneda de cambio es sexual”. Niveles más altos de participación de las mujeres en la vida pública están asociados con una mejor gobernanza e índices más bajos de corrupción en muchos países.

“Enfocarse en el empoderamiento de las mujeres debe ser una parte importante de la agenda anticorrupción, ya que ellas pueden ser agentes positivos para el cambio en la lucha contra este delito, y aprovechar las dimensiones de género en la lucha contra la corrupción puede conducir a sociedades más inclusivas. Es necesario más investigaciones para examinar las diferentes formas en que las personas sufren los efectos de la corrupción y cómo los programas que la combaten afectan a las mujeres y a los hombres”.

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