Las derechas patrias viven momentos de zozobra política a todos los niveles, ya sea en política nacional, autonómica e incluso local. Buen ejemplo de ello es el apoyo dado este lunes por la ultraderecha de Vox al ejecutivo en minoría de Carlos Mazón en la Generalitat para sacar adelante los Presupuestos autonómicos. A otro nivel, la dirección provincial del Partido Popular de Huelva ha decidido expulsar a los dos ediles que la formación mantenía en el Ayuntamiento de Almonte (24.000 habitantes y tres núcleos poblacionales: Almonte, El Rocío y Matalascañas), gobernado por Francisco Bella, un histórico dirigente ex socialista que ahora comanda el partido independiente Ilusiona y gobierna el municipio con mayoría absoluta tras las últimas municipales de 2023.
Con estas expulsiones, es la primera vez en la historia que Almonte se queda sin representación del PP en el consistorio municipal, después de que la dirección provincial del partido presionara a los dos ediles para que se plegaran a los dictámenes del equipo de gobierno de Bella. Nadie esconde a estas alturas las estrechas relaciones que mantienen el alcalde almonteño con la cúpula del PP de Huelva pese a haber sido hace ya décadas un referente del PSOE a nivel provincial.
Los dos ediles expulsados han asegurado que detrás de esta connivencia del regidor municipal con el presidente del PP onubense y diputado en la Cámara Autonómica se encuentra un pacto de colaboración firmado por ambos. Uno de los dos ediles expulsados, Jonathan Domínguez, ha denunciado “presiones” de la dirección provincial del partido para “forzar al grupo municipal del PP de Almonte a alinearse con los intereses del partido de Gobierno, Ilusiona”. El edil expulsado añade que “estas presiones han sido constantes y han tenido como objetivo doblegar la voluntad de los, hasta ahora, concejales populares almonteños a causa del pacto firmado a nivel provincial con Francisco Bella”. De esta forma, el PP afronta una situación hasta ahora inédita en el consistorio almonteño, ya que por primera vez se quedará sin representación en el Ayuntamiento.
“Moneda de cambio en una operación de poder”
Domínguez asegura que esta expulsión culmina un proceso de acercamiento claro y constante del regidor ex socialista con el PP provincial, acentuado en el último año, donde el PP de Huelva ha intentado “comerciar con los valores de los concejales almonteños”, utilizando los votos obtenidos por Miguel Ángel Jiménez, el hasta ahora máximo representante del PP en Almonte, en las últimas elecciones municipales “como moneda de cambio en una operación de poder” que, según Domínguez, “nada tiene que ver con los intereses reales de los ciudadanos de Almonte”.
Los concejales del PP expulsados denuncian presiones de la dirección provincial del partido, muy cercana al regidor ex socialista.
Domínguez añade que no está dispuesto “a ser la marioneta de una formación que jamás ha mostrado ningún tipo de apoyo ni de reconocimiento a la extraordinaria labor de oposición que nuestro grupo ha venido realizando”. “Muy al contrario”, denuncia el hasta ahora concejal popular, “lo único que hemos recibido por parte de la dirección provincial del Partido Popular, a cambio de nuestro trabajo y respeto a la línea política, han sido presiones, desprecio y zancadillas por no plegarnos a sus intereses”.
Los dos ediles expulsados han anunciado que mantendrán sus actas de concejales y ejercerán sus funciones como concejales no adscritos “con idéntica responsabilidad y compromiso y con la cabeza más alta si cabe, porque por encima de los presuntos ‘valores’ de un partido que se ha vendido en Almonte, están los valores éticos y morales que, como persona y como político, pienso seguir demostrando con trabajo y dedicación”.