Al líder popular, Alberto Núñez Feijóo se le ve el plumero desde el pasado 23 de julio y, casi un años después, revela una profunda desesperación y delirio por alcanzar Moncloa, el líder del Partido Popular ha adoptado tácticas propias de la extrema derecha, siguiendo los pasos del nuevo líder emergente, Alvise Pérez. A pesar de que la aritmética parlamentaria no es favorable a su partido, El presidente del PP persiste en su intento de convertirse en presidente del gobierno, demostrando hasta qué punto está dispuesto a llegar para conseguir su objetivo.
Feijóo copia las estrategia de los 'pódcast' ultras a Alvise
Desde su salto a la política estatal hace más de dos años, el equipo de Génova ha intentado transformar su estrategia comunicativa para llegar a un público más diverso, especialmente los jóvenes. Este jueves, Feijóo ha dado un paso más al publicar una entrevista en Worldcast, el canal del influencer Pedro Buerbaum, conocido por difundir teorías de la conspiración y ataques a la Agenda 2030, el feminismo y los migrantes.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, justificó esta decisión diciendo: “Hay una comunicación que es muy diferente en la sociedad actual y esa comunicación se lleva a cabo a través de nuevos actores. Y a eso responde la entrevista”. Por su parte, el portavoz del partido, Borja Sémper, destacó la “ambición renovada” del PP y el uso de “nuevos formatos” para conectar con el electorado joven.
Sin embargo, esta incursión en plataformas de ideología ultra no es simplemente una estrategia comunicativa, sino una muestra de la deriva preocupante del PP bajo el liderazgo de Feijóo.
La estrategia de emulación
El presidente del Partido Popular está, a todas luces, copiando la estrategia de Alvise Pérez, líder de SALF, que ha logrado tres escaños y más de 800.000 votos en las pasadas elecciones europeas gracias a su presencia en plataformas digitales de ideología conspiranoica. Sin embargo, esta táctica de emulación conlleva riesgos significativos. Mientras intenta adaptarse a estos nuevos formatos, Feijóo, conocido por su falta de espontaneidad, se encontrará, seguro, en situaciones comprometidas.
Participar en plataformas vinculadas a la ultraderecha no solo intenta captar a sus audiencias, sino que también legitima estos medios. Al mismo tiempo que intenta atraer votantes a sus filas, genera que también los votantes del PP empiecen a consumir estos contenidos y a radicalizarse. Feijóo ignora que al intentar ganar terreno entre los votantes más jóvenes y radicales, podría estar perdiendo la confianza de su base tradicional, que siempre ha valorado la estabilidad y la moderación.
Este enfoque no solo refleja una estrategia electoral desesperada, sino también una falta de visión a largo plazo. Feijóo está más preocupado por los titulares inmediatos y la popularidad en las redes sociales que por construir una plataforma política sólida y coherente. Al alinearse con figuras y discursos extremistas, corre el riesgo de fragmentar aún más el panorama político español y de alienar a los votantes moderados que buscan una alternativa sensata a la polarización.
La hipocresía de Feijóo y el deterioro de la imagen del PP
La hipocresía del líder del Partido Popular es palpable. Pretende ser el líder de una oposición responsable, pero en realidad, está adoptando tácticas de la ultraderecha que solo sirven para desestabilizar y polarizar aún más a la sociedad. Esta falta de coherencia demuestra una profunda crisis de liderazgo dentro del Partido Popular. Feijóo está dispuesto a sacrificar la integridad y los valores tradicionales de su partido por un puñado de votos, evidenciando una carencia total de ética política.
El líder de la oposición parece estar jugando un juego peligroso al coquetear con discursos extremistas y teorías de la conspiración. En lugar de ofrecer un liderazgo fuerte y centrado, que aborde los verdaderos problemas de España, opta por el sensacionalismo y la confrontación.
El intento de Feijóo de reinventarse como un líder moderno y cercano a los jóvenes, a través de plataformas digitales y pódcast ultra, no es más que un espejismo mediático que oculta la falta de sustancia y de un proyecto político real. En lugar de aportar soluciones concretas a los problemas de España, Feijóo opta por el sensacionalismo y la polarización, elementos que solo contribuyen a aumentar la división y la inestabilidad.
Una estrategia que evidencia desesperación
La reciente incursión de Feijóo en los pódcast ultra y su intento de emular a Alvise Pérez reflejan una desesperada búsqueda de relevancia y una evidente crisis de identidad dentro del Partido Popular. Mientras persiste en su objetivo de alcanzar Moncloa, Feijóo parece dispuesto a sacrificar la coherencia y la moderación que alguna vez caracterizaron a su partido, en favor de tácticas que coquetean con la. La legitimación de discursos extremistas y la radicalización del electorado son riesgos que Feijóo parece estar dispuesto a correr, a pesar de las posibles repercusiones para la democracia y el tejido social del país. En su carrera hacia Moncloa, Feijóo está dejando tras de sí un rastro de oportunismo y desesperación, señales claras de un líder que ha perdido el rumbo y que, en su afán por el poder, está dispuesto a llevar al Partido Popular a terrenos peligrosos y desconocidos.