La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha instado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a extender su homenaje a las víctimas del nazismo a las del franquismo. Esta petición surge a raíz de los recientes comentarios de Ayuso en su visita al campo de concentración y exterminio de Auschwitz, donde reflexionó sobre los crímenes contra la humanidad.
La ARMH ha solicitado específicamente la instalación de una placa en el edificio de la presidencia de la Comunidad de Madrid, que durante la dictadura franquista albergó la sede de la Dirección General de Seguridad. Este lugar es significativo por su historia de detenciones ilegales, torturas y maltratos a una variedad de personas, incluyendo estudiantes, militantes de partidos clandestinos, homosexuales y disidentes políticos y morales.
La asociación enfatiza que el reconocimiento de estos hechos es crucial para recordar el daño y el terror que la dictadura franquista infligió a la sociedad española. Subrayan la importancia de reconocer públicamente estos actos como parte de la historia de España y como un recordatorio de los peligros de la represión y la negación de la diversidad.
Emilio Silva, presidente de la ARMH, ha declarado que si el viaje de Ayuso a Auschwitz no fue simplemente una acción oportunista, entonces tiene el deber moral de reconocer a las víctimas del franquismo. Silva resalta que es esencial recordar que los crímenes contra la humanidad no solo ocurrieron en lugares lejanos como Auschwitz, sino también en el mismo edificio donde Ayuso ejerce sus funciones.
La ARMH argumenta que este reconocimiento es un paso hacia la verdad y la justicia para las víctimas del franquismo. Además, insisten en que es fundamental para garantizar que los líderes políticos actuales comprendan la importancia de las elecciones democráticas y el valor de la diversidad en una sociedad libre.
La petición de la ARMH a Ayuso es un recordatorio potente de que la historia de la represión y la lucha por la libertad y la democracia no debe ser olvidada. La instalación de una placa conmemorativa en un lugar tan emblemático como la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid sería un paso significativo para honrar a aquellos que sufrieron bajo el franquismo y para educar a las generaciones futuras sobre los horrores del pasado.