Gobierno y Junts han llegado a un acuerdo para sacar adelante el decreto ómnibus del Ejecutivo Sánchez que fue tumbado la pasada semana gracias a la pinza entre PP, Vox y el partido de Carles Puigdemont. Fuentes de Moncloa señalan que el acuerdo está hecho y que se han salvado buena parte de las ayudas del escudo social. ¿En qué ha cedido Pedro Sánchez ante las exigencias del partido independentista? A esta hora se desconoce, pero fuentes consultadas por La Sexta dan por hecho que habrá firma de documento. Así las cosas, saldrán adelante la revalorización de las pensiones, las ayudas a la dana, al transporte público y el ingreso mínimo vital. A esta hora parece claro que las medidas contra los desahucios exprés, que no gustan a Junts, podrían quedar aparcadas a la espera de un nuevo decreto. Pero ese asunto está por concretar y se hará cuando Sánchez comparezca para informar sobre el acuerdo.
Lo que sí ha trascendido es que a cambio de este escudo social, Pedro Sánchez ha aceptado tramitar la proposición no de ley (PNL) propuesta por los independentistas catalanes para someter al presidente del Gobierno a una cuestión de confianza. Lo cual no significa necesariamente que el presidente vaya a pasar por ese trance que lo colocaría en el alambre, ya que, de perderla, podría decaer la legislatura y el país podría ir a nuevas elecciones. Es decir, lo que Junts va a pedirle a Moncloa es que se vote en el Parlamento si se hay cuestión de confianza o no. Y ahí es cierto que el inquilino de Moncloa empeora su posición política, ya que queda en situación de mayor debilidad respecto a donde se encontraba antes de esta negociación trepidante e in extremis con Junts.
Por su parte, El País informa de que el Gobierno finalmente ha acordado con Junts un nuevo decreto ómnibus y lo aprobará este martes en el Consejo de Ministros para así recuperar al menos una parte de las medidas del escudo social que decayeron la semana pasada por el voto en contra del PP, Vox y Junts, según fuentes del Ejecutivo. El Gobierno y los independentistas han estado negociando todo el fin de semana y especialmente este lunes, noche incluida, para pactar un nuevo decreto y resolver el problema. Junts exigía cambiar el decreto anterior y sacar algunas medidas de la negociación, como las medidas contra los desahucios. Este ha sido uno de los principales escollos, ya que para Sumar, socio de coalición gubernamental, esta parte del decreto que protege a las familias más vulnerables de los embargos de los bancos y fondos buitre era innegociable.
Finalmente habrá revalorización de las pensiones, ayudas a la dana de Valencia y bono transporte, aunque queda por ver cómo queda ese decreto ómnibus tras la negociación con Junts. También está pendiente qué pasa con la devolución del palacete parisino del PNV, que fue requisado por la Gestapo para ser entregado a Franco tras la Guerra Civil. Hay posibilidades de que Junts también haya aceptado meter ese capítulo en el decreto ómnibus, lo que inevitablemente llevará a PP y Vox a votar en contra del escudo social.
La presidenta del grupo catalán en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, había amenazado con romper relaciones con el PSOE. Y añadió que si no se respetaban los pactos, “su grupo pasaría a ser solo oposición”, haciendo la legislatura ingobernable.
En una entrevista que publica este domingo el diario digital El Nacional, Nogueras se lamenta de que el Gobierno de PSOE-Sumar impulsara, sin negociar previamente con los socios, el “decreto ómnibus”. Después de que tanto Junts como el PP rechazaran el pasado miércoles la convalidación de dos decretos ley que el Gobierno había tramitado al Congreso, Nogueras ha advertido de que el ejecutivo de Pedro Sánchez tendrá que negociar con su partido cuando vuelva a tramitarlos, porque si pretende llevarlo de nuevo al Congreso sin consensuar antes las medidas, “tendremos todos un gran problema”.
Todo parece indicar que Pedro Sánchez podrá vender hoy que ha ganado una gran batalla a las derechas españolas, empeñadas en tumbar el decreto de escudo social para cargarse el Gobierno. Al mismo tiempo, parece recomponerse la difícil relación del Gobierno con Junts, el partido dirigido desde Waterloo por Carles Puigdemont. De ser así, al Ejecutivo se le abre un nuevo escenario mucho más apacible. Si hace solo una semana la legislatura parecía muerta, hoy revive. A su vez, desde el lado soberanista podrán sacar pecho de que han puesto de rodillas a Sánchez y de que son una pieza fundamental en la gobernabilidad del país.
Mientras tanto, PP y Vox se mantienen a la espera de conocer el contenido íntegro del decreto y aseguran que no se fían de la letra pequeña de lo que se ha firmado.