Sara Aagesen, hasta ahora secretaria de Estado de Energía, ha sido designada como nueva vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La ingeniera química madrileña sustituirá a Teresa Ribera, quien próximamente será ratificada como vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia tras obtener el respaldo clave del Partido Popular Europeo. Este movimiento supone un cambio estratégico en el gobierno, consolidando a Aagesen como figura central de la política energética y climática en España.
Un perfil de experiencia y continuidad
Con más de dos décadas de experiencia en el ámbito de la energía y el cambio climático, Aagesen es considerada la "mano derecha" de Ribera en el ministerio desde que asumiera la secretaría de Estado de Energía en 2020. Durante su gestión, lideró iniciativas clave como la implementación de la "solución ibérica" para limitar el precio de la electricidad en plena crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. Además, impulsó normativas fundamentales para el desarrollo del autoconsumo y las energías renovables, consolidando a España como líder europeo en la transición energética.
Este nombramiento no solo asegura continuidad en las políticas climáticas del gobierno, sino que también marca un hito en el ministerio: Aagesen es la primera mujer que ha ostentado el cargo de secretaria de Estado de Energía durante tanto tiempo en democracia y ahora da el salto a la cartera ministerial.
Retos inmediatos en un contexto de urgencia
El relevo en Transición Ecológica llega en un momento crítico. España tiene ante sí el desafío de cumplir con los ambiciosos objetivos climáticos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, cuya actualización enviada a Bruselas en septiembre plantea metas más estrictas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, el contexto internacional exige avanzar en medidas estructurales para garantizar la seguridad energética en un entorno de precios volátiles y tensiones geopolíticas.
El reto de Aagesen no se limita a la política climática. Su cartera también incluye el reto demográfico, una de las áreas más complejas de gestionar en un país marcado por el despoblamiento rural. La nueva ministra deberá equilibrar las demandas de sostenibilidad con el desarrollo económico de las regiones más afectadas, promoviendo políticas que refuercen la cohesión territorial.
Una trayectoria forjada en la lucha contra el cambio climático
Aagesen no es nueva en el ámbito internacional. Durante su carrera, trabajó como negociadora para España en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Además, participó en la elaboración del primer Plan Nacional de Asignación de Emisiones, una experiencia que la posiciona como una experta técnica con capacidad para traducir compromisos internacionales en políticas concretas.
Ingeniera química por la Universidad Complutense de Madrid, Aagesen cuenta con una sólida especialización en medio ambiente. Antes de su etapa como secretaria de Estado, trabajó en la Oficina de Cambio Climático, donde contribuyó a diseñar hojas de ruta y estrategias a largo plazo para descarbonizar sectores clave.
Un cambio estratégico en el ejecutivo
El nombramiento de Aagesen se suma a otros movimientos recientes dentro del gobierno de Sánchez, como el de Carlos Cuerpo en el Ministerio de Economía tras la marcha de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones. A diferencia de Cuerpo, Aagesen mantendrá la vicepresidencia tercera, lo que subraya la importancia de su cartera en la agenda del ejecutivo.
El nombramiento de Ribera en la Comisión Europea refuerza el peso de España en Bruselas, mientras que Aagesen asume el reto de liderar internamente la transición ecológica en un momento en el que el país necesita consolidar su liderazgo en sostenibilidad.
Con su experiencia y conocimiento técnico, la nueva ministra se enfrenta a un panorama exigente en el que deberá compaginar continuidad, innovación y capacidad de adaptación frente a un entorno en constante cambio. Aagesen, como pocas, conoce la magnitud de la tarea. Ahora, todas las miradas están puestas en cómo gestionará este nuevo capítulo en la política climática y energética de España.