Cómo acompañar emocionalmente a niños y adolescentes ante una catástrofe natural

Save the Children propone espacios seguros para que los niños y niñas recuperen la normalidad lo antes posible tras la DANA

11 de Noviembre de 2024
Actualizado a las 11:42h
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Los espacios seguros son lugares donde los niños y niñas pueden jugar y participar en actividades que les ayudan a recuperarse en situaciones de crisis. | Foto: Save the Children
Los espacios seguros son lugares donde los niños y niñas pueden jugar y participar en actividades que les ayudan a recuperarse en situaciones de crisis. | Foto: Save the Children

La crisis climática está provocando que millones de niños y niñas sufran las consecuencias de los desastres naturales extremos: se quedan fuera de sus espacios seguros, como son los colegios, pueden desarrollar profundos traumas emocionales y, además, muchos son apartados de sus familias, quedando vulnerables a la explotación y el maltrato.

El colegio, mucho más que ir a clase

Según Save the Children, "en cada emergencia en la que trabajamos, los niños y niñas siempre nos dicen los mismo: lo que más quieren es volver a la escuela. No importa si son las balas, si tiembla la tierra o si el agua cubre las calles, en la escuela están sus compañeros y están siempre los libros. Allí se sienten seguros".

Esta organización lleva años trabajando para que los gobiernos y la comunidad internacional "incluyan la educación como un derecho tan fundamental como el agua y la comida en un desastre natural. Nuestro esfuerzo por dar una prioridad educativa en nuestra respuesta, nos ha convertido en la organización líder en la coordinación de la educación en emergencias centrando nuestro trabajo en hacer todo lo posible para que las escuelas recuperen su actividad lo antes posible y los niños y niñas puedan recibir una educación de calidad".

Todo para que, independientemente del tiempo que dure la emergencia, ningún niño ni niña deje de recibir educación.

La higiene previene enfermedades

Las fuertes lluvias e inundaciones, como las que hemos visto en la Comunitad Valenciana, producen una acumulación de fango y agua estancada que provoca un aumento de infecciones. Estas infecciones a las que se enfrentan toda la población, pero especialmente los niños y niñas porque su sistema inmunológico está en desarrollo, son, por ejemplo, virus gastrointestinales (vómitos y diarreas) y enfermedades respiratorias.

Durante las emergencias también se prioriza la distribución de agua potable, kits de higiene (que suelen contener jabón, pasta de dientes, cepillos de dientes, toallas sanitarias,...) y kits menstruales (compresas, tampones y ropa interior) para las niñas para evitar posibles enfermedades ginecológicas.

Protección y espacios seguros

Los niños y niñas, después de sufrir algún fenómeno meteorológico extremo,  son más vulnerables a riesgos tan graves como la separación de sus familias, la explotación o el abuso sexual, el reclutamiento por parte de grupos armados, la violencia física y psicológica. En ese contexto, Save the Children pone en marcha los espacios seguros para que los niños y niñas puedan volver a sentirse niños y niñas y recuperen la normalidad lo antes posible.

Los espacios seguros son lugares donde los niños y niñas pueden jugar y participar en actividades que les ayudan a socializar, aprender y expresarse, contribuyendo a su recuperación en situaciones de crisis.

Estos espacios son esenciales para protegerlos de daños físicos y tratar posible traumas psicológicos, permitiéndoles continuar su desarrollo y aprendizaje. Además, ofrecen a los padres y madres un lugar seguro para dejarlos mientras ellos y ellas no pueden ocuparse.

La salud mental, clave para la recuperación de la infancia

En desastres naturales, los niños y niñas pueden desarrollar mutismo, pesadillas recurrentes, miedo a fenómenos atmosféricos, como la lluvia, o efectos mucho más inmediatos como no querer salir a la calle o no querer hablar de la situación.

En Save the Children cuentan con distintos materiales y guías para que las familias puedan explicar a sus hijas e hijos estas situaciones tan complejas, en donde pueden haber perdido sus casas, familiares, amigos, colegios, todo lo que conocían.

También indican que "es necesario observar, dar espacio, escuchar y explicarles con un lenguaje adaptado a su edad y no sobreinformarles controlando el acceso a noticias ya que las imágenes e información repetitiva pueden aumentar la ansiedad". Otra de las recomendaciones es intentar ofrecer a los niños y niñas una visión más positiva de la catástrofe, centrada en la solidaridad -como la que estamos viendo en la Comunitas Valenciana- y mostrar las soluciones que se están implementando.

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