Ecologistas en Acción de Extremadura se opone frontalmente al apagón programado por el lobby de colectivos pronucleares previsto para mañana 10 de abril, y que cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura, la Diputación Provincial de Cáceres y la Cámara de Comercio de Cáceres, punto que los ecologistas consideran "inadmisible en el caso de las instituciones públicas e incomprensible en el caso de las organizaciones mercantiles".
La Federación ecologista argumenta que la Central Nuclear de Almaraz (CNA) "ha superado con creces su periodo de vida útil y que siendo instalaciones que nunca debieran haberse construido por la peligrosidad que implican y por la imposible gestión de sus residuos, se encuentran en una situación de deterioro por su dilatado ciclo de funcionamiento que supera ya los cuarenta años". Por ello -dicen- que pretender alargar su vida útil es "un ejercicio de irresponsabilidad que pone en peligro a la población civil, algo que no parece preocupar a las autoridades extremeñas, quienes parecen más interesadas en captar de forma populista una serie de votos en la comarca de campo Arañuelo".
Pérdida de empleo
Los ecologistas recalcan que "el apagón no ha sido programado por las empresas responsables de la CNA, porque son ellas quienes han llegado al acuerdo del cierre definitivo de los reactores en 2027 y 2028, por supuesto completamente ajenas a la pérdida de puestos de trabajo que ello supone como suele ocurrir en el mundo corporativo".
Estas empresas, según denuncian, obtienen "grandes beneficios a costa de la degradación ambiental y del timo a la ciudadanía que se ve obligada a recurrir a sus servicios y luego no asumen los costes sociales de su cierre, como tampoco asumen los costes de la custodia de los residuos durante decenas de miles de años, gracias al apoyo de la administración central que les exime del enorme coste que supone la construcción de un Almacén Geológico en Profundidad (AGP) y que va a acabar pagando la ciudadanía como colofón a esta colosal estafa".
La inacción de los sucesivos gobiernos autonómicos y estatales
La Federación señala que "quienes sí se tenían que haber preocupado del coste social que supone el cierre de la CNA son los sucesivos gobiernos regionales y estatales que no han hecho absolutamente nada por crear una alternativa laboral, parece que 40 años no son suficientes y que ahora vienen las prisas y los problemas".
La organización comprende que no se puede pedir a las asociaciones pronucleares que acepten el cierre de la Central Nuclear de Almaraz por solidaridad con la sociedad, "que no tiene por qué sufrir el peligro de accidentes y la insostenible producción de residuos, ya que sólo han mirado por su bolsillo durante todos estos años, pero sí se debe exigir a las autoridades que nos representan que no secunden este tipo de actos y que trabajen, aunque sea tarde, por la generación de empleo sostenible en Extremadura".
Burbujas fruto de la cacería de subvenciones
Por último, expone que "sí vería necesario un apagón eléctrico" como protesta por los retrasos en los pagos a las personas y empresas que no han cobrado las subvenciones destinadas a las instalaciones de autoconsumo, por la ausencia de empresas regionales y municipales dedicadas a la producción de energía, por los miles de megavatios de renovables que han instalado las mismas empresas que se han lucrado con Almaraz en macroproyectos que se han realizado con incumplimientos de las medidas de protección ambiental, por la casi nula reducción de los gases de efecto invernadero que se está realizando en Extremadura pese a la introducción de 7.000 MW de energías renovables en los últimos años y de 16.000 MW programados para 2030, " y porque en Extremadura pese a ser la pila de muchos territorios como Madrid se siguen pagando altos recibos de la luz y encima el pueblo extremeño sigue sin un ferrocarril electrificado que cubra un servicio de transporte público, social y sostenible para la región", critican.
Energía a cambio de migajas
Eso cuando el consumo eléctrico decae desde hace años, sólo es el 20% del total (80% combustibles fósiles) y hay instalados 128 Gw renovables para un consumo medio de 26,5 Gw con picos de consumo de 41 en invierno y verano. "Es lo que tienen las burbujas originadas por las cacerías de subvenciones", argumenta el colectivo.
"Motivos para el apagón hay, pero no los que exponen aquellos que consideran que Extremadura es una colonia energética de las grandes corporaciones y de otros territorios que extraen nuestra energía a cambio de unas migajas", concluye.