El pleno del Ayuntamiento de Carboneras ha aprobado en un pleno extraordinario la incoación del procedimiento para la revisión de la licencia de obras (número 1870/09) del hotel de El Algarrobico. Este paso, de obligado cumplimiento tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 2018, llega con siete años de retraso y utilizando un método que es del todo innecesario según la organización ecologista. Greenpeace evalúa este tipo de estrategias como otro de los mecanismos que el Ayuntamiento pone en marcha para dilatar la ejecución de las sentencias judiciales. Aun así, Greenpeace celebra que, a pesar de los años de retraso, "el consistorio haya dado al fin un paso necesario y que nos acerca algo más a la resolución del embrollo jurídico-administrativo del hotel de El Algarrobico".
En palabras de Luis Berraquero, Coordinador Territorial de Greenpeace en Andalucía, “a la ciudadanía le resulta complicado entender que un ayuntamiento no cumpla una sentencia firme del TSJA durante siete años y que aún no se hayan tomado medidas extremas para hacerla efectiva. Era del todo innecesario celebrar un pleno para una decisión que tendría que tomar el alcalde. Aun así, todo paso que se dé para que el fin del hotel ilegal esté más cerca, bueno es”.
Multas administrativas para el alcalde
No obstante, la organización ecologista advierte de que aún quedan cuestiones por resolver. Recientemente Greenpeace denunció que el pasado 28 de junio cumplió el plazo para publicar en el Boletín Oficial de la Provincia de Almería (BOP) el nuevo plan general de ordenación urbana (PGOU) de Carboneras, con las modificaciones que muestran que los terrenos donde se asienta el hotel de El Algarrobico no son urbanizables. Es por ello que la organización ecologista ha vuelto a solicitar al TSJA la imposición de multas administrativas al actual alcalde de Carboneras ya que, hasta que no se publiquen estas modificaciones en el BOP, no tendrán efecto.
Instan a la Junta de Andalucía a la expropiación
Por otra parte, y dado que el Ayuntamiento de Carboneras tiene probada experiencia en retrasar la resolución del problema, Greenpeace insta a la Junta de Andalucía a que inicie el proceso de expropiación de la parte de los terrenos del hotel que se asienta sobre el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Este proceso expropiatorio se sumaría al iniciado por el Estado y podría llevar a acelerar el fin de este icono de los efectos del urbanismo depredador en los ecosistemas costeros. “Es una oportunidad para que la Junta de Andalucía plasme su compromiso de acabar con el problema de El Algarrobico, con hechos y no sólo con palabras”, ha añadido Luis Berraquero.