Las comisiones de Mercado Interior y Medio Ambiente han adoptado su posición sobre las normas sobre cómo las empresas pueden validar sus afirmaciones de marketing medioambiental.
La llamada "directiva de reclamaciones verdes" complementa la prohibición ya aprobada por la UE del lavado verde . Define qué tipo de información deben proporcionar las empresas para justificar sus afirmaciones de marketing medioambiental en el futuro. También crea un marco y plazos para verificar pruebas y aprobar reclamos, y especifica qué sucede con las empresas que infringen la ley.
Sistema de verificación y sanciones
Los eurodiputados coinciden con la Comisión en que las empresas deberían presentar cualquier futura afirmación de marketing medioambiental para su aprobación antes de utilizarla. Las reclamaciones serían evaluadas por verificadores acreditados en un plazo de 30 días, según el texto adoptado. Las empresas que violen las normas pueden ser excluidas de las adquisiciones, perder sus ingresos y enfrentarse a una multa de al menos el 4% de su facturación anual.
La Comisión debería elaborar una lista de declaraciones y productos menos complejos que podrían beneficiarse de una verificación más rápida o sencilla, afirman los eurodiputados. También debería decidir si las declaraciones ecológicas sobre productos que contienen sustancias peligrosas deberían seguir siendo posibles. Los eurodiputados también han acordado que las microempresas deberían quedar excluidas de las nuevas obligaciones y que las PYME deberían tener un año adicional antes de aplicar las normas.
Compensación de carbono y reclamaciones comparativas
Los eurodiputados han confirmado, también, la reciente prohibición de la UE de las afirmaciones ecológicas basadas únicamente en los llamados sistemas de compensación de carbono. Ahora especifican que las empresas aún podrían mencionar sistemas de compensación si ya han reducido sus emisiones tanto como sea posible y utilizar estos sistemas sólo para las emisiones residuales. Los créditos de carbono de los esquemas deben estar certificados, según lo establecido en el Marco de Certificación de Eliminaciones de Carbono.
También se aplicarían reglas especiales a las afirmaciones comparativas (es decir, anuncios que comparan dos productos diferentes), incluso si los dos productos son fabricados por el mismo productor. Entre otras disposiciones, las empresas deben demostrar que han utilizado los mismos métodos para comparar aspectos relevantes de los productos. Además, las afirmaciones de que los productos han sido mejorados no pueden basarse en datos que tengan más de cinco años.
Prácticas genuinas de sostenibilidad
Para el ponente del Parlamento, Andrus Ansip (Renew, EE), para la Comisión de Mercado Interior, "los estudios muestran que el 50% de las afirmaciones medioambientales de las empresas son engañosas. Los consumidores y empresarios merecen transparencia, claridad jurídica e igualdad de condiciones de competencia. Los comerciantes están dispuestos a pagar por ello, pero no más de lo que ganan con ello. Me complace que la solución propuesta por los comités sea equilibrada, aporte más claridad a los consumidores y, al mismo tiempo, sea, en muchos casos, menos gravosa para las empresas que la solución propuesta originalmente por la Comisión”.
Por su parte Cyrus Engerer (S&D, MT), explica que para la Comisión de Medio Ambiente, "es hora de poner fin al lavado verde. Nuestro acuerdo sobre este texto pone fin a la proliferación de afirmaciones ecológicas engañosas que han engañado a los consumidores durante demasiado tiempo. También garantiza que las empresas tengan las herramientas adecuadas para adoptar prácticas genuinas de sostenibilidad. Los consumidores europeos quieren tomar decisiones medioambientales y sostenibles y todos aquellos que ofrecen productos o servicios deben garantizar que sus afirmaciones ecológicas estén científicamente verificadas”.