El Convenio de Berna debilita la protección del lobo ibérico

El Comité Permanente del Convenio de Berna vota a favor de rebajar el estatus de protección del lobo, una decisión sin base científica criticada por expertos en conservación de la naturaleza y organizaciones conservacionistas

08 de Diciembre de 2024
Actualizado a las 15:12h
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Este primer paso decidido por el Convenio de Berna no tiene implicaciones inmediatas para las poblaciones de lobos de la Unión Europea, pues para ello debería modificarse la Directiva de Hábitats. | Foto: WWF
Este primer paso decidido por el Convenio de Berna no tiene implicaciones inmediatas para las poblaciones de lobos de la Unión Europea, pues para ello debería modificarse la Directiva de Hábitats. | Foto: WWF

Al votar a favor de debilitar la protección del lobo en el Convenio de Berna, los Estados miembros de la UE han ignorado el llamamiento de más de 300 organizaciones de la sociedad civil, de los científicos de la Iniciativa de Grandes Carnívoros para Europa y de cientos de miles de ciudadanos que instaban a promover la coexistencia con los grandes carnívoros. En vez de eso, dicen los ecologistas que la UE ha apoyado una decisión exclusivamente política que da la espalda a la ciencia, "aparentemente influida por razones personales después de que un lobo matara al poni de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en 2022"

La UE ya permite una gestión responsable de los lobos, incluido su sacrificio si es necesario. Sin embargo, en diciembre de 2023, la Comisión Europea propuso debilitar la protección del lobo bajo el pretexto de los ataques al ganado, tras un proceso de consulta que, según la entidad ClientEarth, fue defectuoso y ahora está siendo investigado por el Defensor del Pueblo de la UE. 

Al rebajar estas protecciones se corre el riesgo de perpetuar el conflicto social alrededor de la especie, en lugar de fomentar soluciones constructivas. Las poblaciones de lobos se han recuperado lentamente tras extinguirse en gran parte de Europa, y debilitar ahora su protección podría poner en peligro esta frágil recuperación. En lugar de contribuir a mitigar el conflicto, "esta decisión claramente negacionista agravará la polarización y erosionará la confianza en los esfuerzos para gestionar las poblaciones" de una especie que sigue amenazada en Europa.

"Degradar el estatus de protección estricta de una especie en beneficio político de unos pocos, en contra de la evidencia científica, pone en riesgo décadas de esfuerzos de conservación. Ahora, es probable que la Comisión Europea proponga el mismo cambio en la emblemática Directiva Hábitats de la UE, con posibles consecuencias negativas que van mucho más allá del lobo. Seguiremos de cerca este proceso y pediremos a los responsables políticos de la UE que vuelvan a tomar decisiones basadas en la ciencia", ha asegurado Sabien Leemans, de la Oficina de Política Europea de WWF.

WWF recuerda que este primer paso decidido por el Convenio de Berna no tiene implicaciones inmediatas para las poblaciones de lobos de la Unión Europea, pues para ello debería modificarse la Directiva de Hábitats. En cualquier caso, los Estados Miembros seguirán obligados a mantener un estado de conservación favorable de la especie, y serán libres de mantener el modelo de gestión que estimen oportuno para ello.

"El lobo seguirá a salvo de la caza en España, ya que los motivos científicos que llevaron a su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) son más válidos que nunca", ha señalado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.

"Frente a una decisión irracional y fruto del oportunismo político en Europa, España está marcando el camino a seguir, con una gestión del lobo basada en la evidencia científica y en la coexistencia con la especie. Matar lobos no sirve de nada, es un modelo obsoleto que ha fracasado sistemáticamente, tanto a la hora de conservar poblaciones sanas de lobos como para proteger la ganadería extensiva", ha apuntado Del Olmo. 

WWF ha pedido a las comunidades autónomas que apliquen la normativa vigente en España, adaptando sus planes de conservación para cumplir con la normativa actual y con la Estrategia Nacional para la gestión y conservación del lobo y su convivencia con las actividades del medio rural aprobada en 2022. El análisis en profundidad encargado por la propia Comisión Europea publicado en 2023 confirma que no hay pruebas de que el sacrificio del lobo reduzca la depredación del ganado: "las CCAA deben trabajar para asegurar un estado de conservación favorable de la especie con planes adecuados de coexistencia y medidas de apoyo efectivo a la ganadería extensiva, incluyendo medidas preventivas para evitar y minimizar daños y pagos justos y ágiles cuando estos se produzcan".

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