La primera semana de la cumbre climática SB62 (conocida como la “COP técnica”) en Bonn, Alemania, ha finalizado sin acuerdos significativos que permitan acelerar las medidas necesarias para abordar la emergencia climática a nivel global y con un tono profundamente marcado por la creciente militarización y escalada bélica.
La sociedad civil continúa intensificando sus demandas para el cese del asedio y el genocidio en Gaza, y durante los últimos días, especialmente tras los bombardeos realizados por Israel y Estados Unidos contra Irán, ha mantenido la condena pública al Estado de Israel, así como a todos los países que mediante su silencio y complicidad facilitan sus acciones. “No podemos pasar por alto”, insisten fuentes de la sociedad civil, “que Estados Unidos está transgrediendo la legalidad tanto doméstica como internacional, situación particularmente grave dado que se han atacado instalaciones nucleares iraníes, donde una eventual fuga radiactiva podría contaminar el territorio durante milenios, volviéndolo inhabitable.”
Respecto a las negociaciones desarrolladas en Bonn, persisten y se profundizan las divergencias entre los países participantes. Los escasos documentos disponibles hasta el momento evidencian la ausencia de consenso en la comunidad internacional, reiterándose los mismos obstáculos observados desde la implementación del Acuerdo de París.
Llueve sobre mojado
En este sentido, Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, ha declarado que “resulta incomprensible que se reabran sistemáticamente los mismos debates sobre financiación que ya fueron acordados en 1992. Los países del Norte global deben asumir la responsabilidad por los daños que han venido causando en el Sur global, y garantizar que estas naciones dispongan de la capacidad y el acceso a los recursos necesarios para reducir las desigualdades y asegurar los derechos fundamentales sin depender de los combustibles fósiles”.
Aprobación del Mecanismo de Transición Justa
Uno de los acuerdos más relevantes que la sociedad civil espera que salga de la cumbre es la aprobación de un Mecanismo de Transición Justa (BAM, Belem Action Mechanism) que permita dar una respuesta global a esas transformaciones necesarias. En las últimas horas se ha conocido una propuesta de texto de la Presidencia que recoge elementos importantes para avanzar en el debate. Sin embargo, la presentación del mismo en el plenario fue fruto de numerosas intervenciones que muestran cómo persisten importantes diferencias. Para Andaluz, “de nuevo la comunidad internacional está poniendo en riesgo la lucha climática al concebirla como un juego de poder. En lugar de bloquear importantes menciones como el fin de los combustibles fósiles o de intentar evitar asumir la responsabilidad histórica y poner freno al colonialismo, vemos cómo la comunidad internacional usa estos acuerdos en clave de poder geopolítico”.
Añade: “Hacemos un llamamiento a todas las partes a que actúen con responsabilidad. Millones de personas necesitan que se apruebe este mecanismo para avanzar en las transformaciones nacionales y alcanzar mecanismos de cooperación y financiación del Norte al Sur global que permitan reducir la pobreza, garantizar el acceso a la energía o evitar los problemas de salud que se generan con la combustión para la cocina o la calefacción”.
Se necesita tomar decisiones ya
En cuanto a mitigación, se esperaba ver cómo se incorporan los resultados del Balance Global (el fin de los combustibles fósiles y la protección y la restauración de la naturaleza) en los acuerdos, así como las indicaciones para tener un nuevo balance global ambicioso. En opinión de Sofía Fernández, se observa “con preocupación" que apenas hay textos sobre mitigación. "No podemos permitirnos más debates y diálogos que frenen la acción climática. Se deben tomar decisiones ya. Por último, para tomar medidas de mitigación adecuadas, tenemos que tener toda la información disponible, incluyendo las emisiones que provienen de la industria militar”. En materia de adaptación, las negociaciones que avanzaban en un tono prometedor a principios de semana se atascaron el lunes en aspectos técnicos.
Expulsar a los intereses fósiles de las negociaciones
Por otra parte, la sociedad civil trata de avanzar en un aspecto menos conocido pero clave en las negociaciones: las normas de procedimiento de las Naciones Unidas. “Es muy sencillo”, considera Irene Rubiera. Quieren que se expulse "a los intereses fósiles de las negociaciones de la misma forma que se expulsó a las tabacaleras de la OMS. Además, tenemos que superar el atasco que genera recurrentemente la necesidad de consenso absoluto; necesitamos con urgencia que las negociaciones incluyan un sistema de votación que permita avanzar a la mayoría que necesita hacerlo. Y, por supuesto, lo que más necesitamos como sociedad civil es libertad de expresión y protesta en los espacios de la ONU para poder señalar a los responsables de la emergencia climática y el genocidio”.