Entregan a Moreno Bonilla más de 108.000 firmas contra la tala de olivos tradicionales para instalar megaplantas solares

Si se mantiene el ritmo de crecimiento actual de renovables, más de 300 km² de suelo agrícola habrán sido transformados en parques solares para 2030, lo que equivale al 5% de la superficie del sureste español, según denuncian SOS Rural y Campiña Norte

12 de Junio de 2025
Actualizado a la 13:56h
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Caravana informativa de SOS Rural, en la que tres camiones han recorrido Sevilla informando a todos los ciudadanos de esa tala del mar de olivos andaluz que está permitiendo el gobierno de Moreno Bonilla.
Caravana informativa de SOS Rural, en la que tres camiones han recorrido Sevilla informando a todos los ciudadanos de esa tala del mar de olivos andaluz que está permitiendo el gobierno de Moreno Bonilla.

La plataforma SOS Rural, junto a Campiña Norte contra las Megaplantas Solares, ha entregado este jueves en el Parlamento de Andalucía más de 108.000 firmas recogidas en la campaña ‘¡Salvemos los olivos centenarios de Lopera de ser talados para poner placas solares!’. “Hemos registrado hasta ahora 108.541 firmas, que no paran de crecer cada día y que representan el clamor de la sociedad civil española para que los políticos detengan ya, sin excusas, este disparate que supone talar nuestros olivos tradicionales para beneficiar a unos pocos, a costa del patrimonio natural de todos y en nombre de una supuesta transición ecológica descontrolada”, ha afirmado Natalia Corbalán, portavoz nacional de SOS Rural.

Este registro de rúbricas ha venido acompañado de la caravana informativa de SOS Rural, en la que tres camiones han recorrido Sevilla informando a todos los ciudadanos de esa tala del mar de olivos andaluz que está permitiendo el Gobierno de la Junta de Andalucía. “Juan Manuel Moreno Bonilla está especulando con nuestros territorios más fértiles, talando olivos de alto valor productivo para instalar megaplantas solares y entregando algo tan valioso para una región, para un país, como son sus agricultores, sus territorios más fértiles y su soberanía alimentaria”, ha lamentado Corbalán.

Asimismo, la entrega de firmas  se produce nueve días después de que SOS Rural solicitara una reunión urgente con Catalina García, consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta, para transmitirle esta preocupación de miles de ciudadanos, para exigirle la paralización inmediata de cualquier proyecto en Andalucía que implique la tala de algún olivo y para impulsar una Ley autonómica para la protección de la Superficie Agraria Útil (SAU). “La consejera no ha respondido, hasta ahora, a los miles y miles de ciudadanos que exigen que no se tale ni un solo olivo tradicional más en Andalucía”, señala Corbalán.

Esta reunión, clave para el futuro del olivar andaluz, permitirá a SOS Rural y a Campiña Norte —entre otros asuntos— exigir "la aprobación del procedimiento de evaluación ambiental del Plan Especial para la ordenación de actuaciones vinculadas a la generación de energía solar fotovoltaica en el término municipal de Lopera (Jaén), promovido por el Ayuntamiento de este municipio jienense". Este Plan, remitido a la Consejería de Sostenibilidad el pasado 22 de abril —junto a su Documento Ambiental Estratégico—, permitiría al Consistorio loperano suspender temporalmente la concesión de nuevas licencias de obra para parques solares, conforme al artículo 78 de la Ley 7/2021, de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA). Además, SOS Rural reclamará "no emitir la Autorización Ambiental Unificada (AAU) para el cuarto proyecto fotovoltaico, competencia exclusiva de la Delegación de Medio Ambiente en Jaén, que es un requisito previo indispensable para que el proyecto sea declarado de utilidad pública por la Consejería de Industria".

Reuniones con todos los grupos 

La solicitud de esta reunión por parte de SOS Rural llega tras el encuentro celebrado el pasado 22 de mayo con Jorge Paradela, consejero de Industria, Energía y Minas, en la que el alto cargo del Gobierno andaluz no asumió ningún compromiso concreto sobre la paralización de los proyectos: “Aquella reunión concluyo con una sensación agridulce, ya que la tala de olivos no va a detenerse a base de buenas palabras”, lamenta Rafael Alcalá, portavoz de Campiña Norte contra las Megaplantas Solares.

Además de estas reuniones con el Gobierno de la Junta, SOS Rural ha mantenido encuentros con todos los grupos parlamentarios de la Cámara —menos con el Partido Popular, que ostenta el gobierno andaluz, que no respondió a la petición de encuentro—. “Los políticos deben entender que la sociedad civil organizada no va a permitir de ninguna manera la transformación territorial del mítico mar de olivos andaluz, un destrozo irreparable que trae consigo graves consecuencias económicas y sociales”, explica Corbalán.

Un problema de toda España

No obstante, este ecocidio no es exclusivo de Andalucía, sino que es un mal endémico de toda España. Un buen ejemplo de ello se observa en la Región de Murcia, otro de los grandes epicentros del desarrollo de la energía solar fotovoltaica en nuestro país que, gracias a sus más de 3.000 horas de sol al año y una elevada irradiación solar, es un lugar con condiciones excepcionales para la producción de electricidad a partir del sol. “Si se mantiene el ritmo de crecimiento actual de renovables, más de 300 km² de suelo agrícola habrán sido transformados en parques solares para 2030, lo que equivale al 5% de la superficie del sureste español”, denuncia Corbalán, aludiendo a un reciente estudio de la Universidad de Murcia (UMU).

Esta transformación del paisaje está afectando de forma directa a los usos tradicionales del territorio, de tal modo que gran parte de las tierras ocupadas por instalaciones solares proceden del abandono de cultivos de secano —que representan en torno al 60% del suelo transformado—, de zonas de matorral o baldío —30%— e, incluso, de regadíos productivos —10%—, según el reciente informe Cambios en el uso del suelo debido al desarrollo de la energía solar fotovoltaica en la Región de Murcia. “Es imperativa una organización territorial más rigurosa, apoyada en mapas de idoneidad, que hagan viable compatibilizar los objetivos del Pacto Verde Europeo con la protección del suelo agrícola, el paisaje y el desarrollo rural”, concluye Corbalán.

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