Las conclusiones del informe muestran cómo esa cantidad de aviones generó emisiones equivalentes a 350.000 automóviles haciendo 750 kilómetros diarios durante una semana. En total, 1040 jets privados entraron y salieron de los aeropuertos que dan servicio a Davos. Esta circunstancia provocó que las emisiones de CO2 se multiplicaran por cuatro durante aquellos días. Y todo indica que este fenómeno se repetirá en la nueva cita del FEM, que arrancará a partir de mañana.
Klara Maria Schenk, portavoz de la campaña de movilidad europea de Greenpeace, señala que “los ricos y poderosos que acuden a Davos para debatir a puerta cerrada sobre el clima y la desigualdad usan el medio transporte más contaminante y desigual que existe, justo cuando Europa experimenta el mes de enero más cálido desde que hay registros y las comunidades de todo el mundo sufren los fenómenos meteorológicos extremos por la crisis climática”.
Alemania, Francia, Italia y España en el ranking de la hipocresía
La investigación, encargada por Greenpeace a la consultora holandesa CE Delft, muestra que la afluencia de jets privados a los aeropuertos de alrededor de Davos se duplicó durante la reunión del Foro Económico Mundial de 2022 en comparación con el promedio del resto del año. De todos estos vuelos realizados, el 53% fueron de corta distancia, por debajo de los 750 km, que fácilmente se podrían haber sustituido por viajes en tren o automóvil. El 38% voló en distancias ultracortas, de menos de 500 km. Incluso se detectó un vuelo realizado de tan solo 21 km. Según el informe, los países con el mayor afluencia a los aeropuertos de Davos fueron Alemania, Francia, Italia y España.
Nueva cita en Davos
Los vuelos de jets privados atrajeron la atención del público mundial el año pasado después de que varias figuras públicas recibieran críticas por sus desplazamientos ultracortos en estas aeronaves. El análisis publicado por Greenpeace International se produce días antes de que los líderes políticos y empresariales se dirijan a Davos para asistir al Foro Económico Mundial de 2023, con el objetivo señalado de querer abordar la crisis climática y otras «crisis en curso» desde una «acción colectiva audaz».
“Si tenemos en cuenta que el 80 % de la población mundial nunca ha viajado en avión, pero sufre las consecuencias de las emisiones provocadas por estas bombas climáticas que son los jets privados, y que el Foro Económico Mundial afirma estar comprometido con el Acuerdo de París… pues nos encontramos ante una insoportable clase magistral de hipocresía. Los jets privados deben pasar a la historia si queremos tener un futuro verde, justo y seguro para todos. Los líderes mundiales deben predicar con el ejemplo y prohibir los jets privados y los vuelos de distancia corta claramente prescindibles”, agrega Schenk.
Para Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España, «Davos representa lo más perverso de un sistema socio-económico fallido: élites que intentan vender una imagen de sostenibilidad y de que están ahí para cambiar el mundo mientras concentran una riqueza y poder desproporcionadamente obsceno y se benefician a costa de la mayoría de las personas y del planeta, poniendo la vida en jaque».
Sin regulación en la UE
Los jets privados no están regulados en la UE, a pesar de que son el modo de transporte más contaminante del planeta en su relación entre pasajero y kilómetro. Por primera vez, en 2022, varios países de la UE, encabezados por Francia, comenzaron a solicitar una regulación europea de las emisiones de la aviación en toda la UE que incluya la problemática de los vuelos cortos innecesarios – con alternativa viable en tren – y de los jets privados.