A casi un mes y medio de que las costas gallegas se vieran asoladas por una invasión de pellets de plástico, la respuesta de la Xunta de Galicia continúa generando debate. Esta situación ha expuesto una falta de coordinación y compromiso efectivo por parte de la administración gallega en la gestión de este desastre ambiental.
Delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco
El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, manifestó su preocupación este miércoles, resaltando la necesidad de una acción conjunta para la recolección de los pellets en tierra. Blanco expresó su decepción ante lo que parece ser una falta de interés de la Xunta para integrar a los trabajadores del Estado en estas labores. Se estima que unas 26 toneladas de estos gránulos plásticos fueron vertidos al mar, y aún un 90% permanece en las aguas, una cifra alarmante que pone en evidencia la magnitud del problema.
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha reportado esfuerzos en la limpieza, con la participación de 300 personas, logrando retirar una fracción mínima del total de los residuos. Esta cifra contrasta con la gravedad del incidente y la cantidad de material aún presente en el medio ambiente.
Además, aunque ha habido una participación significativa de grupos medioambientales, ayuntamientos y voluntarios, y un apoyo logístico por parte de la aseguradora del buque responsable, estos esfuerzos parecen insuficientes frente a la magnitud del desafío.
Unas 26 toneladas de estos gránulos plásticos fueron vertidos al mar, y aún un 90% permanece en las aguas
Desde el Gobierno Central, la disposición a colaborar ha sido clara y constante
Blanco recalca que el Gobierno está listo para actuar, pero depende de la Xunta especificar "cuándo y dónde" se requiere su intervención. Esta falta de respuesta alimenta la percepción de que la Xunta no está comprometida en una solución conjunta y efectiva.
Esta situación no solo refleja una crisis medioambiental, sino también una crisis de gestión y responsabilidad por parte de la Xunta. La transparencia y eficacia en las operaciones de búsqueda son cruciales, y es preocupante que el Gobierno gallego no esté empleando todos los recursos disponibles. Además, la postura del Ejecutivo central, manteniendo su "mano tendida", subraya un intento de no ser señalado como responsable de la inadecuada gestión de esta crisis.
La Xunta de Galicia se enfrenta no solo un desastre ambiental, sino también un desafío en cuanto a su capacidad de gestión y cooperación efectiva. Es necesario que asuma un rol más activo y colaborativo para mitigar las consecuencias de este desastre y proteger el patrimonio natural de Galicia.