La Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR), sección española de la IRPA (Asociación Internacional de Protección Radiológica), señala que los móviles “podrían tener efectos no deseados en algunas personas debido a la exposición a la radiación electromagnética”. Reconoce que los límites normativos de exposición actuales no atienden a los indicios de efectos nocivos potenciales en personas sensibles o vulnerables, en “exposición prolongada o repetida a intensidades subtérmicas”.
Para llegar a esas conclusiones, la SERP alude a la reciente revisión ampliada y actualizada de la evidencia científica, de los riesgos cancerígenos, reproductivos y del desarrollo, del Servicio de Investigación del Parlamento Europeo (EPRS). Dicha revisión concluye que esas radiaciones “son probablemente cancerígenas para humanos, afectan claramente a la fertilidad masculina y posiblemente afectan a la fertilidad femenina”, así como “pueden tener posibles efectos adversos en el desarrollo de embriones, fetos y recién nacidos”.
Cómo minimizar la contaminación electromagnética del móvil
La SEPR aconseja a la población general una serie de medidas, entre otras: no aproximar el teléfono a la cabeza (usar altavoz o manos libres, primar mensajes de texto y voz); aproximarlo solo con la conexión establecida y cambiarlo de oído; limitar el número y duración de llamadas; evitar el contacto directo del móvil con el cuerpo (no llevarlo en el cinturón o bolsillos del pantalón o camisa); evitar las llamadas telefónicas al viajar (tren, automóvil); evitar llamadas con mala cobertura (ascensores); ponerlo en modo avión cuando no se vaya a llamar (esto evita el envío permanente de señales intensas y un consumo energético innecesario); no usar accesorios y fundas que bloqueen la emisión; alejar el teléfono durante el sueño o desconectarlo (en modo avión y sin wifi); evitar la exposición a la luz azul (especialmente durante la noche suspender el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse); derivar las llamadas de móviles e inalámbricos al teléfono fijo; llamar a través del router -dispositivo con cable ethernet-; limitar el envío y reproducción de archivos grandes (si va a ver una película en su dispositivo, mejor descargarla previamente y verla en modo avión).
En el caso de niñas y niños, la SEPR recuerda su mayor vulnerabilidad potencial y solicita supervisarles y limitarles el uso de teléfonos móviles. En caso de necesidad, aconseja facilitarles un dispositivo deshabilitado (modo avión, sin wifi, ni Bluetooth) con los contenidos previamente cargados.
Asimismo, remite a recomendaciones de diversas agencias gubernamentales responsables de la protección de la salud infantil, y organismos como la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP): «evitar la exposición de los niños a teléfonos celulares y otros dispositivos que emiten radiación electromagnética” y “retrasar el uso de teléfonos móviles para niños, si es posible hasta la edad de 14 años”.
La contaminación del wifi
La SEPR desaconseja permanecer tiempo en la proximidad del router y recomienda apagarlo cuando no se usa. Otras entidades de la IRPA, como las 17 sociedades científicas de protección radiológica iberoamericanas incluidas en la CIPRACEM, o agencias estatales como el Comité Nacional Ruso de Protección Contra las Radiaciones No Ionizantes, aconsejan primar la conexión por cable, evitando el wifi, especialmente en el ámbito educativo e incluso, en el caso de la CIPRACEM, apuestan por un acceso a la conexión por cable en lugares públicos, plazas y avenidas (conectores RJ-45).
Los consejos de la SEPR, presentados en el Congreso Iberoamericano de Magnetobiología en Madrid, el pasado mes de noviembre, coinciden y se complementan con los de las sociedades científicas de radioprotección mencionadas, colegios médicos europeos, como en la Declaración de Nikosia, y numerosas agencias sanitarias de diferentes países, en la línea solicitada por la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
También indica que “los efectos de las ondas milimétricas utilizadas en telefonía 5G todavía están poco estudiados”.
Ecologistas en Acción expone que, por este motivo, el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo (EPRS) ya solicitó en 2021 una moratoria de las Ondas Milimétricas del 5G en su estudio sobre 5G y salud.
Julio Carmona, portavoz de la organización, recuerda que dicha propuesta de moratoria está recogida en la Iniciativa Ciudadana Europea STOP 5G, desarrollándose actualmente.
Ecologistas en Acción solicita a las distintas administraciones sanitarias y educativas que atiendan a estas alertas y difundan dichos consejos proteccionistas de la SEPR (y aquellos que los complementen) en el ámbito de los dispositivos inalámbricos y electrónicos en general. “Necesitamos caminar hacia un uso autorregulado de la tecnología digital que sea sobrio, biocompatible, decrecentista, anticonsumista, crítico y ético”, concluye Carmona.