Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones a los borradores del Plan Extremeño de Movilidad Sostenible que ha sacado a exposición pública la Junta de Extremadura. La organización critica «el cortoplacismo y la falta de visión que muestra la Junta de Extremadura en su planteamiento de desarrollo de un plan de movilidad sostenible, ya que el ejecutivo regional sigue hablando de crecimiento económico en un contexto de crisis energética que lo imposibilita, dada la escasez y la carestía de los combustibles fósiles y la obligatoriedad de su abandono, pero también hay que descartar la posibilidad de un crecimiento económico a medio plazo si se tiene en cuenta la escasez de las materias primas estratégicas para la transición en la movilidad, tales como el litio, el cobalto y otros minerales escasos».
Según la organización, en el diagnóstico sobre la movilidad en Extremadura la Junta deja entrever «su escaso interés por el transporte público ferroviario, ya que en su análisis no se menciona el lamentable estado de la red ferroviaria extremeña, crucial para desarrollar un verdadero plan de movilidad sostenible». Dicen que tampoco se menciona «el vergonzoso hecho» de que Extremadura es una de las pocas regiones de España que no cuenta con un sólo kilómetro de línea electrificada, «lo cual es mucho más grave dado que la región produce y exporta entre 3 y 4 veces la energía eléctrica que consume». Esto constata, recuerdan, que Extremadura «es una colonia energética sin ningún tipo de retorno en forma de servicios públicos».
Hasta cinco alternativas
En el borrador de la Junta se analizan varias alternativas, todas ellas en estado puro, la no intervención, la intermodal, la de transporte público, la del vehículo eléctrico y la movilidad activa no motorizada.
Reconocen que la alternativa más realista y eficiente es la intermodal, pero con un elevado porcentaje dedicado al transporte público impulsado por energías renovables, «porque como la propia Junta de Extremadura reconoce es más eficiente energéticamente que el transporte individual». Pero explican que, en el borrador, «la Junta manifiesta de forma ambigua su incapacidad para desarrollar un sistema de transporte público eficiente y que surta de servicios a toda la población».
Además critican que las puntuaciones que se otorgan a las distintas alternativas de movilidad no se corresponden con la realidad y que además resultan arbitrarias. No entienden «cómo se han establecido estas puntuaciones ni por qué resulta mejor puntuada la alternativa intermodal que la alternativa de transporte público respecto a la afección a la atmósfera, el ahorro y la eficiencia energética o la mitigación del cambio climático entre otras consideraciones». Tampoco comprenden que si la alternativa del vehículo eléctrico está peor puntuada que las otras en muchos aspectos, incluyendo el de la dinamización económica, la Junta siga insistiendo en el impulso del vehículo eléctrico en la región en detrimento del transporte público.
Para la organización este Plan de Movilidad Sostenible muestra tan poca ambición «como el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima, que propone una ridícula reducción de la emisión regional de gases de efecto invernadero del 10% en 2030 respecto a 2017, cuando la propia Unión Europea está proponiendo una reducción del 55% en la emisión GEI respecto a 1990, año de referencia con muchas menos emisiones que el 2017″.
Otro de los puntos del desacuerdo de los colectivos es que, en Extremadura, existe la Estrategia regional para el impulso del vehículo eléctrico (Horizonte 2018-2030), «pero no existe un plan homólogo para impulsar el ferrocarril y ese hecho da cuenta de la escasa ambición que tienen para impulsar una movilidad verdaderamente sostenible».
Por todo ello, demandan a la Junta de Extremadura que desarrolle un Plan de Movilidad Sostenible «ambicioso y realista, basado en el transporte público, en la restauración de los servicios ferroviarios, en la electrificación de las líneas de ferrocarril y en la realización de infraestructuras públicas planificadas para alimentarlas mediante energías renovables y en la introducción del transporte colectivo alimentado por motores con pila de hidrógeno en aquellos servicios que no puedan cubrir las líneas ferroviarias».