La reunión de la Plataforma Stop Fórmula 1 Madrid con representantes de IFEMA "para conocer con más detalle el desarrollo del proyecto del circuito urbano de Fórmula 1 en Madrid", ha llevado a la organización a matenerse firme en su convencimiento "de los graves problemas que ocasionará la explotación del circuito y está dispuesta a poner en marcha todo tipo de acciones legales, jurídicas y ciudadanas para evitar que se finalice su construcción y puesta en marcha".
Desde la plataforma expresan su "desconfianza ante la falta de compromisos escritos y la contradicción de muchas de las cuestiones planteadas con la documentación del proyecto".
Durante la reunión, señalan que IFEMA se comprometió "a la no realización de conciertos en el recinto del circuito y a no continuar con los trabajos nocturnos de construcción, algo que la Plataforma había denunciado y saluda como un pequeño fruto de la movilización social". Sin embargo, "ante los incumplimientos de promesas similares en otros asuntos, como los relacionados con los festivales en los aparcamientos de IFEMA", la plataforma permanecerá vigilante y dispuesta a exigir que se priorice el bienestar del vecindario. En particular, sus discrepancias se resumen en seis aspectos de los tratados en la reunión.
La leyenda urbana de que no se usará dinero público
IFEMA afirma que “en ningún momento se utilizará dinero público” para este proyecto. Esta afirmación "no se ajusta a la realidad. IFEMA es una entidad participada en un 62% por instituciones públicas: el Ayuntamiento de Madrid (31%) y la Comunidad de Madrid (31%). Esto significa que su operativa, su financiación y sus compromisos económicos tienen en gran medida carácter público. Además, "existen aportaciones directas y beneficios fiscales que también deben ser considerados como recursos públicos indirectos", indican desde la plataforma.
Falsa autonomía financiera de IFEMA
Asimismo, señalan que, durante el encuentro, "se nos trasladó que IFEMA tiene fondo de caja suficiente para abordar este proyecto". Sin embargo, dicen que, según su Memoria Económica de 2024, "IFEMA acumula una deuda a largo plazo de 292 millones de euros, además de diversos compromisos financieros a corto plazo. Estos datos contradicen la supuesta autosuficiencia financiera y plantean dudas sobre el impacto económico real de esta inversión, que con mucha probabilidad acabará siendo asumido, como ya ocurrió en Valencia, por las administraciones públicas. Además, hay que recordar que en la licitación inicial quedó desierta: que ningún grupo privado vea rentable el proyecto plantea enormes dudas sobre su viabilidad sin aportaciones de fondos públicos".
Obras mucho más invasivas de lo anunciado
Por otro lado, la plataforma fue informada de que la fase “más intrusiva” de las obras será el reasfaltado de 1.400 metros de la calle Ribera del Sena, incluyendo cambios en alcantarillado, rotondas y medianas. Sin embargo, el análisis del trazado del circuito y de la documentación urbanística demuestra que las afecciones reales serán mucho más extensas.
La construcción del circuito exige la transformación de infraestructuras, instalación de barreras de seguridad, montaje de gradas, sistemas de cableado y tecnología de cronometraje, iluminación, etc. Estas actuaciones generarán molestias persistentes durante meses, muy alejadas de los plazos optimistas que plantean en IFEMA. Además, la presencia de gradas en suelo público y sus accesos también afectarán a la movilidad en todo el entorno.
Ruidos: el gran impacto subestimado
Según IFEMA, "los ruidos sólo afectarán a la zona de Las Cárcavas, donde se prevé la instalación de pantallas acústicas de hasta 5 metros de altura". En cambio, esta visión "ignora la realidad física del sonido que, especialmente en eventos de alta intensidad como una carrera de Fórmula 1, se propaga a varios kilómetros a la redonda, afectando a los barrios circundantes".
El ruido generado afectará especialmente a niños menores de 5 años (grupo reconocido oficialmente como vulnerable por la propia organización), personas mayores, personas neurodivergentes y también a mascotas, por lo que califican de "inaceptable que se minimice una afección con un potencial tan grave sobre la salud y la convivencia vecinal".
Daños al arbolado
IFEMA ha reconocido, según la versión de la plataforma, que se verán afectados unos 700 árboles, de los cuales 659 serán “replantados” y 30 directamente talados. Sin embargo, la tasa de supervivencia de estos ejemplares trasplantados "es bajísima".
La reposición de arbolado maduro por plantones no garantiza la preservación de los beneficios ambientales que aportan estos árboles (sombra, absorción de CO2, mejora de la biodiversidad, regulación térmica, filtrado de contaminantes) por lo que "Madrid no puede permitirse perder más masa arbórea, especialmente en un contexto de emergencia climática", critican.
Movilidad: un nuevo déficit informativo
Uno de los aspectos más sensibles para la ciudadanía, los problemas para la movilidad urbana, carece a día de hoy de información concreta. No se han presentado estudios de tráfico, ni planes de desvíos, accesos peatonales, transporte público alternativo ni medidas para mitigar los efectos sobre la circulación durante los meses de obras, la celebración del evento ni su desmontaje. Esta ausencia de datos representa un grave déficit de transparencia y planificación, y vuelve a poner de manifiesto que el proyecto se está desarrollando sin una visión integral de sus consecuencias sobre la ciudad.
Un proyecto frágil, opaco e injustificado
Los problemas que detectan desde la Plataforma STOP Fórmula1 Madrid no son puntuales ni menores. "Son estructurales y afectan a la legitimidad misma del proyecto".
Así, destacan la falta de transparencia. "IFEMA ofrece información parcial y sesgada, sin documentos completos ni memoria global del proyecto. Se evita una evaluación seria por parte de la ciudadanía".
La ausencia de un plan financiero riguroso es otra de las preocupaciones. "No hay un proyecto definitivo ni un modelo económico solvente. IFEMA tiene una deuda considerable y no puede garantizar por sí sola la financiación. Acabará recayendo sobre los contribuyentes". Además, diversas voces expertas advierten de que este tipo de eventos, financiados en gran medida con recursos públicos, rara vez mejoran el entorno urbano y a menudo lo empeoran.
Por último, los cambios continuos en el proyecto. La constante modificación de elementos clave (trazado, calendario, obras, usos) refleja una alarmante falta de planificación y un modelo urbano impulsado desde la improvisación y no desde la responsabilidad institucional.
Desde la Plataforma STOP Fórmula1 Madrid reiteran que este proyecto "se está impulsando sin transparencia, sin participación ciudadana y aplicando un modelo de ciudad basado en el espectáculo que atraiga visitantes frente a la calidad de vida y el bienestar de las personas residentes".