La producción saludable, clave para el suministro sostenible de biomasa

Un nuevo informe del Centro Común de Investigación exige una gobernanza más coherente y medidas urgentes para garantizar que la producción y el uso de biomasa sean compatibles con los límites ecológicos y los objetivos políticos de la UE

27 de Junio de 2025
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La biomasa es nuestro alimento y forraje. Puede transformarse en materiales y energía, pero extraerla para los productos de los que dependemos tiene consecuencias ambientales. | Foto: Volodymyr - stock.adobe.com 2025
La biomasa es nuestro alimento y forraje. Puede transformarse en materiales y energía, pero extraerla para los productos de los que dependemos tiene consecuencias ambientales. | Foto: Volodymyr - stock.adobe.com

Si bien la producción y extracción de biomasa en la UE sigue creciendo, su viabilidad a largo plazo está en riesgo debido al deterioro de las condiciones de los ecosistemas. Un nuevo informe del Centro Común de Investigación (JRC) DE la UE exige una gobernanza más coherente y medidas urgentes para garantizar que la producción y el uso de biomasa sean compatibles con los límites ecológicos y los objetivos políticos de la UE . 

Biomasa agrícola: se necesita una acción regenerativa  

La agricultura es la principal fuente de biomasa en la UE, lo que garantiza un alto grado de autosuficiencia con tan solo el 3% de las importaciones netas. La producción ha aumentado ligeramente en las últimas dos décadas debido a los cambios en las prácticas de gestión agrícola. Actualmente, más del 60% de la biomasa agrícola, como los granos y cereales, se utiliza para piensos. Sin embargo, según el Informe sobre Biomasa del JRC, sólo el 24% de los ecosistemas agrícolas de la UE se encuentran en buen estado, mientras que el 53% se encuentran en condiciones moderadas y el 23% en malas condiciones.

Las prácticas regenerativas y los ajustes en la gestión del territorio podrían mejorar esta situación al restaurar las funciones ecológicas y, al mismo tiempo, mantener la productividad. Además, los cambios en la dieta y las alternativas a los alimentos de origen animal podrían permitir que la tierra y la biomasa estén disponibles para otros usos. Por ejemplo, se pueden utilizar para reemplazar materias primas no renovables en la fabricación de textiles, materiales de construcción y productos químicos.  

Bosques: Es necesario mejorar los ecosistemas forestales y tomar medidas contra la disminución de los sumideros de carbono 

El informe muestra que, si bien las condiciones de los bosques han mejorado en 33 ecosistemas forestales, su situación ha empeorado significativamente en el norte de Escandinavia, los Cárpatos y la Península Ibérica.  

Como resultado de la actividad humana, menos del 3% de las áreas forestales en Europa se clasifican actualmente como bosques primarios o maduros. En contraste, más del 70% de los bosques europeos son de edad regular, lo que pone de manifiesto un alejamiento de las estructuras forestales naturales de edad irregular, lo que, según investigaciones científicas, afectaría negativamente la resiliencia de los ecosistemas forestales y la adaptación al cambio climático.  

Según simulaciones de modelos de crecimiento forestal, que asumen que persiste la tendencia actual de crecimiento del PIB del 2%, podríamos enfrentarnos a un aumento de la demanda de madera en rollo del 30 % para 2050, en comparación con las cifras de 2020. Con los regímenes forestales actuales, esto podría resultar en una demanda de madera que supere la oferta interna disponible de la UE en un 6%.  

Esto también tendría profundos impactos negativos en la capacidad de los bosques para absorber CO₂ . En este escenario, la contribución de los bosques como sumideros de carbono disminuiría aún más, en torno a un 37% para 2050, con respecto a 2020. Esto podría impedir que la UE alcance sus objetivos para los sectores de uso de la tierra y silvicultura en virtud del Reglamento LULUCF . 

Las prácticas sostenibles de gestión del suelo y los programas de cultivo de carbono podrían ayudar a mitigar la degradación de los ecosistemas. Entre ellas se incluyen la ampliación del período de rotación forestal entre ciclos de cosecha, la plantación de diversas especies arbóreas, la consideración de los impactos del cambio climático en el crecimiento forestal, la restauración de turberas, la modificación de las prácticas agrícolas y la mejora de los espacios verdes urbanos. 

Comercio de biomasa: deforestación más allá de las fronteras de la UE 

La huella de biomasa de la UE trasciende sus fronteras, con importaciones de productos básicos como la soja, el cacao, el aceite de palma y el café vinculadas a la deforestación y la conversión de regiones ricas en biodiversidad en tierras de cultivo. Esto resulta en una externalización de la huella de suelo de la UE (la tierra utilizada para producir estos productos) de aproximadamente 27 millones de hectáreas, casi la mitad del tamaño de España. Además, la deforestación asociada a las importaciones de productos alimenticios de la UE ha provocado una pérdida significativa de biomasa forestal. 

Para abordar este problema, el Reglamento de la UE sobre productos libres de deforestación  busca frenar la deforestación causada por el consumo de productos básicos clave y mejorar la transparencia de la cadena de suministro mediante la debida diligencia. Este reglamento tiene el potencial de impulsar cambios sustanciales en las cadenas de suministro y fomentar prácticas comerciales sostenibles a nivel mundial.  

Pesca: progreso limitado  

En el sector marítimo, se ha avanzado hacia una pesca más sostenible, lo que ha permitido la recuperación de los ecosistemas. La proporción de poblaciones de peces capturadas al rendimiento máximo sostenible o por debajo de él ha aumentado del 28% al 70 % entre 2003 y 2022. Esto está en consonancia con los objetivos de la política pesquera común y permitirá la recuperación gradual de la pesca a lo largo del tiempo. 

El potencial de las algas marinas 

Las algas ofrecen una fuente de biomasa que no requiere tierra, agua dulce ni fertilizantes, y contribuyen a la absorción de carbono. Durante la última década, la demanda de algas ha crecido rápidamente, impulsada por sus posibles usos en piensos y suplementos alimenticios, productos farmacéuticos y biocombustibles.  

Si bien la producción mundial de algas depende en gran medida del cultivo, la UE sigue dependiendo principalmente de la recolección silvestre. Explorar la posibilidad de cultivar algas en nuestro mar, mejorar la legislación del sector, apoyar a las empresas para ampliar la producción y optimizar las cadenas de suministro, así como cerrar la brecha de conocimiento, datos e innovación, podría ayudar a abordar los problemas en este ámbito. 

Flujos de residuos: más potencial para la circularidad 

Los residuos son fundamentales para la circularidad. El 90 % de los residuos en la UE se recoge actualmente para otros usos, gracias a la Directiva Marco sobre Residuos y al significativo aumento de la recuperación de residuos domésticos en los últimos 10 años. Además, la recuperación de biorresiduos para la generación de energía se ha duplicado en la última década en la UE, debido principalmente al crecimiento de la producción de biogás y biometano. Sin embargo, la recuperación de residuos no ha reducido nuestra extracción de biomasa de fuentes primarias, lo que subraya la importancia de una economía verdaderamente circular. 

Del conocimiento a la gobernanza 

Si bien los sectores de base biológica aportan valor económico, también conllevan un alto coste ecológico. El informe destaca diversos enfoques de gestión territorial y ecosistémica para abordar estos problemas. Estas acciones sectoriales podrían impulsar la transición hacia una gestión más regenerativa o resiliente de los recursos naturales.  

Para alcanzar los objetivos ambientales y económicos de la UE será necesario alinear la producción con los límites locales y planetarios, reconociendo al mismo tiempo que la sostenibilidad, no solo el crecimiento, debe guiar el futuro de la política de biomasa. 

La demanda de biomasa está aumentando a nivel mundial. Reconociendo la necesidad de un enfoque integral y científicamente sólido para evaluar el estado y las tendencias de las fuentes y usos de la biomasa, el JRC recibió el mandato de proporcionar datos, modelos y análisis sobre la oferta y la demanda de biomasa en la UE y a nivel mundial, así como sobre su sostenibilidad ambiental, social y económica.  

Esta edición del Informe sobre biomasa marca el décimo aniversario del Mandato de Biomasa del JRC y proporciona una revisión exhaustiva de las fuentes, los usos y las implicaciones de sostenibilidad del sistema de biomasa de la UE durante la última década. 

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