La sobreexplotación del agua en la cuenca del Ebro dispara la alerta

Un reciente informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro, resultado de la revisión de las dotaciones de riego para el plan hidrológico del cuarto ciclo (2028-2033), corrobora la creciente presión sobre los recursos hídricos de la cuenca

15 de Noviembre de 2024
Actualizado a la 13:14h
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Río Ebro a su paso por Zaragoza. | Foto: David Abián-Wikipedia
Río Ebro a su paso por Zaragoza. | Foto: David Abián-Wikipedia

SEO/BirdLife ha alertado de la sobreexplotación del agua en la cuenca del Ebro, especialmente en las zonas de Aragón y Lleida, debido al uso intensivo de este recurso principalmente en regadíos y en la ganadería intensiva, como las macrogranjas.

En un reciente estudio, la Confederación Hidrográfica del Ebro plantea una reducción media del 12% en las dotaciones de riego para el cuarto ciclo de programación del Plan Hidrológico (2028-2033). Según se apunta en dicho informe, este ajuste es crucial para enfrentar la creciente demanda de agua en la agricultura y la ganadería, que representa el 92 % del consumo total de la cuenca, alcanzando los 8.052,94 hm³ anuales.

Según datos catastrales y concesionales cotejados por la organización conservacionista, la superficie de regadío en la cuenca del Ebro se ha duplicado en 25 años alcanzando actualmentelas 924.424 hectáreas, mientras que en 1998 suponía 455.381 hectáreas. De hecho, en 2016, más del 90 % del consumo de agua en la demarcación hidrográfica del Ebro se produjo en el regadío. "Las mayores superficies se concentran en los afluentes de la margen izquierda o norte del Ebro y los propios márgenes del río, aunque existen regadíos en toda la cuenca, hasta el punto de que la margen derecha se encuentra absolutamente agotada e incluso algunas subcuencas sobreexplotadas por los regadíos", advierte Cristina Sánchez, delegada de SEO/BirdLife en Cataluña.

"Desde hace años, estamos advirtiendo del incremento en el uso de agua de la cuenca para regadíos a un ritmo insostenible ligado al incremento de la superficie a regar y la tipología de cultivos, en especial los que precisan de mayor dotación de agua", alerta Sánchez, refiriéndose a cultivos de maíz y alfalfa, entre los herbáceos, y a los frutales como manzano, peral, cerezo, ciruelo, melocotonero y albaricoquero, frente al almendro, olivar o viña, con menores requerimientos hídricos. Esto se ha producido particularmente "en las regiones más áridas de la cuenca del Ebro en Aragón y Cataluña", añade..

Ganadería también en alza

Se trata de una tendencia que se reproduce a nivel nacional: en la última década, la superficie de regadío ha aumentado del 19,8 % al 22,2 % de la superficie cultivada del país, agravando la presión sobre los recursos hídricos.

Por este motivo, SEO/BirdLife manifiesta su profunda preocupación por el cambio de usos y la disponibilidad hídrica, que se verá agudizada ante la disminución de lluvias en periodos de sequía "Instamos a las autoridades para que asesoren y apoyen a  los agricultores en la adopción de prácticas más sostenibles y en implementar tecnologías de riego más eficientes, así como en ofrecer alternativas  de cultivos que requieran menos agua y revisar la superficie destinada a los que más agua consumen", reclama Cristina Sánchez.

Por otro lado, también la ganadería intensiva, principalmente la porcina, ha experimentado un crecimiento acelerado en la cuenca del Ebro en los últimos 20 años. Según los censos agrarios del Instituto Nacional de Estadística y el Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT), respectivamente, en Aragón se ha incrementado un 122 % las cabezas totales de porcino entre 2004 y 2024, mientras que en Cataluña (provincias de Lleida y Tarragona), el incremento ha sido del 52 % de 1999 a 2020.

Falta de planificación integral

Igualmente, la organización ambiental critica la falta de planificación integral de la cuenca del Ebro con el resto políticas. "Es fundamental alinear todas las políticas de cada comunidad autónoma con la disponibilidad hídrica futura, en especial en lo referente a la agricultura y ganadería, infraestructuras, urbanismo o turismo, si no siempre va a haber una confrontación por el agua como recurso necesario para el desarrollo económico, dejando de lado la conservación de la biodiversidad", recalca Sánchez. 

Un ejemplo de esto es el proyecto de transformación al regadío Segarra-Garrigues (todavía en desarrollo), con una previsión de dotaciones de 6.500 metros cúbicos por hectárea y año, en una superficie de 29.897 ha, y para las que ahora se plantea una reducción a 4.064 metros cúbicos por hectárea y año. El resto de la transformación es a riego de apoyo. En este sentido, hay que recordar que antes de la aprobación de este proyecto de transformación ya se disponía de modelos de previsión que indicaban una disminución de la disponibilidad hídrica.

Para la delegada de SEO/BirdLife Cataluña, "también es fundamental revisar la eficiencia de los regadíos, ya que, por ejemplo, en el caso de Segarra-Garrigues, se pierde el 20 % del agua que llega finalmente a los cultivos, mientras que, en el caso del resto de los grandes canales de riego, el porcentaje de pérdidas se incrementa notablemente, apuntando el estudio a que de cada 100 metros cúbicos sólo se utiliza el 60 o 70 %". En un contexto de déficit hídrico y clima mediterráneo, es inadmisible que se pierda entre un 30 o 40% del agua destinada al riego.

Por ello, "es muy importante revisar las medidas de la Política Agrícola Común (PAC) aplicadas en la cuenca del Ebro, para acompañar a la adaptación al cambio climático, mejorando a medio plazo la tipología de los cultivos, la eficiencia del riego para reducir los consumos, ante una situación que apunta a una disminución en la disponibilidad hídrica en la cuenca", considera Sánchez.

Finalmente, la organización también hace una llamada a las comunidades locales para que se involucren en la protección de los recursos naturales y la biodiversidad, esenciales para el equilibrio ecológico y el bienestar de las futuras generaciones. Según el Ministerio para la Transición Ecológica los cambios en el uso del suelo, como la intensificación agraria y ganadera y el aumento del regadío, son una de las principales amenazas para el patrimonio natural y la biodiversidad en España. 

Igualmente, el estudio 'Evolución de las poblaciones de las aves comunes por hábitat en la España peninsular' de SEO/BirdLife, muestra una disminución de un 2,5 % en 20 años de las 109 especies de aves más comunes en la península Ibérica. En los medios agrícolas ha habido una tendencia negativa (-8 % en 15 años), posiblemente atribuible a una multitud de factores que, aunque de origen diferente, tienen consecuencias globalmente negativas, tales como el abandono de la agricultura tradicional con la matorralización del campo, la intensificación y tipologías agrícolas, el uso de plaguicidas y la disminución de la cabaña ganadera. Esta tendencia negativa ha sido mucho más intensa en medios agrícolas herbáceos (-17 % en 15 años) que en cultivos leñosos que siempre han estado sometidos a un intenso manejo (-0,4 % en 15 años).

 

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