Un grupo de 18 Estados miembros de la Unión Europea (UE) mandaron una carta a la Comisión Europea el pasado viernes en la que instaron a volver a simplificar y aplazar la aplicación de la ley europea de deforestación, prevista para finales de este año.
“Instamos a la Comisión Europea a que incluya rápidamente el reglamento sobre deforestación en sus planes de simplificación para garantizar una aplicación coordinada y eficaz del EUDR en toda la UE”, dice la carta, a la que ha tenido acceso EFE y que está dirigida al comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, y a la comisaria de Medioambiente, Jessika Roswall.
“A la espera de las propuestas de simplificación de la Comisión, podría ser aconsejable aplazar aún más la fecha de aplicación del reglamento”, añade.
Los países firmantes son Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia, principalmente por parte de sus ministros de agricultura.
El pasado mes de abril el Ejecutivo Europeo publicó aclaraciones y medidas para simplificar la aplicación de su normativa pionera para evitar que las importaciones de ciertas materias primas y productos derivados como el aceite de palma, el vacuno, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate generen deforestación en terceros países.
Dichas simplificaciones supondrían un ahorro estimado para las empresas del 30% en costes y cargas administrativas, al tiempo que garantiza una aplicación “sencilla, justa y rentable”, aseguraron.
Sin embargo, los ministros señalan en su carta que los requisitos impuestos por el reglamento “siguen siendo onerosos y no se justifican para los países con un riesgo insignificante de deforestación”.
Además, argumentan que las nuevas normas aumentarán el riesgo de que incrementen los precios de las materias primas y, por tanto, los costes de producción “con el riesgo asociado de que nuestros productores deslocalicen su producción fuera de la Unión Europea”.
Los países también añaden que “los requisitos de diligencia debida excesivos y redundantes deberían reducirse en los países en los que la expansión agrícola no esté reduciendo significativamente la superficie forestal”.
El reglamento contra la deforestación entró en vigor el 29 de junio de 2023, con el fin de que estuviese implementado a finales de 2024, pero en diciembre pasado la UE concedió un período de aplicación gradual adicional de 12 meses, de manera que será aplicable el 30 de diciembre de 2025 para las grandes y medianas empresas y el 30 de junio de 2026 para las pequeñas.
Irresponsabilidad
WWF ha alertado de que la votación de ayer en el Parlamento Europeo en la que se ha aprobado una enmienda al sistema de evaluación comparativa de países de la Comisión Europea en el marco del Reglamento de la UE sobre Deforestación (EUDR) es una "medida irresponsable contra una de las leyes medioambientales más emblemáticas de la UE".
La enmienda, presentada por el eurodiputado Alexander Bernhuber del PP europeo (PPE), cuestiona los criterios de clasificación de riesgos esenciales para la aplicación de la ley porque introduce una categoría de «riesgo insignificante o riesgo nulo» que no aparecía en el texto legal del EUDR.
Además, la aplicación de esta enmienda exigiría una revisión de la ley, lo que retrasaría aún más su aplicación, supondría más cargas para las empresas que ya han establecido sistemas y socavaría la seguridad jurídica que las empresas necesitan urgentemente. También debilitaría la capacidad de la UE para actuar con decisión ante la pérdida del clima y la biodiversidad y la vulneración de los derechos humanos de las comunidades más afectadas por esta problemática.
"Consideramos que el Parlamento parece estar ciego ante la actual crisis climática, poniendo en riesgo la credibilidad del Reglamento Europeo de Deforestación Importada (EUDR) y el liderazgo climático de la UE, y enviando una señal equivocada en el peor momento posible, cuando las tasas de deforestación mundial están fuera de control. La Comisión Europea debe ahora mantener el rumbo y aplicar el Reglamento, y no dejarse distraer por estas poses de grupos conservadores y de derechas", sostiene la organización.
Sólo en 2024, en la Amazonía se han registrado más de 140 000 incendios
Por otro lado, la votación llega en un momento crítico. Sólo en 2024, en la Amazonía se han registrado más de 140 000 incendios, y cada minuto se pierden 30 campos de fútbol de bosques en el mundo. La deforestación no solo daña el medio ambiente, también pone en riesgo la agricultura, la seguridad alimentaria, los derechos humanos y el clima. El año pasado fue uno de los más calurosos jamás registrados, con incendios, inundaciones y sequías. "Todo esto muestra la urgencia de aplicar con firmeza el Reglamento de la UE sobre Deforestación (EUDR), porque los bosques son una de nuestras mejores defensas frente a la crisis climática", argumentan desde WWF.
No hay que olvidar que este Reglamento fue un logro histórico -respaldado por 1,2 millones de ciudadanos, numerosas empresas y organizaciones de la sociedad civil- que demostró que la UE se toma en serio la limpieza de sus cadenas de producción y suministro. "Debilitarla ahora no sólo es irresponsable, sino que está peligrosamente fuera de sintonía con la ciencia y las expectativas públicas, poniendo en duda la voluntad de los Estados miembros y las instituciones de la UE de actuar realmente contra la deforestación. Cualquier marcha atrás ahora, bajo la presión de intereses políticos estrechos, corre el riesgo de erosionar ese legado antes incluso de que comience su aplicación", explican.