Ecologistes en Acció del País Valencià exige medidas contra el abandono de la actividad agraria en zonas de montaña para evitar macroincendios

23 de Agosto de 2022
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Los bosques y matorrales mediterráneos son esenciales para evitar la erosión del suelo, atemperar las temperaturas, dar refugio y zonas de cría y alimento a la fauna, dotar de recursos aprovechables a la humanidad o fijar enormes cantidades de CO2, entre otras muchas funciones esenciales para la vida y la lucha contra el cambio climático.

A lo largo de este verano estamos comprobando cómo los macroincendios arrasan miles de hectáreas de suelo de alto valor forestal y ecológico en la Comunidad Valenciana, con situaciones muy adversas y peligrosas (temperaturas que superan los 40 grados, baja humedad, fuertes vientos y cambiantes…). Las causas son diversas. A las de origen humano debidas a negligencias (colillas, quemas y chispas de origen agrícola, soldaduras, tendidos eléctricos, hogueras o vertederos ilegales, que suponen el 90% de los incendios) se le suman las de origen natural (tormentas fundamentalmente) como el caso de la Vall d’Ebo en Alicante o en el de Bejís en Castellón.

Despoblación rural y actividad agraria

La despoblación rural y, sobre todo, el abandono de la actividad agraria y ganadera extensiva en las zonas de montaña ha creado grandes masas forestales sin los espacios de discontinuidad que suponían los campos cultivados y los pastos, lo que se favorece los macroincendios incontrolables.

Según Ecologistes en Acció del País Valencià, "intentar parar estos incendios resulta muy difícil y es necesario crear medidas sociales previas y sistemas de actuación donde se pueda prevenir y actuar".

Por ello, el asunto requiere de una serena y profunda reflexión sociopolítica dado que la situación forestal y agrícola ha variado sustancialmente en los últimos lustros.

Desburocratizar la respuesta ante incendios

Entre las ideas a abordar con urgencia, explican, destaca la necesidad de "una rápida capacidad de respuesta, no burocratizada, con actuaciones permanentes en el tiempo de gestión medioambiental que tenga en consideración las actuales tendencias de cambio climático. Es fundamental apagar los fuegos en las primeras horas".

También ponen el acento en que enfrentarse a este tipo de incendios requiere de "más efectivos, recursos y mayor amplitud de contratos anuales de brigadas forestales con una formación transversal que se coordinen con los efectivos de bomberos, servicios de seguridad, UME, vigilancia y agentes forestales y los propios habitantes de las zonas rurales".

Principios de reforestación no agresivos

Respecto a cómo actuar en materia de reforestación en las zonas afectadas, son partidarios "de principios de reforestación no agresivos, con intervención mínima en primeros años para que la regeneración sea lo más natural posible, donde el principio básico sea la preservación del suelo".

Pero todo ello no será posible sin políticas que promuevan una adecuada valoración económica y social de la agricultura de montaña y de la ganadería extensiva -especialmente ecológica-, "que favorezcan el mantenimiento y recuperación de zonas cultivadas y pastos que, además de enriquecer la biodiversidad y mejorar el paisaje, actúen como áreas de cortafuego", comentan.

Aprovechamiento racional de la biomasa

De forma paralela, señalan la creación de planes de ordenación para favorecer el aprovechamiento racional de la biomasa y de los recursos propios del monte como las plantas aromáticas o el resineo. "Se deben anular los planes del modelo agroforestal, que no apoyen la ganadería extensiva, donde la PAC se ponga al servicio del medio rural y de la prevención de incendios forestales de forma sostenible y con el respeto a la biodiversidad natural".

Educación Ambiental

La educación ambiental es otra aliada en esta batalla, pero "debe estar integrada en el sistema educativo formal escolar en primaria y secundaria, con difusión de la normativa y funcionamiento de los bosques, y de las consecuencias de los incendios", aunque también consideran necesarios "cursos formativos para funcionarios públicos, población o habitantes eventuales sobre cómo actuar sobre el medio natural previamente a las situaciones de riesgo y también una vez iniciado el incendio".

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