Las organizaciones firmantes, que representan a más de 2,1 millones de personas trabajadoras en empleo informal de todo el mundo, hacen un llamamiento a los gobiernos para que las políticas públicas prioricen el futuro de esta población ocupada. Son esenciales en su respuesta a la crisis climática y ante el desorbitado encarecimiento del costo de la vida.
Las políticas laborales y los sistemas de protección social diseñados para ayudarnos a enfrentar catástrofes climáticas son cruciales para nuestra supervivencia y nuestros medios de subsistencia.
Las personas trabajadoras en empleo informal ya afrontaron grandes riesgos debido a la falta de protección laboral y social. Los efectos del cambio climático, como las condiciones meteorológicas extremas, una mayor contaminación y la falta de acceso a electricidad y agua, exacerban estos riesgos. Nos afectarán gravemente, sobre todo a las mujeres.
Para una buena parte, los espacios públicos y el domicilio son nuestros lugares de trabajo, por lo que incidentes como inundaciones, olas de calor y aumentos en los precios de la energía dañan su bienestar, sus viviendas y la seguridad de nuestros ingresos.
Por eso, exigen apoyo para adaptarse al cambio climático. “Es necesario para protegernos y preservar nuestros medios de subsistencia”, señalan desde WIEGO.
¿Qué es WIEGO?
Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO, por sus siglas en inglés) es una red global que busca mejorar las condiciones laborales de las personas trabajadoras –particularmente de las mujeres– en situación de pobreza en la economía informal. Creemos que todas las personas trabajadoras deberían tener igualdad de oportunidades y derechos económicos, contar con protección y tener una voz.
En junio de 2023, la Conferencia Internacional del Trabajo sostendrá una Discusión General sobre una “transición justa”. Es una oportunidad para que las personas trabajadoras en empleo informal seamos incluidas en el marco de transición justa elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Para la OIT, una transición justa significa ecologizar la economía de forma que sea justa e inclusiva, creando oportunidades de trabajo decente y sin dejar a nadie atrás.
El compromiso de no dejar a nadie atrás tiene que incluir a las personas trabajadoras en empleo informal. El 61 % de la población ocupada en el mundo tiene trabajos precarios y esta precariedad, principalmente centrada en mujeres, la encontramos en muchos puntos de las cadenas de suministro nacionales y mundiales que se verán afectadas por el cambio climático y las políticas laborales para una transición justa.
Las mujeres líderes de organizaciones de base de personas trabajadoras en empleo informal reclaman “un lugar en la mesa de negociación a nivel local y nacional”.
Reclaman a los gobiernos el 1º de Mayo
A reconocer la contribución de las personas trabajadoras en empleo informal en la reducción de las emisiones de carbono y en la mitigación de los efectos del cambio climático.
Las personas trabajadoras en empleo informal sirven como agentes de mitigación del cambio climático de diversas maneras: reducen las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y permiten al medioambiente absorber dióxido de carbono de la atmósfera.
Las mujeres del mundo son las que más reciclan
Las personas recicladoras, en su mayoría mujeres, reducen las emisiones de carbono y la contaminación gracias al reciclaje. Muchas personas trabajadoras en domicilio producen bienes con materias primas inocuas para el medioambiente, reutilizan materiales desechados y separan residuos electrónicos y otros.
Vendedoras ambulantes
Las personas vendedoras ambulantes y de mercado logran que la comida producida localmente y el agua potable sean más accesibles y asequibles en áreas de ingresos bajos. Las personas vendedoras ambulantes también venden artículos de segunda mano, por lo que actúan como agentes de la economía circular.
Mujeres trabajadoras del hogar
Las personas trabajadoras del hogar, el 75 % mujeres, son la columna vertebral de los sistemas de cuidado y, cuando los servicios públicos no llegan a satisfacer las necesidades, tienen que soportar el trabajo de cuidado que las catástrofes climáticas ocasionan cada vez con mayor frecuencia y severidad.
Medidas de protección social
Por eso, reclaman Introducir una combinación de medidas de protección social que incluyan la asistencia y la seguridad sociales. Estas medidas funcionarían como mecanismo de adaptación al cambio climático y permitirían a las personas trabajadoras en empleo informal enfrentar los desastres climáticos y la pérdida de trabajo o el desplazamiento resultantes. Dejar de invertir en la resiliencia al cambio climático creará entornos cada vez más precarios y más informalidad.
Protección social a las mujeres en el mundo
La expansión de la protección social a las personas trabajadoras en empleo informal debería basarse en la representación equitativa, la protección social universal y el financiamiento progresivo y sostenible.
Las instituciones financieras mundiales pueden apoyar a los gobiernos para proteger el gasto en asistencia social terminando con prácticas que resultan en medidas de austeridad, las cuales afectan de manera desproporcionada a las personas trabajadoras en situación de pobreza y vulnerabilidad y limitan el gasto público vital.
Requerir condiciones de trabajo seguras y saludables.
La OIT puede apoyar a los Estados miembros para que se comprometan a respetar y promover el derecho fundamental a un entorno de trabajo seguro y saludable, un principio que adoptó en 2022. Esto los alentaría a considerar el impacto de la crisis climática en el bienestar de las personas trabajadoras en empleo informal.
Cambio climático
Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes debido al cambio climático y, sumados a la falta de servicios básicos, dañan a las personas trabajadoras, su bienestar y sus medios de subsistencia. Las personas trabajadoras en empleo informal ya enfrentan las consecuencias del encarecimiento de las materias primas y de la energía, lo que no solo socava los ingresos de sus hogares, sino que puede limitar su acceso al empleo remunerado.
Los gobiernos en países con más emisiones deben asumir mayor responsabilidad para posibilitar una transición justa en los países con menos emisiones, que es donde la mayoría de las personas trabajadoras en empleo informal enfrentan los impactos de la crisis climática. Las personas trabajadoras en empleo informal exigimos justicia climática.