En una jornada que subraya la creciente preocupación por la situación de los menores migrantes en Canarias, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha realizado una visita a dos centros de acogida en Tenerife. La visita a los centros de Hoya Fría y La Orotava ha revelado de manera cruda la complejidad y urgencia del problema que enfrentan estos jóvenes.
Un panorama desolador en Hoya Fría y La Orotava
La primera parada de Gabilondo fue el centro de menores migrantes de Hoya Fría, uno de los más grandes en la red de acogida canaria. Posteriormente, se dirigió al centro de La Orotava, donde tuvo la oportunidad de observar de cerca las condiciones y necesidades de los niños y adolescentes allí alojados. La situación descrita por Gabilondo es de profunda preocupación: los menores viven en un estado de incertidumbre y desamparo, con una falta de expectativas y recursos que limita gravemente sus oportunidades.
Durante su visita, Gabilondo destacó la necesidad urgente de medidas estructurales para mejorar la atención y el bienestar de estos menores. "Es un problema que nos concierne a todos, no sólo a Canarias", afirmó el Defensor, señalando que la situación no puede ser resuelta solo con solidaridad puntual. En cambio, subrayó la necesidad de modificaciones legales y ajustes significativos en la gestión y recursos disponibles.
El vacío de la escolarización y la burocracia
Uno de los aspectos que más preocupó a Gabilondo fue la falta de escolarización de muchos de los menores en el centro de Hoya Fría. Según el Defensor, la educación es un derecho fundamental que está siendo comprometido debido a los problemas documentales y de identificación. Esta situación, según Gabilondo, no es simplemente un fallo administrativo, sino una violación grave de los derechos de los menores que requiere una solución inmediata y eficaz.
Además, Gabilondo subrayó que muchos de los menores migrantes, especialmente aquellos provenientes de Malí, necesitan protección internacional. La derivación a recursos específicos es crucial para garantizar que reciban la atención y el apoyo necesarios para su situación particular.
Una llamada a la responsabilidad y al respeto de los derechos humanos
En sus declaraciones, el Defensor del Pueblo hizo hincapié en que no se debe hablar de un “reparto” de menores, sino de una reubicación respetuosa y digna. Esta terminología, según Gabilondo, envía un mensaje erróneo y deshumaniza a los jóvenes afectados. En lugar de ser tratados como mercancías, los menores deben ser considerados y tratados como seres humanos con derechos inalienables.
Gabilondo también advirtió contra el uso de la situación migratoria como un elemento de confrontación política. La comercialización de los derechos humanos es inaceptable y no debe ser un recurso para ganar puntos políticos. La situación requiere una cooperación seria y un enfoque que priorice los derechos y el bienestar de los menores sobre los intereses partidistas.
La visita de Ángel Gabilondo a los centros de acogida en Tenerife ha puesto de manifiesto la necesidad de una respuesta integral y estructural ante la crisis de los menores migrantes en Canarias. La solidaridad y la acción política responsable son fundamentales para abordar esta situación con el respeto y la eficacia que merece. Mientras se continúan formulando sugerencias y propuestas para mejorar la atención a estos menores, el desafío permanece: garantizar que no se conviertan en víctimas de una crisis humanitaria prolongada y que reciban el apoyo necesario para construir un futuro digno.