La situación judicial de Begoña Gómez provocó una de las mayores estafas políticas que un presidente del Gobierno ha perpetrado contra la ciudadanía. Pedro Sánchez se cogió 5 días de «asuntos propios» para, presuntamente, meditar sobre si valía la pena seguir asumiendo la Presidencia por el supuesto acoso contra su familia. Es decir, dijo que iba a pensar sobre si su dimisión.
Posteriormente, el mismo Sánchez reconoció que había mentido a toda la ciudadanía española porque en ningún momento se le había pasado por la cabeza el dimitir. Incluso, llegó a utilizar al Jefe del Estado con una performance lamentable para dar más dramatismo a su comparecencia.
A partir de ese momento, Sánchez y el sanchismo comenzaron a utilizar la expresión «máquina del fango» para referirse a las informaciones publicadas por distintos medios de comunicación y páginas web que fueron la base de la denuncia contra la esposa del presidente que se está instruyendo en el Juzgado 41 de Madrid. Como buen político populista, Sánchez echó mano de los principios de propaganda de Goebbels. Esa expresión de «máquina del fango» la extendía tanto a determinadas páginas web como a medios de comunicación serios y de prestigio. Para Sánchez, todas las noticias publicadas respecto al comportamiento de su esposa eran falsas, bulos.
Esta semana la justicia ha dado un duro golpe al argumentario de Pedro Sánchez, de Begoña Gómez y del Partido Sanchista al determinar como ciertas las informaciones publicadas por el diario El Confidencialrespecto a los vínculos de la esposa del presidente con Globalia, Air Europa y su apoyo a los concursos públicos a los que se presentó la UTE liderada por el empresario y consejero de Banco Santander, Juan Carlos Barrabés.
La representación legal de Begoña Gómez presentó una demanda contra el medio de comunicación para que rectificara sobre las informaciones sobre las licitaciones ganadas por Barrabés, a pesar de que en ningún momento negó la veracidad de las mismas. Entonces, ¿qué había que rectificar?
El Juzgado de Primera Instancia 13 de Madrid ha dictado una sentencia en la que ha desestimado las pretensiones de Begoña Gómez y señala que «la vinculación que se establece entre la demandante y la UTE se basa en una serie de actuaciones que consistirían en un apoyo de aquella a ésta en un proceso de contratación público».
Por otro lado, la sentencia deja en evidencia a la representación legal de Begoña Gómez y, según se indica en la resolución, parece entreverse presunto reproche por las maniobras del abogado de la esposa del presidente del Gobierno. «Supone de facto una alteración de la demanda, que deja indefensa a la parte demandada, quien no puede en el plazo que la ley da al demandado para contestar a la rectificación, efectuar las alegaciones que a su derecho convengan».
Además, el juzgado condena a Begoña Gómez al pago de las costas del procedimiento.
Sánchez y todo el aparato de propaganda sanchista no dudaron en afirmar que todas las informaciones por las que está siendo investigada Begoña Gómez eran falsas. La Justicia acaba de romper ese discurso al verificar las informaciones de El Confidencial. La estrategia de expandir y colocar a todos los medios de comunicación en la misma esfera que determinadas páginas web ha quedado demostrado que fue un ardid de juego sucio y manipulación.