La Audiencia Provincial de Madrid sopesa cerrar el caso Begoña Gómez

El asunto de la querella del sindicato franquista Manos Limpias, impulsado en medio de la polémica por el juez Peinado, quema en las manos de los magistrados del tribunal madrileño

03 de Octubre de 2024
Actualizado el 04 de octubre
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Peinado en una imagen de archivo. Foto: La Sexta
Peinado en una imagen de archivo. Foto: La Sexta

La Audiencia Provincial de Madrid ha reaccionado pronto y ágilmente al señalar nueva fecha inminente para resolver el caso Begoña Gómez. De esta forma, sus señorías han enmendado el grave “error” del juez instructor, Juan Carlos Peinado, a quien por lo visto se le olvidó remitirles parte de la documentación sobre el asunto de la esposa del presidente del Gobierno por el caso del máster de la Complutense. ¿Se le olvidó? Cuesta trabajo creerlo, ya que solo tenía que elevar ese papelito al órgano judicial superior y no lo hizo.

La Audiencia Provincial tenía que haber resuelto esta semana si da carpetazo al caso o luz verde a Peinado para que continúe con la investigación, pero entre el expediente remitido por el juez instructor no estaba la copia del recurso presentado por los abogados de la primera dama, así que los tres magistrados acordaron suspender su deliberación hasta contar con todos los folios del sumario.

Ese olvido o error del juez Peinado fue interpretado por prestigiosos juristas como el catedrático de Derecho Constitucional Pérez Royo como inadmisible para un profesional, además de una posible treta dilatoria o prevaricadora, ya que obligaba a la Audiencia Provincial a suspender el proceso y encontrar un hueco en su apretada agenda de deliberación de recursos para volver a reunirse. Mientras tanto, Peinado podría alargar un mes más su instrucción en la búsqueda de pruebas de tráfico de influencias contra Begoña Gómez, pruebas que hasta la fecha no han aparecido.

El olvido del instructor parecía jugar a su favor: mientras la Audiencia Provincial buscaba otro día para fijar nueva fecha en el calendario, él ganaba tiempo para seguir apretándole las clavijas a la inquilina de Moncloa. De hecho, ya ha pedido nuevas declaraciones de testigos para este mismo mes. Sin embargo, los planes de Peinado se han venido abajo de la noche a la mañana, ya que el tribunal madrileño lo ha cortado de raíz al reaccionar rápidamente y fijar el próximo 7 de octubre, lunes, como día clave para deliberar sobre el futuro del caso. Es decir, en apenas una semana (algo llamativo por otra parte, ya que en la Administración de Justicia española las cosas de palacio van despacio, suelen tomarse con paciencia, procrastinarse y alargarse lentamente) los magistrados tomarán una rápida decisión sobre el futuro de la esposa de Sánchez, una noticia que ha debido caer como un jarro de agua fría sobre Peinado. Él esperaba contar con más tiempo para seguir con su instrucción, pero quizá la causa tenga los días contados, tanto como menos de una semana. ¿Cabría pensar que estamos ante un golpe en la mesa de sus señorías, una forma de decirle al juez de rango inferior “basta ya” con las alegrías, maniobras orquestales en la oscuridad e irregularidades que han ocurrido en su juzgado en las últimas semanas y a cuenta del caso de la mujer del líder socialista? Podría ser.

Así las cosas, el próximo lunes el caso del máster de Begoña Gómez (iniciado, no lo olvidemos, a raíz de una querella del sindicato fascista Manos Limpias con recortes de prensa y alguna que otra prueba fake a la que Peinado dio visos de verosimilitud, admitiéndola a trámite), podría ser archivado por la Audiencia Provincial de Madrid, pasando a los anales de la historia como uno de los sumarios más extraños que se recuerdan. En apenas cuatro días, Peinado podría ver cómo su intento por sentar en el banquillo de los acusados a la cónyuge del premier socialista se diluye como un azucarillo, ya que el tribunal superior podría decirle que no ve indicios racionales de criminalidad como para seguir estirando el chicle, que en realidad es lo que ha estado haciendo Peinado desde el mes de abril, cuando estalló el caso. El instructor ha tratado por todos los medios de que el sumario no muriera, ha llamado a testigos, ha pedido pruebas e incluso ha pasado por alto los informes de la Guardia Civil que concluyen que no hay delito en la conducta de la primera dama.

También podría ocurrir que el próximo lunes los magistrados decidieran no archivar el caso, acotando, eso sí, los límites en que debe moverse Peinado para que no siga con su fishing expedition (salir de pesca a ver qué encuentra) o causa prospectiva (por todos los hechos cometidos por Gómez desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, según ha escrito él mismo en uno de sus autos). Los procedimientos deben estar muy bien delimitados a los indicios de delito, de modo que ir abriendo puertas diferentes a la investigación, sin más datos que la intuición o presentimiento del propio juez de que se puede haber cometido un hecho delictivo, es algo totalmente prohibido por la actual legislación, además de inconstitucional.

Está claro que la Audiencia Provincial de Madrid no quiere que el caso termine convirtiéndose en esa causa prospectiva con la que sueña Peinado, de manera que podría pararle los pies, aunque sin cerrar del todo el caso. “Siga investigando, pero cíñase a lo que toca: el máster de la Complutense”, podrían decirle al instructor sus señorías de la Audiencia. Mala noticia para los periódicos de la extrema derecha, que reciben titulares a diario del juzgado de Peinado sobre mil conjeturas y sospechas sobre el mediático matrimonio. Uno de esos bulos es que Gómez es culpable de unas supuestas irregularidades en el rescate de la aerolínea Air Europa. La Audiencia ya le ha dicho a Peinado que se olvide de ese asunto, y también la UCO de la Guardia Civil, que no ve delito por ninguna parte. Sin embargo, a día de hoy la caverna mediática, periódicos, radios y televisiones siguen alimentando ese escándalo a cuenta de la aerolínea rescatada que no es más que humo.

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