Las tensiones en el seno de la Unión Europea sobre la gestión de la ayuda dada hasta ahora a Kiev, ha llevado hoy a la Comisión Europea a suspender el pago de 1.500 millones de euros previstos dentro del marco de apoyo financiero. 

El ejecutivo europeo ha tomado la decisión de congelar el desembolso porque Ucrania no habría cumplido con una serie de requisitos sobre transparencia y control del gasto, asociados al paquete de asistencia macrofinanciera, diseñado para ayudar a cubrir el déficit presupuestario y mantener los servicios estatales básicos durante el conflicto. 

El instrumento macrofinanciero exige a Ucrania informes detallados y auditorías del uso de los fondos. Bruselas, por su parte, busca asegurar que el dinero llega realmente a los fines previstos y evitar así que se convierta en objeto de corrupción o desvío. 

Reiteran el apoyo a Ucrania

Pese a esta retención temporal, la mayoría de los países y líderes de la UE han reiterado su apoyo financiero, militar y humanitario a Ucrania. La Comisión y el Consejo Europeo insisten en la necesidad de seguir respaldando a Kiev, considerándolo “una prioridad política del bloque” para contener la agresión rusa y estabilizar Europa.

Sin embargo, varios Estados miembros muestran preocupaciones sobre la magnitud, la forma y la supervisión de la ayuda, especialmente en relación con los préstamos a largo plazo y el reparto de costes entre países como España, Italia y Francia

Otros países, como República Checa y Polonia, insistieron en la necesidad de que la ayuda europea sea más estricta y menos vulnerable a la corrupción, pero defendieron mantener el respaldo a Ucrania como “prioridad estratégica”. Francia y Alemania han reclamado una revisión del reparto de costes y mayores controles, pero apoyan la continuidad de los fondos.

EE.UU. y el G7: Además del apoyo europeo, la administración estadounidense y el G7 han lanzado instrumentos financieros adicionales como préstamos respaldados con activos rusos inmovilizados para reforzar la economía ucraniana, aunque parte de la ayuda militar norteamericana también ha enfrentado bloqueos recientes en el Congreso de EE.UU.

Ayuda europea total 

Desde 2022, la UE y sus países han movilizado unos 118.000 millones de euros para Ucrania, incluyendo ayuda macrofinanciera, militar, humanitaria, apoyo a refugiados y respaldo a las exportaciones vía “corredores solidarios”

Paralelamente, en 2024 el Parlamento Europeo aprobó un instrumento legal para que Rusia pague parte de la reconstrucción ucraniana con los beneficios extraordinarios de activos rusos congelados en Europa, en colaboración con el G7. Esto podría canalizar hasta 45.000 millones de euros a Ucrania.

Existen discusiones sobre el reparto justo del esfuerzo económico dentro de la UE y sobre la eficacia de los mecanismos de control, después de años de alertas sobre la corrupción estructural en Ucrania. La Comisión Europea ha pedido a los Estados miembros aumentar sus aportaciones nacionales al presupuesto de la UE en hasta 66.000 millones de euros hasta 2027, de los cuales unos 50.000 millones estarían destinados a Ucrania entre préstamos y subvenciones directas.

Reacciones desde Kiev

Desde el gobierno ucraniano, ha habido cierto hermetismo y prudencia en las reacciones oficiales. La primera ministra, Yuliia Svyrydenko, no respondió directamente a las consultas, aunque fuentes citadas por agencias europeas señalan que existe malestar por las presiones de la UE en plena guerra, a la vez que el ejecutivo de Zelenski se muestra dispuesto a enmendar la legislación polémica para mantener el flujo de ayuda occidental. También se subraya desde Kiev que el país sigue dependiendo críticamente de la asistencia europea y estadounidense para sostener el gasto público y la defensa frente a Rusia.

 

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