A las 9:30 de la noche, Pedro Sánchez comparecía ante Pepa Bueno en RTVE, en una entrevista transmitida por todos los canales de la televisión pública y Radio Nacional. Tras un año sin conceder una entrevista individual, el presidente del Gobierno respondió a las preguntas sobre gestión, coordinación y emergencia climática en España, abordando también las críticas por la falta de preparación ante fenómenos extremos como incendios, olas de calor y DANA.
“Siempre he estado disponible para los medios”, aseguró Sánchez al inicio, recordando sus más de 50 comparecencias públicas y 20 intervenciones en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, destacó que esta entrevista era la oportunidad de explicar “un nuevo paradigma que requiere compromiso robusto de todas las administraciones: central, autonómica, provincial y municipal”.
Emergencia climática: cifras y realidades
El presidente subrayó la magnitud de los últimos desastres naturales: “En estos 70 días de verano, un tercio del tiempo lo hemos pasado bajo olas de calor. En los últimos cinco años, los fenómenos climatológicos adversos han supuesto un gasto de 32.000 millones de euros por parte del Estado. Para que lo entiendan, es la misma cantidad que hemos destinado a la educación pública de nuestros hijos e hijas”.
“Un nuevo paradigma exige coordinación y recursos permanentes”
Sánchez enfatizó la necesidad de un gran pacto de Estado para transformar las medidas de prevención, respuesta y reconstrucción en políticas permanentes, más allá de los gobiernos de turno. “No podemos seguir reaccionando solo cuando el fuego o la DANA llegan a nuestra puerta. La prevención es clave y requiere inversión y planificación constantes”, señaló.
El desafío de los negacionistas
En relación con la resistencia de algunos ciudadanos a aceptar la realidad del cambio climático, el presidente alertó sobre la influencia de los negacionistas. “Todos tenemos que aprender. Hay una función pedagógica por parte de políticos, gobiernos y medios de comunicación. Durante la pandemia vimos cómo los pseudocientíficos ponían en riesgo la salud pública. Ahora, la emergencia climática exige la misma seriedad y rigor científico”.
Recordó que en los últimos cinco años, 20.000 personas han muerto en España por fenómenos meteorológicos extremos y que el país, tras Suecia, posee la mayor masa forestal de Europa. “Tenemos recursos y evidencia científica. Lo que falta, en ocasiones, es voluntad política de ciertas administraciones territoriales para trabajar todos a una”, añadió.

“No es voluntarismo, es preparación”
Pepa Bueno planteó la percepción de muchos ciudadanos de que las medidas del Gobierno parecen voluntaristas ante la lentitud o falta de colaboración de algunas comunidades autónomas. Sánchez respondió detallando las estructuras de respuesta: la Unidad Militar de Emergencias (UME), brigadas forestales, agentes medioambientales, Fuerzas Armadas y Ministerios competentes.
“Desde 2019 aprobamos la primera estrategia nacional de Protección Civil, y en 2024 la renovamos. Tenemos mecanismos de alerta por SMS en zonas afectadas, coordinación europea y solidaridad interterritorial. No es voluntarismo, es preparación constante”, explicó.
El presidente defendió que la coordinación entre administraciones no siempre funciona, pero recalcó que la clave está en la lealtad institucional y la disposición a compartir recursos y responsabilidades: “El Gobierno ha desplegado 3.200 efectivos de la UME, más de 20.000 de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, además de brigadistas forestales y agentes medioambientales. Todo ello para garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
Llamado a la acción conjunta
Sánchez insistió en que la emergencia climática no entiende de partidos políticos: “Lo que necesitamos es un ejercicio conjunto: prevenir, actuar y reconstruir. La ciencia nos dice que las temperaturas medias de agosto superan en más de 4° los valores históricos. Este es un nuevo mundo que exige coordinación entre todas las Administraciones Públicas, definida por la Constitución, los Estatutos de Autonomía y la legislación estatal”.
Subrayó que los errores en la gestión de crisis no solo provienen de la falta de recursos, sino de la deslealtad institucional y de decisiones que priorizan recortes o privatizaciones sobre políticas públicas sólidas. “El Gobierno ha transferido 300.000 millones de euros más que la administración anterior a las comunidades autónomas. Tenemos evidencia científica y recursos; solo necesitamos voluntad política de todos los niveles para enfrentarnos a la emergencia climática”, apuntó.
La prevención como eje central
“Prevenir es la mejor manera de evitar incendios. No se trata solo de apagar llamas en verano, sino de gestionar adecuadamente los recursos forestales durante todo el año”, advirtió Sánchez, destacando la importancia de la gestión sostenible de los montes y la conservación de la masa forestal.
Mencionó, además, que la reconstrucción debe ser una labor compartida: “En Villablino, un ciudadano me dijo este verano: ‘Tenéis que poneros de acuerdo todas las administraciones, todos los partidos políticos, y también la sociedad, sindicatos y patronal’. Este desafío nos afecta a todos y supera las competencias individuales de cualquier administración o partido político”.
El rol de la política y los partidos
En la entrevista, Pepa Bueno insistió en la influencia del enfrentamiento político en la eficacia de la respuesta ante emergencias. Sánchez fue claro: “Lo que falla no es el Gobierno, sino la falta de lealtad y coordinación de determinadas administraciones territoriales. La emergencia climática supera los intereses partidistas. No es una cuestión de ideología, sino de ciencia y responsabilidad”.
El presidente también criticó a dirigentes políticos que niegan o minimizan la emergencia climática, advirtiendo que no se trata de un discurso ideológico sino de hechos científicos comprobados: “No lo dice un partido político u otro, lo dice la ciencia desde hace décadas. España ha adoptado políticas de transición ecológica y reducción de gases de efecto invernadero, liderando el crecimiento verde en Europa. La coherencia con esa apuesta es fundamental”.
Un mensaje a los ciudadanos
Pedro Sánchez concluyó con un mensaje directo a los ciudadanos: “Lo que esperan es que alguien asuma la responsabilidad: prevenir, acompañar durante la crisis y atender las consecuencias. Esto requiere coordinación, recursos y compromiso permanente de todas las Administraciones Públicas. España tiene capacidad; lo que necesitamos es que todos estemos alineados para responder eficazmente a los desafíos del clima”.
El presidente remarcó que, aunque las circunstancias extremas serán inevitables en el futuro, el país puede reducir sus efectos mediante planificación, inversión y colaboración entre todos los niveles de gobierno. “Estamos ante un nuevo paradigma. El cambio climático no espera, y tampoco pueden esperar nuestras respuestas. La ciudadanía merece seguridad, preparación y políticas consistentes”, concluyó.
Sánchez defiende su gestión frente a la corrupción y la justicia: “Mi responsabilidad no es abandonar el barco”
La entrevista de Pepa Bueno en RTVE a Pedro Sánchez dejó claros los mensajes del presidente del Gobierno respecto a la gestión de casos de corrupción que afectan a personas cercanas a él y a su partido. Ante preguntas directas sobre Santos Cerdán y José Luis Ábalos, secretarios de organización del PSOE bajo su confianza durante años, Sánchez mantuvo un discurso firme y categórico: asegura no haber tenido información objetiva sobre actos ilícitos y defiende la actuación de su Gobierno frente a la corrupción.
—Presidente, hablemos de Santos Cerdán y de José Luis Ábalos. Ambos están investigados por presunta corrupción; Cerdán incluso en prisión preventiva. ¿Nadie le advirtió? ¿Su instinto político no funcionó? —preguntó Pepa Bueno.
Frente a la corrupción, firmeza y responsabilidad
Sánchez respondió con rotundidad: “No tenía ninguna información objetiva de que pudieran estar cometiendo supuestos actos de corrupción. Sí quiero trasladar a la ciudadanía que este Gobierno y yo, como secretario general del Partido Socialista, no hemos tolerado en ningún momento ningún caso de corrupción. Ninguno. Cuando ha habido un mínimo atisbo de corrupción, he actuado con total contundencia, siendo implacable”.
En cuanto a la salida de Ábalos del Gobierno en 2021, el presidente señaló que no se trató solo de él: “Salíamos de una pandemia y había que recobrar el impulso político. Hicimos una reestructuración importante del Consejo de Ministros, porque existía un desgaste evidente tras meses de trabajo intenso. No fue un castigo personal, sino una decisión estratégica”.
Sánchez destacó tres principios que, según él, garantizan la confianza ciudadana: responder con firmeza frente a la corrupción, colaborar con la justicia y promover medidas de regeneración democrática. Entre ellas, mencionó la próxima creación de una Agencia de Integridad Pública y de Lucha contra la Corrupción, además de reforzar los mecanismos judiciales y de control.
Entre lo personal y lo político
En un tono más cercano, el presidente admitió que los casos de Cerdán y Ábalos le afectaron personalmente: “Que me afectó en lo personal y en lo político, sin duda. Que pensé en dimitir, también. Pero creo que el proyecto político que encarna este Gobierno —los avances sociales, el crecimiento económico, las transformaciones en transición ecológica, la política exterior— también son importantes. Por eso mi responsabilidad no es abandonar el barco, sino tomar decisiones, por duras que sean”.
En relación con la corrupción estructural en su partido, Sánchez fue categórico: “Sistémica no, pero sistemática sí. Desde que soy secretario general, el PSOE realiza dos auditorías: la obligatoria del Tribunal de Cuentas y otra externa, garantizando transparencia y control. Cuando he visto comportamientos indebidos, he actuado personalmente para corregirlos”.
El presidente aseguró además que los casos de su entorno familiar —el procesamiento de su hermano o la imputación de su esposa— han sido momentos difíciles que le hicieron reflexionar sobre su permanencia en la política, pero que no cambiarán su compromiso: “Decidí seguir adelante. Mi responsabilidad no es irme, es responder con firmeza, colaborar con la justicia y poner en marcha medidas que eviten que esto vuelva a suceder”.
La justicia y la presunción de inocencia
Uno de los momentos más destacados de la entrevista fue cuando Sánchez se refirió al fiscal general del Estado, Álvaro Ortiz, cuestionado por su continuidad mientras está acusado en un proceso judicial. El presidente defendió su posición: “Como dijo un magistrado del Tribunal Supremo en un voto particular, no se puede abrir un juicio sin pruebas. Confío en la honestidad e imparcialidad de quienes persiguen la corrupción. La inocencia la dictaminan los jueces, y yo respeto esa presunción”.
Sánchez reconoció, no obstante, que existe un problema cuando algunas investigaciones son impulsadas por intereses partidistas o mediáticos: “Hay jueces que no cumplen con la independencia necesaria y esto hace un daño terrible al Poder Judicial. La minoría existe y debemos reconocerla para mejorar los controles”.
En cuanto al Consejo General del Poder Judicial, el presidente consideró que es necesario reflexionar sobre cómo proteger a los ciudadanos frente a procesos defectuosos, sin perder de vista la presunción de inocencia y el respeto a los derechos fundamentales.
La línea roja frente a la corrupción
Pepa Bueno preguntó cuál es la línea roja que obligaría a Sánchez a cambiar su decisión sobre la permanencia de personas investigadas en cargos de responsabilidad. El presidente fue claro: “En el caso de Ábalos y Cerdán ya pusimos la línea roja: pedimos que entregaran el acta, abandonaran la Secretaría de Organización, se dieran de baja como militantes o fueran expulsados. Actuamos con proporcionalidad y contundencia antes que otros partidos”.
Sánchez insistió en que su responsabilidad como líder del partido es tomar decisiones firmes y proteger la agenda de reformas democráticas, y no abandonar el Gobierno ante las dificultades personales o políticas.
Economía, vivienda y desigualdad
La entrevista también abordó cuestiones económicas. Sánchez destacó que España crece por encima de la media europea gracias a la combinación de energía barata y mano de obra extranjera, pero reconoció que existen problemas que afectan a la ciudadanía: el acceso a la vivienda y los salarios insuficientes para cubrir gastos inesperados.
“Yo reconozco el problema, o los dos problemas, pero estamos poniendo los andamiajes para resolverlos. La vivienda no es un desafío sencillo: requiere cooperación, planificación y medidas de intervención estatal, como la Ley de Vivienda que aprobamos recientemente. Igual que lo hicimos con el mercado energético durante la guerra en Ucrania, debemos intervenir cuando el mercado falla”, afirmó.
El presidente explicó que la política de su Gobierno combina crecimiento económico con justicia social, aunque reconoció que todavía quedan desafíos importantes para garantizar que los beneficios lleguen a todas las capas sociales.
Regeneración democrática y feminismo
Otro punto destacado de la entrevista fue la referencia a casos recientes de machismo y sexismo dentro del partido o en organismos públicos, como el caso Koldo, que, según Sánchez, golpea los cimientos del proyecto político de su Ejecutivo: “El feminismo y la lucha contra la corrupción son principios básicos de nuestra acción. No toleramos comportamientos intolerables ni discriminatorios”.
El presidente subrayó que su Gobierno ha aprobado propuestas de ley y proyectos de mejora de los controles democráticos, reforzando los mecanismos judiciales y promoviendo una cultura de integridad pública.
Firmeza sin renuncia
Pedro Sánchez cerró la entrevista reiterando su compromiso con la transparencia y la justicia: “Mi responsabilidad no es abandonar el barco. He pensado en dimitir, pero lo importante es garantizar que España avance en derechos, economía y democracia. Vamos a seguir tomando decisiones difíciles desde la política y desde la organización de nuestro partido para que los ciudadanos tengan un Gobierno confiable y comprometido”.
La entrevista dejó patente que, para el presidente, la acción de gobierno y la colaboración con la justicia son las herramientas clave para gestionar los desafíos políticos y personales, y que las medidas de regeneración democrática y control interno del partido son una prioridad para evitar futuros casos de corrupción.
Con un discurso que combina firmeza, transparencia y reivindicación de logros sociales y económicos, Sánchez pretende transmitir que la continuidad de su Ejecutivo no depende de los tribunales, sino de su capacidad de tomar decisiones políticas responsables y reforzar la democracia en España.